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Riesgo de estaflación para la economía mundial

Si la economía mundial se estancara y el crudo continuara en ascenso, las empresas perderían la posibilidad de absorber sus mayores costos a través de un contexto de productividad creciente, y se verían obligadas a trasladar su incidencia a los precios. Tal situación probable, implicaría un escenario de retracción económica con inflación; es decir, estaflación. Uno de los escenarios más complejos por los que se pudiera atravesarse.

# Precio del crudo, ganancias e inflación
 
    El precio de la energía, en mayor o menor medida, impacta sobre el costo de todas las actividades de la economía. Sin embargo, que el precio del petróleo aumente, no implica que en igual proporción hayan aumentado sus costos de extracción.
El aumento del precio del petróleo reconoce sus causas en un desequilibrio entre la demanda y la oferta, la especulación; y factores climáticos y geopolíticos, entre otros.
 
    Concurren a esta circunstancia del petróleo -su alza- profundos desequilibrios macroeconómicos que en su zaga, van adquiriendo paulatinamente mayor relieve. Entre ellos, un cambio vertiginoso y una aceleración también vertiginosa del comercio internacional, a la que coadyuvan altos déficit y superávit con tendencia al desequilibrio; y un estado de conflictividad bélica que viene incrementando sus tensiones desde los atentados a las torres gemelas del 11 de septiembre de 2001.
 
    EL aumento del precio del crudo, por su ingerencia en la economía, importa una transferencia de rentabilidad desde el resto de las actividades económicas, en favor de los países y empresas que producen y comercializan petróleo.
 
    Esa transferencia de rentabilidad afecta de dos maneras gravitantes al mundo. En primer lugar, por los mayores costos que deben afrontar las empresas de producción de bienes, y la incidencia que esos mayores costos tienen sobre el nivel de precios general. En segundo lugar, porque los países beneficiados por su alta rentabilidad, conforman una fracción importante de la controversia geopolítica, sesgada en lo profundo por la lucha antiterrorista de occidente.
 
   Decíamos que esa transferencia de rentabilidad entre sectores de la economía, obliga la necesaria recomposición de márgenes y precios para quienes deben lidiar con sus mayores costos. Su disyuntiva es hacer economías sobre otros componentes de sus costos de producción; o, trasladar esos mayores costos a los precios, en la medida que el mercado y la competencia lo permiten.
 
    La escalada en el precio del petróleo, hasta el momento, pudo ser absorbida mayormente por los márgenes de utilidad de las empresas, debido a que la vorágine del comercio internacional, que se produce en un contexto de bajas tasas de interés desde 2001, dinamizó la demanda aumentándola, de tal modo que la influencia de la energía pudo ser disipada dentro de un marco de productividad creciente.
 
    Ahora bien, diversas razones inducen a creer que el crecimiento de la economía mundial no continuará sostenido; incluso, con la probabilidad de una desaceleración todavía no mensurable.
 
    Si la economía mundial se estancara y el crudo por los diversos factores señalados continuara en ascenso, las empresas perderían la posibilidad de absorber sus mayores costos a través de un contexto de productividad creciente, y se verían obligadas a trasladar su incidencia a los precios. Tal situación probable, implicaría un escenario de retracción económica con inflación; es decir, estaflación. Uno de los escenarios más complejos por los que se pudiera atravesarse.
 
    Algunos analistas especulan con que el precio del crudo detendría su incremento si, ante una retracción de la economía mundial, disminuyera la demanda. Creemos nosotros que otros factores resultan ahora de mayor incidencia en el alza del crudo, todos relacionados con la geopolítica. Si el alza del crudo estuviera sólo influida por la demanda, con el aumento de precio habido, ya debiera haberse logrado un equilibrio oferta-demanda. De igual modo, ante una contracción de la economía mundial y un sostenimiento en los actuales niveles de la cotización del crudo (74 dólares +/-), se vería cierta variación inflacionaria; para que eso no sucediera, el precio del petróleo debería retornar, según nuestros cálculos, al orden de los 56 dólares por barril.
 
    La estaflación no es tema menor en economía; salir de ella, no es cosa fácil; máxime tendiendo en cuenta la variedad de elementos ajenos a la economía propiamente dicha que forman parte de la problemática del mundo hoy.
 
Si este escenario de estaflación se complementara con cierto descrédito de la moneda hegemónica del mundo, pues... las cosas empeorarían tremendamente.
 
# La FED y la tasa de interés
 
    Ayer, Bernanke ofreció su informe semestral. Resultó lógica su ambigüedad. Ser desmesurado ante tanta volatilidad de los mercados sería poco profesional. Sin embargo, somos de la creencia que los operadores extrajeron de su mensaje aquello que están deseando; o, aquello que son más proclives a esperar que suceda; esto es: que la FED detenga su ciclo de alzas de la tasa de interés.
 
    Ahora bien, tasa mediante o no, es preciso que la economía de los Estados Unidos entre en un proceso de relentización puesto que de otro modo, sus altos déficit acumulados, colapsarían. Todo esto en un contexto geopolítico de inestabilidad, justo cuando los bancos centrales del mundo dan indicios de no querer continuar con su subvención adquiriendo divisas y bonos emitidos por su tesoro.
 
    Por ello, aún cuando no podamos precisar -como tampoco lo puede precisar Bernanke- que la tasa de interés se encuentra en su punto óptimo para poner un freno al crecimiento y a los riesgos inflacionarios sin desbandarse hacia una recesión, es inmodificable que la retracción económica a la que va encaminado Estados Unidos, provoque menores utilidades a las empresas a partir del cambio en el comportamiento de los consumidores, más propensos ahora hacia el ahorro. Esto se traduce en menores dividendos y por ende, mercados bursátiles selectivos.
 
