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LA GRAN KONTRADICCIÓN

Halcones desesperados: Otro mes sin default ni waiver con FMI

Obsesión de los 'halcones' por lograr el derrumbe o el default o un waiver pero Sergio Massa y el FMI han logrado un vínculo bastante sólido.

Los 'halcones' pronosticaron la megadevaluación del peso. Y perdieron. Luego fueron detrás del fracaso del 'dólar soja 1'. Volvieron a errar. Más tarde avanzaron en la imposibilidad del 'dólar soja 2'. Otra vez fallaron. Completaron 2022 afirmando que la inflación 2023 ingresaría en una espiral hacia otra hiper. Estuvieron más cerca de este vaticinio durante el enero terrible. Pero en marzo es evidente que está contenida, en niveles más elevados de lo previsto por el Ministerio de Economía, pero no hay espiral ascendente. A la vez, ellos vaticinaron el default porque no habría reprogramación de las obligaciones del Estado. Y perdieron. Lo más reciente fue augurar el incumplimiento argentino de los compromisos asumidos con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El comunicado del FMI los desnuda equivocados. Sus asesorados deben estar enojados porque les provocan pérdidas de utilidades financieras. En el interín ocurrió algo muy grave: Mauricio Macri llegó a llamar por teléfono a legisladores para que votaran en contra del acuerdo con el FMI que, a su pesar, fue aprobado por una mayoría de 4/5 en Diputados y 3/4 en el Senado.

La 'patria halconera' está de luto: el Estado argentino ha cumplido 1 año de acuerdo sin ruptura con el FMI y, tal como parece, avanza hacia los 18 meses de compromiso bilateral pese al año electoral en curso, período en el cual la teoría del populismo demagógico consiste en abrir los grifos de la emisión de moneda para que los billetes sin valor reemplacen a la política que los políticos ya no saben ejecutar. Inútiles.

Cuando Sergio Massa llegó al Palacio de Hacienda, los jóvenes tecnócratas que trabajan en las líneas medias de 'la City' pero tienen ínfulas de CEO, y los consultores que no pagan nóminas salariales, auguraron que la crisis arrastraría a Massa hacia el ocaso y que la tarea del FMI sería decapitar al atrevido ex diputado nacional. Con muchas limitaciones -algunas políticas y otras técnicas- Massa ha logrado articular un entendimiento con el FMI, inclusive para manifestar sus discrepancias.

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Cuchicheo de Kristalina Georgieva y Sergio Massa en el G20.

Cuchicheo de Kristalina Georgieva y Sergio Massa en el G20.

Es cierto: Sergio Massa no tiene la tasa de variación de precios en el 3% mensual pero el FMI destaca otras cuestiones del acuerdo condicional vigente. Hay 'halcones' que participan en los 'nuevos medios de comunicación' -es una definición más interesante que llamarlos 'redes sociales'- para afirmar que este FMI es un 'mamarracho' porque es demasiado indulgente o tolerante para con la Argentina. Injusta acusación: no hubo FMI más tolerante que aquel que le prestó US$ 44.000 millones a sola firma a un deudor casi incobrable.

Pero los 'halcones' no son sólo del PRO. Hay 'halcones' también en el Frente de Todos, porque ser 'halcón' es una actitud, no una ideología. Es posible ser 'halcón' tanto en la izquierda como en la derecha. Un 'halcón' es, en definitiva, un espíritu extremo, con escasa empatía por el disenso y una negación del debate; en general, un adicto a las conclusiones intolerantes acerca de la realidad. Máximo Kirchner, por ejemplo, milita en la 'patria halconera' que afirma que

  • el FMI es perverso,
  • los acuerdos con el FMI son incumplibles y
  • es menester romper para renegociar todo el vínculo con el FMI.
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Éxtasis halconero.

Éxtasis halconero.

Hoy día su militancia extrema no le provoca daño al ministro Massa porque es evidente el deterioro del poder de la familia Kirchner en general, su núcleo de electores es más reducido que en 2019 y que en 2015. Luego, desde la abrupta renuncia a la presidencia del bloque oficialista en la Cámara Baja, fueron vox populi las limitaciones tanto de comprensión como de liderazgo que tiene el primogénito de la Vicepresidente de la Nación. Por supuesto que es una Kontradicción del jefe del Palacio de Hacienda pero inevitable, mantener, en forma simultánea, una alianza política con Kristalina Georgieva y otra con los Kirchner.

También es una Kontradicción de los Kirchner, consecuencia de su desesperación: su único precandidato posible a la Casa Rosada es Massa, quien mantiene un acuerdo con el FMI que ellos no sólo aborrecen sino que desean su ruptura... y no pueden.

"El Fondo aprieta, la Argentina cede y terminamos cediendo por baratijas", acaba de quejarse Máximo K. "Si nuestro frente político hubiera tenido mayor decisión, mayor coraje, la renegociación (con el FMI) se hubiera dado de otro modo".

La agrupación La Cámpora -en disolución- difundió su crítica en la tarde del lunes 13/03, imitando a la estupidez de la izquierda: si hay ordenamiento macroeconómico no hay democracia.

