Cada vez que uno se acerca a un cajero automático, parece un acto rutinario: retirar dinero, verificar el saldo y, en muchos casos, imprimir un comprobante como constancia de la operación. Sin embargo, ese simple papel puede convertirse en una puerta para los delincuentes tecnológicos, quienes están esperando un paso en falso para quedarse con todo el dinero.
CUIDADO
El error común al usar cajeros automáticos que puede costarte caro
Imprimir comprobantes en cajeros automáticos puede facilitar fraudes. La destrucción del mismo es clave para proteger la información personal.
La era digital ha transformado drásticamente nuestra relación con las finanzas. Las transferencias, las billeteras virtuales y los servicios bancarios online han relegado el efectivo a un segundo plano. No obstante, persiste la costumbre de respaldar cada movimiento con un ticket impreso, un hábito que podría resultar más peligroso de lo que se imagina.
Lejos de ser un simple papel, el comprobante bancario contiene un conjunto de información sensible. Datos de la cuenta, número de tarjeta, montos retirados y saldos disponibles se condensan en ese pequeño fragmento que muchos descartan sin la más mínima precaución. Lo que para algunos representa un simple recordatorio de una transacción, para los ciberdelincuentes puede ser un tesoro lleno de información.
Cada año, miles de personas se convierten en víctimas de fraudes financieros originados por este hecho. Dado que, los delincuentes no necesitan equipos avanzados; con un comprobante encontrado en la basura, pueden comenzar su plan delictivo.
La importancia de destruir los comprobantes de cajeros automáticos
En estos casos, las recomendaciones de los organismos bancarios son tajantes. El Banco Central de la República Argentina sugiere una serie de medidas preventivas que van más allá del manejo de los tickets: modificar regularmente las claves de acceso, evitar el uso de cajeros con configuraciones sospechosas y mantener un monitoreo constante de las transacciones.
La alternativa más segura, según los expertos, es prescindir completamente de la impresión del comprobante. En su defecto, quienes opten por conservar el ticket deben destruirlo meticulosamente, utilizando métodos que imposibiliten la reconstrucción de la información.
La era digital nos ha llenado de herramientas extraordinarias para gestionar nuestras finanzas. Los servicios de home banking, las aplicaciones bancarias y los extractos digitales ofrecen una alternativa segura y ecológica para conservar el registro de nuestras transacciones. Aprovechar estas opciones no solo protege nuestra información, sino que también contribuye a reducir el consumo de papel.
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