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Estalló el conflicto AFA-Agremiados: acusan a Marchi de promover la “industria del juicio” y vencerían 2000 contratos

La AFA dio por terminada la temporada y la suspensión de los descensos por dos años a raíz de la pandemia por el coronavirus. Tras esta resolución, el secretario ejecutivo de la casa madre del fútbol argentino, Pablo Toviggino, expresó este miércoles (29/04) su preocupación por la postura planteada por Sergio Marchi, titular de Agremiados, ante las últimas decisiones de la dirigencia y lo acusó de promover la “industria del juicio”. Además, los capitanes de los diferentes clubes del fútbol local acusaron Marchi de negociar el pago de sus salarios a espaldas de ellos. En medio de esta situación, se calcula que alrededor de 2.000 futbolistas a los que se les termina el contrato el 30 de junio o, en su defecto, cuando termine la temporada, que justamente se acaba de dar por finalizada. Son 212 en Primera División (un 22%), pero la cifra se duplica en las otras categorías (se calculan en promedio 15 convenios por equipo, muchos a préstamo). Por lo tanto, hubo un intento de no llegar a esta situación de acorralar a los jugadores: desde AFA se le planteó a Agremiados sólo realizar una quita del 30% de los sueldos desde 500.000 pesos para arriba (en la A, esa cifra se da en 200 contratos). La medida iba a regir desde el 1° de abril hasta que los planteles volvieran a entrenarse. Si el gremio aceptaba, lo “ahorrado” iba a ayudar a saldar el resto de los salarios y a la posibilidad de extender los contratos que se vencían.

Argentina ya transita los 40 días de cuarentena a causa de la pandemia del coronavirus que mantiene paralizada a toda la población para evitar la propagación del virus Covid-19. Mientras siguen transcurriendo los días de aislamiento social decretados por el gobierno nacional, la AFA ratificó este último martes 28/04 a través de la reunión de Comité Ejecutivo, de manera virtual, la finalización de la temporada y la suspensión por dos años de los descensos.

Tras esta resolución, ahora estalló el conflicto entre la casa madre del fútbol argentino y el titular de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), Sergio Marchi, quien fue acusado por los capitanes de los diferentes clubes del fútbol local de negociar el pago de sus salarios a espaldas de ellos. De ahí, el secretario ejecutivo del máximo organismo rector del fútbol argentino, Pablo Toviggino, expresó este miércoles (29/04) su preocupación por la postura planteada por Marchi ante las últimas resoluciones de la dirigencia y lo acusó de promover la “industria del juicio”.

“Marchi se equivocó, no evaluó que dos mil jugadores podrían perder su fuente laboral. Me deja preocupado que promueva la industria del juicio”, apuntó Tovigginio, dirigente de máxima confianza del presidente de AFA, Claudio “Chiqui” Tapia.

Toviggino aseguró que la propuesta que AFA le acercó a Agremiados era “superadora” y una “solución global” a la crisis económica generada por la pandemia de coronavirus pero Marchi “nunca respondió”.

La idea de AFA era que los futbolistas acepten una quita “insignificativa”, según Toviggino, de una parte de los salarios a partir de abril a cambio de una extensión voluntaria de los contratos que vencen el 30 de junio.

“Bajo la amenaza de no jugar fomenta la industria del juicio con cartas documento a los clubes que fueron los empleadores de los jugadores. Nadie habló de no cumplir sino de tener un gesto”, explicó el dirigente santiagueño.

Toviggino también replicó a Marchi en la denuncia que hizo sobre los clubes que deben salarios de diciembre y enero cuando todavía no se había declarado la pandemia.

“Si hay clubes que debían diciembre debió pedir la inhibición, no lo hizo y permitió que siga pasando. No hay que reclamar cosas que debió haber observado. El esfuerzo colectivo tiene que ser de todos”, subrayó.

