ECONOMÍA

REESTRUCTACIÓN DE LA DEUDA

¿Un FMI peronista? Los acreedores no le creen y los bonos no bajan mucho

El jueves (20/2), tras el pronunciamiento del FMI sobre la insostenibilidad de la deuda y el pedido a los bonistas para que hagan una “contribución”, los bonos soberanos en dólares cayeron hasta 2,2% y el riesgo país subió 3,2%. Aún así, la reacción negativa no fue tan mala y no hubo estampida, como se esperaba. Y es aquí donde surge la cuestión: O bien los acreedores no le creen al FMI cuando dice que la deuda argentina es insostenible o bien los acreedores creen que habrá acuerdo aunque el titular del Banco Central, Miguel Pesce, amenace con un probable default. En todo caso, es paradójico que ahora el Gobierno nacional le crea al Fondo pero no lo hagan los bonistas. En ese marco el ministro de Economía, Martín Guzmán, debe encarar las negociaciones con los tenedores de bonos.

Después de comunicado del Fondo Monetario Internacional (FMI) tras la finalización de la misión enviada a la Argentina para estudiar las cuentas públicas, el organismo pidió a los ‘acreedores privados’ que hagan una “contribución”. Eso provocó que al día siguiente los bonos soberanos en dólares cayeran hasta 2,2% y el riesgo país subiera un 3,2%.

Pero la reacción de los mercados no fue tan negativa como se esperaba.

Hay que recordar la frase destinada a los bonistas por parte del FMI en su comunicado del miércoles 19/2: “Se requiere de una operación de deuda definitiva, que genere una contribución apreciable de los acreedores privados, para ayudar a restaurar la sostenibilidad de la deuda con una alta probabilidad”.

“El personal del FMI hizo hincapié en la importancia de continuar un proceso colaborativo con los acreedores privados para maximizar su participación en la eventual operación de deuda ”, agregó el comunicado del Fondo que tuvo el obvio visto bueno de la directora Kristalina Georgieva.

El mensaje del FMI a los bonistas es claro y podría sintetizarse así: que acepten una quita del capital, un largo roll over y convaliden una poda importante en los cupones, y todo lo más rápido y ágil posible.

En ese contexto, el ministro de Economía Martín Guzmán y Georgieva tendrán en Ryad (Arabia Saudita) su tercer encuentro bilateral.

El problema es que tras el comunicado del FMI, los fondos principales que concentran los títulos argentinos como BlackRock, Templeton, Ashmore, Fidelity y Pimco, no parecen tener intenciones de ser colaborativos. Es decir, no parecen escuchar al FMI.

Aquí surge la cuestión y las posibles respuestas:

1. Que los acreedores no le creen al FMI, o sea, que no creen que la deuda argentina es insostenible.

2. Que los acreedores creen que habrá acuerdo aunque el titular del Banco Central, Miguel Pesce advierte de un probable default.

3. Que los acreedores no leen los diarios ni internet y no se enteraron de nada.

Descartando la tercera opción por razones obvias, es interesante que si los acreedores no le creen al FMI sí lo haga ahora el Gobierno nacional.

Para sondear el ánimo entre los acreedores privados de la Argentina, el diario El Cronista afirma que los bonistas se sorprendieron por la declaración de Fondo y el pedido de quita, pero otros lo consideraban previsible.

El matutino económico cita a Hans Humes, CEO de Greylock Capital: "Entiendo que la deuda, por la suba del tipo de cambio, haya crecido, pero me da curiosidad entender por qué ahora el FMI hizo esta declaración".

Y vuelve sobre el eterno reclamo de que el Gobierno presente un programa económico: "Cuanto más tiempo esperemos, más barreras habrá", aseguró Humes.

Ante la amenaza de Pesce de default, opinó: “las tres partes interesadas tiene para salir ganando, ya que con un default todos perderían".

Consultada por Bloomberg, Jimena Blanco, directora de investigación política de América Latina en la consultora Verisk Maplecroft, opina: "los temores de los tenedores de bonos privados se han hecho realidad".

"El Fondo los arroja debajo del colectivo para salvar su posición. La quita tiene que venir del sector privado", agregó.

En la misma línea, Walter Stoeppelwerth, Director de Inversiones de Portfolio Inversiones personales sostuvo que "el hecho de que sea política y económicamente imposible para Argentina constituir un superávit primario es una ruptura total y total de la norma de las relaciones del FMI con otros deudores de mercados emergentes que están pasando por una reestructuración". Y ejemplificó que "en una teoría del juego de tres, tienes dos alineados

buscando poner al tercer jugador en jaque mate ”.

"Hubo una previsible debilidad de los bonos tras la dura declaración del FMI que anticiparía mayores quitas para los bonistas. Si bien era esperable una reacción negativa, es cierto que podría haber sido peor", cita el diario Ámbito Financiero al economista Gustavo Ber.

"Lo del FMI era esperado. Seguro que le pega un poco a los bonos el día que el Fondo lo confirma. Pero el FMI siempre trata de ser neutro en estos contextos: dice ´mostrame un plan creíble y es cosa tuya si eso implica una quita muy grande ´", analizó el director de Proficio Investment, Rafael Di Giorno.

Para el especialista, "la cuestión central es si a la Argentina le conviene un ´haircut´(quita) tan agresivo. Corre el riesgo de que los fondos grandes no entren al canje, y el país se quede sin mercado de capitales por varios años".

"La declaración del FMI estuvo dentro de lo esperado, pero la redacción fue más dura de lo que hubiera pensado. El mercado no aceptará esto", dijo  a Ámbito Mateo Reschini, un operador de la correduría LBO.

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