    Sin embargo, medidas mediante de la FED y otras que pudiera adoptar la oficina de hacienda de los Estados Unidos, pudiera ocurrir, del igual modo, un escenario inflacionario, principalmente, por la inelasticidad en la rentabilidad de las empresas para absorber mayores costos, ante un panorama creciente del precio del crudo. Esta circunstancia avizora una estrechez de las utilidades, con su consecuente incidencia en las cotizaciones accionarias.
 
# Por qué es previsible un freno de la economía mundial
 
    En primer lugar, la carestía del combustible, aún cuando no ha afectado en gran medida el precio de los bienes de la economía, importa una incertidumbre y un costo extra para las familias; ello afecta su propensión al consumo. Un menor consumo implica una menor producción; menor producción significa disminución de actividad; lo que su vez contrae las ganancias y afecta el empleo; que a su vez reduce más el consumo... y así siguiendo.
 
    A ello debemos sumar el aumento de los tipos de interés que vienen convalidando los Bancos Centrales del mundo con la Reserva Federal de los Estados Unidos a la cabeza. El encarecimiento del crédito resta financiamiento a las empresas y a los particulares quitando impulso a la actividad; los mayores tipos inducen al ahorro.
 
    El aumento de la tasa de interés es un hecho sobre el cual aún no se vislumbra con claridad un punto óptimo. Más allá del discurso de la FED en cuanto a que la seguidilla de incrementos obedece a cuestiones que tienen que ver con la contención de la inflación, Estados Unidos, debido a sus déficit, se encuentra requiriendo importantes volúmenes de financiamiento. Este país se endeuda a un ritmo de dos mil millones de dólares diarios. Esto es posible debido a los altos superávit que registran las economías asiáticas. Esta situación no es sostenible por largo rato, sobre todo ante un panorama incierto de la economía mundial. Debido a ello, se hace indispensable que Estados Unidos racionalice su presupuesto y devalúe paulatinamente su moneda a fin de ir neutralizando sus déficit. Todo ello implicará que los ciudadanos norteamericanos pierdan poder adquisitivo, que por su alta participación en el volumen global de las transacciones, afectará el consumo y el nivel de actividad de la economía mundial.
 
    La incongruencia entre el nivel de la tasa de corto plazo, 5.25; y la de largo en el orden de 5.13 indica la profundidad con que se lleva a cabo la salida de títulos y mercados más riesgosos (emergentes). Cuando este proceso culmine, la tasa a 10 años (largo Plazo) debería rondar el 5.75; un escenario completamente desfavorable para los emergentes.
 
    En otro orden, está lo que se da en denominar "burbuja inmobiliaria". Consiste en un alza especulativa de los valores inmobiliarios por impulso de los créditos hipotecarios a bajo interés. De consolidarse un escenario de estancamiento económico, la pérdida de valor de los bienes inmobiliarios como consecuencia de una retracción en la demanda, provocaría un efecto pobreza que incidiría sobre el nivel de actividad y consumo de los particulares. A su vez, el alza de las tasas de interés, sumaría un ingrediente de incertidumbre sobre la cobrabilidad de los créditos.
 
    La baja en los mercados bursátiles es otro factor de importancia. Han sufrido enormes pérdidas los inversores; esto también afecta el poder adquisitivo de particulares y empresas incidiendo sobre el consumo y el financiamiento de las empresas. La alta volatilidad de estos mercados induce a una retracción de los inversores que disminuye todavía más las cotizaciones.
 
# Los factores geopolíticos
 
    Decíamos más arriba que el alza del crudo implica una transferencia de rentabilidad. Paradójicamente, los países que mayor provecho obtienen de la suba del petróleo, son aquellos que se encuentran enfrentados con más de dos tercios de la economía mundial, esto es: Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania y Japón. De tal modo, estos países, algunos ya inmersos en una guerra (Irak) y con alta probabilidad de iniciar otra/s (Irán), comprometerán todavía más su presupuesto e incrementarán sus necesidades de financiamiento. Tal panorama afecta no sólo la tasa de interés, sino, a la cotización del dólar, en la medida que dicha divisa se emita de manera espuria o sea repudiada como moneda de reserva por parte de los Bancos Centrales del Mundo.
 
    A estas alturas, frente a la desmesurada represalia de Israel ante el secuestro de dos soldados por fuerzas del Hezbollá, se vislumbra la continuidad de las hostilidades más allá de las fronteras de Palestina, con apoyo, inclusive, de fuerzas de occidente.
 
# Conclusión
 
    Existen elementos para creer que el precio del crudo continuará su carrera ascendente dado la alta conflictividad que existe en las zonas de producción (que incluyen Nigeria), y que tal circunstancia -el alza de precio-, debilita la posición económica de la principal potencia en pugna. Por fuerza mayor, especulación o por estrategia, pudiera ocurrir que a drede se paralice  la producción, tornando el escenario en completamente impredecible.
 
    En tal circunstancia, el precio del petróleo pudiera ascender de manera tal que toda la economía se vería distorsionada por aumentos generalizados de costos que serían trasladados a los precios, al tiempo que esa circunstancia produciría un estancamiento de la economía global: estaflación.
 
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(*) Economista. www.marcelodferrer.com.ar

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