El ex presidente del Consejo Federal también defendió la decisión de anular los descensos y señaló que al mantenerse los promedios los clubes seguirán buscando ser competitivos.

En medio de esta situación, se calcula que son alrededor de 2.000 futbolistas a los que se les termina el contrato el 30 de junio o, en su defecto, cuando termine la temporada, que justamente se acaba de dar por finalizada. Son 212 en Primera División (un 22%), pero la cifra se duplica en las otras categorías (se calculan en promedio 15 convenios por equipo, muchos a préstamo).

Hay que mencionar que hubo un intento de no llegar a la situación de acorralar a los jugadores: desde AFA se le planteó a Agremiados sólo realizar una quita del 30% de los sueldos desde 500.000 pesos para arriba (en la A, esa cifra se da en 200 contratos). La medida iba a regir desde el 1° de abril hasta que los planteles volvieran a entrenarse. Si el gremio aceptaba, lo “ahorrado” iba a ayudar a saldar el resto de los salarios y a la posibilidad de extender los contratos que se vencían, según una nota publicada por el diario deportivo Olé.

“No era un tope, sino un porcentaje de quita en ese tiempo de inactividad. A cambio, les renovábamos seis meses más el contrato a todos, en todas las categorías. Nosotros entendemos la posición de (Sergio) Marchi y su defensa a los jugadores, pero hay situaciones que no podemos aceptar. Es una situación grave, y todos tenemos que ceder algo”, señaló Nicolás Russo, presidente de Lanús y voz de negociación en Viamonte, en charla con TNT Sports. 

Incluso, la alerta llegó a los futbolistas: el último lunes 27/04, en otra reunión, los capitanes le plantearon a Sergio Marchi que no estaban enterados de su negativa al planteo dirigencial y temen una ola de desempleados, según reveló el diario Olé. 

Por un lado, es cierto que los equipos no pueden desarmarse al 100%: en Primera, seguirán los promedios y los clubes comprometidos no podrán relajarse. Sin embargo, en el Ascenso, los promedios fueron suprimidos y es muy fácil hacer la plancha: si en 2021 una institución juega con juveniles y saca 0 (¡CERO!) puntos, igual mantiene la categoría y no contrae deudas. Ayuda a que los clubes no quiebren pero atenta contra el futbolista, según planteó el diario Olé. 

Y lo que sigue ahora es un aprovechamiento del sistema: un club puede atrasarse dos meses en pagar el sueldo antes de que el jugador pueda intimar el pago, que es la recomendación que el gremio les va a hacer. Pasa que para activar una carta documento es necesario contar con la anuencia del jugador. Y hay que ver cuántos deciden ir por la doble indemnización y quedar libres con un mercado de pases cerrado y en un contexto de crisis mundial, o bien mantenerse en el molde y cobrar a los premios. Por consiguiente, los dirigentes saben que les pueden judicializar el reclamo e inhibirlos, pero que esa plata, cuando el futbolista la cobre, le va a llegar licuada por la inflación. A su vez, tampoco es lo misma una medida corporativa como la que tomó todo el plantel de Huracán, a que los clubes decidan con quiénes quedarse y a quiénes descartar, según ese medio. 

Los jugadores le reclamaron a Marchi el hecho de que FAA se opuso de inmediato a la reducción de sueldos, pero además no le consultó a los capitanes, por lo que los dirigentes determinaron la finalización de la temporada sin que el tema de los contratos figure en la agenda. 

Ante la reacción de los futbolistas y el descontento por la manera de manejarse de Agremiados, el gremio le dijo a los jugadores que intimen de manera masiva a los clubes que tienen deudas, para así provocar alguna decisión hacia futuro, como la anulación de los descensos en el 2021.

Como los dirigentes anularon los descensos, lo que estiman los jugadores es que los clubes utilizarán futbolistas de la cantera para afrontar la próxima temporada, por lo que muchos profesionales se quedarán sin trabajo.

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