No hay mayor ataque a la democracia que promover una inflación de 2 dígitos anuales desde 2010. No hay mayor ataque a la democracia que promover una inflación de 2 dígitos anuales desde 2010.

https://twitter.com/la_campora/status/1635430248803180544

El largo camino

Cuando Sergio Massa llegó al Palacio de Hacienda, en medio del rumor de una Asamblea Legislativa para derribar a Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, él hizo énfasis en 2 palabras: "Orden Fiscal". Sus detractores dijeron que era imposible lograrlo con un año electoral por delante. Ahora, que ha llegado 2023 hay que demostrarlo: tanto Massa que lo prometió como los que sostuvieron que eso era imposible, ¿Quién miente?

Carece de sentido práctico denunciar 'contabilidad creativa' porque esa es una posibilidad que tolera el manual del FMI no sólo para la Argentina. Es jugar al límite pero no es pegar debajo de la cintura. Por supuesto que el FMI también espera que Massa demuestre que hay Orden Fiscal como contrapartida de sus tolerancias, la más reciente acerca de la acumulación de reservas internacionales.

El desembolso de 4.000 millones de DEG (Derechos Especiales de Giro) representa US$ 5.300 millones para que la Argentina pueda pagarle al FMI el próximo vencimiento pero se mantiene la meta fiscal del 1.9%, lo cual implica un mayor control del gasto público.

El FMI elogia a Massa (“gestión macroeconómica prudente en la 2da. mitad de 2022” que contribuyó a “la estabilidad y ayudó a asegurar los objetivos del programa hasta fines de 2022 con cierto margen”) y por eso la concesión: en un contexto de sequía, hay una nuevo piso de acumulación de reservas, que se reducen en más de US$ 3.000 millones las divisas a acumular en marzo y en casi US$ 2.000 millones en 2023.

Pero...

  • no hay posibilidad de abrir el grifo para la expansión monetaria más allá del cupo aún no utilizado de los adelantos transitorios del BCRA en 0.6% del PBI;
  • Massa acaba de ratificar que se cumplirá con la meta fiscal de reducir los subsidios a la energía al 1,6% del PBI (necesario hacerlo pero es políticamente 'incorrecto' para los 'halcones' del FdT);
  • la moratoria jubilatoria debe ocurrir sin desborde de gasto: es importante tenerlo en cuenta en la 'letra chica' de lo que aprobó el Legislativo;
  • las tasas de interés deben ser positivas y tambén se requiere un aumento de la competitividad externa aún cuando las medidas de política cambiaria son temporales y no permanentes.
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Sergio Massa en la reunión de ministros de Economía del G20.

Sergio Massa en la reunión de ministros de Economía del G20.

'Halcones' en offside

¿A quién le solicita el FMI un compromiso sobre 'políticas más sólidas'? ¿A Sergio Massa, cuyo horizonte en la gestión es breve, o a la dirigencia argentina más allá de los nombres? ¿A quién le solicita el FMI un compromiso sobre 'políticas más sólidas'? ¿A Sergio Massa, cuyo horizonte en la gestión es breve, o a la dirigencia argentina más allá de los nombres?

Los 'halcones' deberían leer correctamente lo que reclamó el FMI porque, de lo contrario, volverán a equivocarse, y ya es grosera la acumulación de furcios.

Lo correcto sería vincular el texto del comunicado del FMI con el texto del artículo que el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, envió al diario La Nación durante el fin de semana.

Rubinstein, quien se mantiene en permanente contacto con el FMI, elaboró un artículo en el que destacó:

"(...) By the way, los meses pasan y habrá que acordar un Presupuesto para 2024. Y hete aquí que este Ministerio es proclive a alcanzar un equilibrio fiscal primario cuanto antes (y luego superávit fiscal primario). Y “un pajarito” nos contó que Juntos por el Cambio, aparentemente, también acuerda con tal objetivo.

¿Qué tal, entonces, si dejamos toda esta “pavada” de lado y empezamos discusiones técnico-políticas desde ahora, a ver si en 2024, en lugar del 0,9% de déficit (acordado con el FMI), ya con una economía más pujante (sin sequía, gasoducto NK1 completado, nuevo gobierno, etc), nos animamos a procurar un presupuesto equilibrado? ¿Qué gastos bajaríamos? ¿Qué exenciones impositivas podríamos dejar de lado? ¿Alguien propone subir impuestos? Mucho para discutir. Y quién sabe, tal vez nos podríamos poner de acuerdo.

Y ya empezaríamos a dejar fuera de la discusión política también este tema: el de la necesidad de equilibrar las cuentas públicas. (...)".

El FMI está hablando del Presupuesto 2024, no del trimestre abril-junio. ¿Es necesario aclararlo? El FMI está hablando del Presupuesto 2024, no del trimestre abril-junio. ¿Es necesario aclararlo?

Si así fuese necesario sería una desilusión. Ser 'halcón' no debería significar alguna limitación intelectual. Pero en la obsesión de lograr resultados favorables en el año electoral, la mayoría se olvida de la gobernabilidad imprescindible, y de cuán importante es eso para los donantes y patrocinantes de campañas. Luego ocurren los sinsabores, un clásico argentino. Es el techo que hay que romper.

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