Ewald Lienen, un talentoso centrocampista alemán, protagonizó uno de los peores momentos de la historia del fútbol. El 14 de agosto de 1981, un partido en Bremen se convirtió en una pesadilla para Lienen y en una de las lesiones más impactantes jamás vistas en un terreno de juego.
El ataque que le desgarró la pierna a Ewald Lienen
El fútbol es un deporte apasionante y emocionante, lleno de hazañas heroicas y momentos dramáticos. Pero algunas veces, no todos los recuerdos son gloriosos y nos recuerdan los riesgos que los jugadores asumen cada vez que pisan el césped. El incidente de Ewald Lienen es un ejemplo perfecto de cómo el deporte puede convertirse en una pesadilla en cuestión de segundos.
Lienen era centrocampista ofensivo del Borussia Mönchengladbach y tuvo una carrera destacada en el fútbol. Durante su carrera de jugador y posteriormente como entrenador, el alemán pasó por varios equipos en Alemania, Grecia y Rumania. Sin embargo, a pesar de sus logros, es recordado principalmente por un único momento: el 14 de agosto de 1981.
En ese día, el Arminia Bielefeld, equipo al que Lienen había regresado procedente del Borussia Mönchengladbach, se enfrentó al Werder Bremen. Apenas 20 minutos después del inicio del partido, ocurrió el incidente que cambiaría la vida de Lienen y dejaría marcada a la historia del fútbol.
Mientras Lienen atacaba por el lateral izquierdo, Norbert Siegmann, defensor del Werder Bremen, realizó una entrada brutal con los tacos por delante. Le desgarró espantosamente la pierna derecha a Lienen, con una herida de 25 centímetros que dejaba al descubierto músculos y hueso. El dolor y la conmoción que siguieron fueron inolvidables.
Dolor, gritos y la búsqueda de justicia
La reacción de Lienen era desgarradora: se retorcía en el suelo, gritaba y pataleaba mientras Siegmann se distanciaba lo más campante. El árbitro Medardus Luca se limitó a mostrarle la tarjeta amarilla al infractor, aun cuando la magnitud de la lesión era evidente. Lienen, en medio del shock y el dolor, señaló al entrenador rival Otto Rehhagel acusándolo de instigar la lesión.
El incidente desató el caos en la cancha mientras los médicos llegaban y se impactaban con la gravedad de la herida. El centrocampista, con 23 puntos de sutura, sorprendentemente solo estuvo de baja durante 17 días, pero ese episodio no terminó con el pitido final del partido.
Lienen llevó su caso ante la justicia, aunque como le pasó en el campo, tampoco obtuvo una respuesta satisfactoria. Los tribunales argumentaron que los futbolistas asumían ciertos riesgos cuando salían a jugar. Por su lado, el árbitro no volvió a arbitrar en la Bundesliga y Siegmann enfrentó amenazas de muerte, lo que lo llevó a retirarse cinco años después. El entrenador Rehhagel incluso llegó a afirmar que usó un chaleco antibalas en el partido de vuelta en Bielefeld.
A pesar de las consecuencias legales y personales, el incidente se convirtió en una de las escenas más recordadas de la Bundesliga y en la lesión más impactante en la historia del fútbol. Ewald Lienen logró prevalecer gracias a su espíritu deportivo, pero lo espeluznante de su lesión ilustró no sólo los riesgos que corren los futbolistas al jugar, sino además la necesidad de que este accionar se castigue con severidad.