OPINIÓN

AVATARES PREELECTORALES

El dilema de Durán Barba y el valor del prejuicio

El autor: "Es interesante ver como parte de la prensa trabaja a favor del “prejuicio”, la difusión, absolutamente ilegal en mi opinión, de escuchas telefónicas y las conjeturas que se alimentan a partir de  ellas apuntan en una sola dirección fortalecer el prejuicio “anti k” y predisponer para que la sociedad  reaccione contra cualquier sentencia que no resulte condenatoria."

Cada tanto me encuentro a tomar un café con un viejo militante peronista, “…de la militancia amateur…”, le gusta decir, “Nosotros íbamos para ver al General o a Evita  a cambio de nada”, y agrega “nadie nos llevaba ni traía, no existía el choripan ni la propina, todo era a pulmón” y concluye “Íbamos porque creíamos y volvíamos felices”.

Nuestro último encuentro fue hace unos pocos días en el Florida Garden, al día siguiente al de la Convención del Frente Renovador de Sergio Massa y mi amigo me preguntaba, ¿vos crees que hay mas “anti-K que anti-Macri?

Cuando militaba, recordaba, Juan Perón ganaba las elecciones, pero siempre tuve  la sensación que los “anti-peronistas” eran más y ahora viendo los resultados de las elecciones que se han venido haciendo, tengo la misma sensación los “K” son menos, sabes, por eso creo que pese a todo Mauricio Macri puede ganar, por poco, pero podría ganar…

No hago ningún descubrimiento si reitero que la próxima elección ya se polarizó totalmente y lo que sería “la tercera posición” quedó otra vez en una mera y fantasiosa abstracción que se diluyó, muy probablemente por la decisión de Juan Schiaretti de borrarse, en términos futboleros, no quiso patear el penal decisivo, sus razones tendrá…

Creo que fue Ignacio Zuleta quien suele decir que hoy los anti peronistas –incluidos los K- son más que ellos y esta mayoría, mínima, pero mayoría al fin, es la que sustenta al partido del balotaje.

Por eso Cristina eligió a Alberto Fernandez, como su mejor arquitecto político, para armar otro partido del balotaje con el peronismo o una fracción mayoritaria  y medir de una buena vez quienes son los más…

Ella en ese sentido fue consciente de sus limitaciones y del dominio absoluto de su núcleo del 25/28% de votos que, le responde de modo unánime, caudal electoral importante mas insuficiente para ganar la presidencia.

En cierto modo es lo que cree Jaime Duran Barba, pero es obvio que su duda, hoy día,  es quienes “son los más”.

Mauricio Macri decepcionó, creo que de eso no hay duda alguna, me cuento entre ellos, pero la diferencia es que muchos de los “decepcionados” tampoco le tememos a Cristina, lo que no quiere decir que la podríamos votar. El núcleo duro de Macri, tampoco alcanza.

Lo que pasa es que los decepcionados estamos condicionados por nuestros propios prejuicios, palabra que en su segunda acepción significa “opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal”.  Por ello  pienso que el “prejuicio” jugará un papel importante al momento de votar y ese “prejuicio” será muy difícil de detectar en las encuestas.

Pienso que el prejuicio también es usado por la coalición “K” y para unos y otros será el eje de la campaña, por eso gane uno u otro, descarto cualquier otra posibilidad, el futuro luce con cierta opacidad, como  las cataratas del ojo, diría que nuestra política está enferma de “cataratas”.

Es interesante ver como parte de la prensa trabaja a favor del “prejuicio”, la difusión, absolutamente ilegal en mi opinión, de escuchas telefónicas y las conjeturas que se alimentan a partir de  ellas apuntan en una sola dirección fortalecer el prejuicio “anti k” y predisponer para que la sociedad  reaccione contra cualquier sentencia que no resulte condenatoria. 

Ya hubo una prueba días pasados cuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación pidió la causa  cuyo juicio se debía iniciar a los pocos días y la devolvió de inmediato al percibir una leve reacción en el propio barrio de Cristina, la Recoleta. 

De todos modos la Corte Suprema en cualquier momento podría resolver y una de las legítimas posibilidades es que acepte las quejas o alguna de ellas o las rechace. 

En “Terapia de Noticias” escuché al Dr. Carlos Beraldi –defensor de Cristina- y la verdad sus argumentos lucen  como sólidos y coherentes, no los puedo ponderar porque no conozco la causa, pero  como ya lo dije en notas anteriores es un juicio en el que la sentencia no está cantada por más que se nos quiera hacer creer lo contrario.

Debemos prestar atención a esta cuestión  del “prejuicio”, que vendría a ser lo que Giovanni Sartori llamó la “cultura del epíteto”.

También el prejuicio lo alimenta el propio Kirchnerismo, cuando  dice que si hubiera sentencias condenatorias las mismas deberían  ser revisadas,  por el poder político ya que serian groseramente  injustas… 

No se lo dice de ese modo, pero es el mensaje que se envía a la sociedad para hacer del prejuicio, verdad, es decir los juicios no son justos.

Hoy la mayoría de los medios jugará un rol importante, hay excepciones,  porque de ambos lados se apuntará a la certeza del “prejuicio”, el periodismo militante no solo está del lado “K”, también esta de este otro lado y hay programas de buen rating que se lucen en la tarea de hacernos creer que las virtudes o la mayoría de ellas están de un solo lado, aunque tengan algunos pocos amigos “K”, como se suele decir para parecer objetivos y castos… 

La cosa es quienes “prejuiciarán” mejor…

Son los que ganarán y resolverán el dilema de Duran Barba, “El temor o la decepción”.

La noche del 11 de agosto será indiciaria, podría ser decisiva sólo para la primera vuelta. El balotaje es otra cosa.

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