El último desembolso de 10.800 millones que realizó el Fondo Monetario Internacional hace casi dos meses se terminó en su totalidad.
TENSIONES
Las reservas se esfuman y las necesidades de financiamiento prometen FMI para rato
El último desembolso de 10.800 millones que realizó el Fondo Monetario Internacional hace casi dos meses se terminó en su totalidad, y las consultoras del mercado empezaron a mostrar preocupación por el ritmo de caída de las reservas. El escenario que se viene trae más amenazas que es esperanzas. En efecto, según los bancos antes de que se devela la contienda electoral de octubre, volverán a caer fuertemente lo que justificará una reevaluación de las necesidades de financiamiento del país. Argentina necesitará más dinero del Fondo.
Se consumieron US$5900 millones por pagos de capital e intereses de los bonos y préstamos del país. También se perdieron US$1620 millones por ventas diarias del Tesoro y se destinaron 1146 millones a la cancelación de Letes, mientras que hubo una pérdida de US$600 millones por la diferencia de cotización de los yuanes (la moneda en que están guardadas la tercera parte de las reservas), según analizó una consultora.
El 29 de abril, cuando el BCRA le dijo adiós a la polémica Zona de No Intervención (ZNI) y anunció que usaría sus reservas, si fuera necesario, para intervenir cuando observara movimientos disruptivos, anestesió el mercado: el dólar bajó, se mantiene estable y el BCRA no vendió dólares en el mercado. Quedó sólo en amenaza. Sin embargo, los meses que vienen serán más complicados...
En efecto, el grupo de bancos más grande del mundo anticipó que antes de que se devele la contienda electoral, las Reservas del Banco Central volverán a caer fuertemente. "Argentina enfrenta una serie de circunstancias que justifican una reevaluación de las necesidades de financiamiento del país", sostuvo el informe del Instituto de Finanzas Internacionales (IFF).
De ahí que no es casual que el IIF crea que habrá FMI por un rato más.
En el reporte se muestran muy preocupados por la potencial sangría de reservas, y no solo en 2019 sino también en 2020.
"Primero, la fuga de capitales será un punto de presión en el período previo a las elecciones. Segundo, Argentina está apuntando a un ajuste fiscal en el rango superior de lo que lograron los programas anteriores del FMI, lo que aumenta el riesgo de implementación incluso después de que se borre la incertidumbre electoral. (Por eso) vemos el riesgo de pérdidas de reserva incluso en escenarios positivos en los que el ajuste continúa sin problemas porque el financiamiento del FMI para 2020 es pequeño. Las pérdidas de reservas podrían ser sustanciales en escenarios negativos donde la incertidumbre se mantiene alta después de la elección. Argentina probablemente necesitará apoyo adicional del FMI en un amplia gama de escenarios", dicen los economistas del IIF y advierten que la salida de capitales de residentes está tomando temperatura.
Un tema particular a mirar son los depósitos en pesos y el roll-over de deuda de los no residentes. En el escenario malo, la pérdida de reservas sería de US$12.000 millones en 2019 y, además, otros US$13.000 millones en 2020. Aun en el escenario amigable, el país perdería más de US$10.000 millones en el bienio.
Según Martín Vauthier de 'Eco Go' y 'UTDT', las reservas totales terminarán 2019 en US$56.500 millones. "Si el roll-over de Letes es menor que 46% y/o hay intervenciones directas en el mercado, la caída será mayor", dice.
"La dolarización va a subir, como suele ocurrir en todos los procesos electorales", explica. "El ritmo va a depender de dos grandes cuestiones: el resultado del armado en el centro, que va a definir el grado de polarización de la elecciones y, en segundo lugar, las señales que pueda dar el espacio kirchnerista y como las tome el mercado", agrega Vauthier, según publicó hoy 'El Economista'.
También desde 'Econviews' dijeron: "Hasta ahora, la estacionalidad positiva de las liquidaciones agrícolas, las licitaciones de dólares del Tesoro y la facultad del BCRA de poder intervenir han sido suficientes para asegurar la estabilidad cambiaria. La evolución de la compra neta de billetes y las inversiones de cartera en los próximos meses dependerá en buena medida de factores políticos, lo que puede repercutir en aumento de volatilidad y dolarización".
Incluso voces críticas, como la del Ceso, reconocen que la herramienta del BCRA es poderosa. "Más allá de las razones que llevaron al FMI a avalar el uso de sus fondos para frenar la suba del dólar, el hecho es que, con ese cambio, el Gobierno se garantiza poder contar con una herramienta fundamental para estabilizar la economía de cara a las elecciones", dice el reporte titulado 'Reservas para todes'.
Pronto llegaría el quinto desembolso: serían US$ 5.500 millones (queda otro más adelante en 2019), pero poco para 2020.
El informe de Ceso traza tres escenarios: ajuste exitoso, corrida cambiaria y corrida bancaria. En el primero, las reservas terminan 2019 en US$60.896 millones; en el segundo, en US$52.531 millones y en el tercero, en US$38.157 millones.
"Si hay una corrida es muy difícil que el BCRA la frene con los dólares que tiene ya que, si se los gasta intentando frenarla, entonces sube el riesgo país porque hay menos dólares para cubrir los pagos de la deuda. Es la típica frazada corta. Distinto sería si el Gobierno consigue plata fresca del Tesoro de EE.UU. Esto puede funcionar pero solo como un palitivo de corto plazo", dice Alejandro Rodríguez desde Ucema.
Vauthier es un poco más cauto sobre las intervenciones directas. "Con el actual nivel de reservas netas, y aunque se amplíen los límites de uso en el texto que se va a conocer en junio, estimo que el BCRA va a ser prudente en las intervenciones en estos niveles de tipo de cambio, dado que ventas de magnitud sin que se logre estabilizar el mercado (algo difícil si no baja el riesgo país en forma sostenida) pueden comenzar a activar las alarmas en términos de poder de fuego y relación entre pasivos remunerados y reservas netas", dijo a 'El Economista'. "Sería un gran riesgo salir a liquidar las reservas con este tipo de cambio", añade.
Sin embargo, si la situación se tensa, no deben descartarse ventas de magnitud por parte del BCRA, toda vez que la estabilidad cambiaria es sine qua non para la victoria de Cambiemos en las elecciones.