ECONOMÍA

ECONOMÍA & REGIONES

Hay que descontar un dólar más caro en términos reales, Sandlerandia se acaba

El escenario económico es tétrico. De un lado, quien hizo todo mal durante los recientes 4 años. Todo mal. Del otro lado, quien hizo todo mal en los anteriores 4, por lo menos. Quizás 8. El horizonte es complicado si quien gana, no cambia su propia percepción, su equipo y sus objetivos. Pero, entre tanta confusión, hay un dato muy interesante: economistas que no arrugan ante el BCRA de turno, como Diego Giacomini y Javier Milei prometen un seguimiento permanente de lo que realice la próxima Administración, tal como vienen haciendo con los incompetentes Nicolás Dujovne y Guido Sandleris. A propósito, el cuadro de situación que Economía & Regiones acaba de difundir merece una lectura reflexiva:

Algunos fragmentos del trabajo de Economía & Regiones:

** Los planes de estabilización transitoria sólo logran un efecto acotado y bastante efímero. Por un lado, son planes que sólo logran estabilizar el tipo de cambio por un período breve de tiempo. Por el otro, son planes que sólo logran bajar la inflación mucho menos de los necesario; y también por un período breve de tiempo. Luego, más temprano que tarde, el tipo de cambio vuelve a saltar y la inflación se acelera nuevamente.

** Este éxito incompleto y efímero de los planes de estabilización transitoria tienen origen en que son ejecutados sin reputación, con falta de credibilidad y con un mal diseño de política económica, lo cual termina funcionando como un acta de defunción anticipada para el programa. Los agentes no creen que el plan vaya a lograr sus objetivos en el largo plazo, forman expectativas en este sentido; y termina dándose la profecía autocumplida.

** En este marco sin reputación, credibilidad y mal diseño de política económica, los agentes se anticipan y mantienen expectativas de devaluación y de inflación elevadas. Estas expectativas le ponen un piso elevado a la inflación observada. En este contexto, la tasa de interés sólo baja “poco” y “lento”. Paralelamente, la inflación también baja “poco” y “lento”. De hecho, las expectativas del público hacen que la tasa de inflación tenga un piso sólido y elevado imposible de perforar. 

** En definitiva, con los planes de estabilización transitorios, la estabilización del tipo de cambio es de cortísimo plazo. El descenso de la tasa de interés y la baja de la inflación son “lentos” y “pequeños”. Más temprano que tarde, el tipo de cambio vuelve a saltar y la tasa de interés subir. Luego del salto del tipo de cambio, la inflación comienza nuevamente a acelerarse.

**  La estabilización transitoria del plan original Sandleris 1 duró 6 meses. La estabilización transitoria del parche Sandleris 2 lleva 4 meses. En este sentido, la teoría económica explica que es difícil que la estabilización transitoria del parche puede perpetuarse mucho más que la estabilización transitoria del plan original. 

** El BCRA hace todo lo opuesto a lo recomendado por la ciencia económica.

# Primero, el horizonte temporal de la política monetaria es el cortísimo plazo.

#  Segundo, el objetivo de política monetaria es la reelección de Macri, demostrando una total dependencia del PEN.

#  Tercero, el instrumento de política monetaria es un anclaje poco transparente del tipo de cambio nominal en un marco de muy alta inflación.

#  Cuarto, la regla de política monetaria es la discrecionalidad, ya que hay cambios permanentes de reglas, y dichas reglas tienen como horizonte sólo el corto plazo.

Quinto, el accionar del BCRA no irrevocable, en cualquier momento se da marcha atrás o se cambian las reglas. De hecho, nadie sabe que hará el BCRA después de las elecciones, marcando un escenario de incertidumbre para el futuro.

** En este marco, la política del BCRA apuesta a apreciar el tipo de cambio, abaratando el dólar en términos reales. La apuesta de máxima es lograr que el tipo de cambio nominal permanezca estable hasta el ballotage, y el dólar continúe abaratándose sostenidamente mes tras mes hasta noviembre 2019. 

** La teoría, la realidad y los datos explican y muestran que en 2020/2021, Argentina inexorablemente tiene que viajar hacia un equilibrio de tipo de cambio real más elevado que el actual. 

** hay un repudio generalizado por el Peso y un nivel de bimonetarismo, que asegura una trayectoria ascendente al tipo de cambio real. Los agentes económicos no quieren pesos. Los
agentes económicos ahorran en dólares. El ahorro en dólares genera desequilibrio cambiario y desequilibrio monetario. En el mercado de divisas aparece un exceso de demanda de dólares. En el mercado de dinero surge un exceso de oferta monetaria por caída de la demanda de dinero. 

**  Un país emergente que no crece es un país condenado a no recibir inversiones y a tener una moneda cada vez más débil en el largo plazo. En este contexto, un país emergente que no crece es un país que está condenado a un tipo de cambio real alto. Es más, si la imposibilidad de crecer se sostiene prolongadamente en el tiempo, la trayectoria del tipo de cambio real es decididamente alcista, y lo normal, dejando “artilugios” (Cepo, deuda, FMI, etc) de lado, es que el tipo de cambio real de equilibrio se encarezca cada vez más. Dado que Argentina no crece hace 10 años, el tipo de cambio real tiene tendencia creciente hace ya varios años 

** En este escenario, hay que descontar un dólar más caro en términos reales. Las empresas exportadoras se verían favorecidas, siempre y cuando no les aumentaran la presión fiscal mediante más retenciones. Las empresas mercado internistas tendrían un escenario más complicado. El tipo de cambio real más elevado implica una economía más empobrecida, con menor capacidad para hacer negocios y ganar dinero, ergo; menos inversión y producción. Del otro lado y como consecuencia, menos empleo y peores salarios. 

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