En su primer mes de gobierno, Javier Milei y su ministra Patricia Bullrich se manejan desde el poder como si continuaran aún inmersos en la campaña electoral.
¿NO SERÁ MUCHO?
Patricia Bullrich quiere prensa: terrorismo, FFAA, complots
Como ocurriera en la campaña del año pasado, Patricia Bullrich, ahora en el rol de ministra de Seguridad, insiste con pedir asistencia de las Fuerzas Armadas
08 de enero de 2024 - 20:39
Javier Milei y su abrazo con Patricia Bullrich como signo de su pacto.
El presidente acusa (sin ofrecer pruebas) cada semana a los representantes del Congreso Nacional de intentar frenar su Decreto de Necesidad y Urgencia y la llamada “ley ómnibus” porque "pretenden cobrar coimas”
¿No debería denunciar de manera inmediata en la justicia un hecho tan grave?
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Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, denunció públicamente que la llegada a Argentina de tres ciudadanos originarios de Líbano y Siria estaba relacionada con un posible ataque terrorista.
El “falso complot” con el que se buscaba darle aire a la ex candidata presidencial de Juntos por el Cambio terminó logrando un efecto inverso: se deterioró su posicionamiento interno.
En sede judicial se percibió gran malestar por la ausencia de pruebas fidedignas para una especulación tan grave.
La jueza María Servini y el fiscal Franco Piccardi actuaron rápidamente por pedido de Bullrich aunque el denunciante de la supuesta conspiración haya sido un miembro de la Gendarmería que no pudo reunir ninguna evidencia empírica.
Simplemente, informó que un policía colombiano amigo, al que había conocido durante una capacitación en el país cafetero, le advirtió que venían tres sirio-libaneses a perpetrar un posible ataque en Argentina.
Cuando se le pidió al uniformado que identifique a su par caribeño, este se negó a pesar de ser un funcionario público
Todo ocurrió en momentos en los cuales visitaban Buenos Aires unos 4.000 atletas judíos que participaban de los Juegos Panamericanos Macabeos.
El altísimo perfil de Patricia acapara buena parte de las noticias de un gobierno que tiene a la Seguridad como eje central de su agenda.
En la principal entrevista que otorgó Javier Milei como presidente (visitó el programa de Mirta Legrand en Canal 13) su única partenaire fue la propia Bullrich.
En momentos en que el ala económica está siendo vapuleada por una inflación descontrolada, la titular de la cartera de seguridad quiere mostrarse como la garante de la paz social.
Se sabe que si la economía no arranca en marzo, un mes con elevada inflación estacional por el cambio de temporada y el inicio de las clases, los ojos se van a posar en la responsable de contener el malestar.
Más pirotecnia y humo
¿Es tan relevante el aporte que podrían hacer hoy las Fuerzas Armadas para la seguridad interna?
En marzo del año pasado, el ex Jefe de Estado Mayor de las mismas, general Juan Martín Paleo, fue contundente: “Los militares no estamos preparados para cumplir tareas de seguridad en las calles”.
Ese temperamento se mantiene en la actualidad, a pesar de los intentos de “complementariedad” entre los ministros de Defensa Luis Petri y de Seguridad, Patricia Bullrich.
Paleo habló sin medias tintas: “El empleo de la violencia que usamos los militares es de altísimo impacto y procedimientos que no se pueden aplicar en las calles”.
En el actual marco jurídico, a las FF.AA. solamente se les permite realizar tareas de apoyo, logística, transporte, alojamiento y racionamiento, pero sin tener una intervención directa ni participar en labores de inteligencia.
Por ello, las contribuciones del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea tienen severas restricciones desde el punto de vista práctico.
Además, los uniformados se han encargado de difundir por múltiples canales que no tienen la más mínima intención de participar de cuestiones de violencia doméstica.
Ahora, Bullrich prepara una pronta visita a la Triple Frontera donde recorrerá el estratégico sitio y supervisará la situación de las fuerzas de seguridad federales que actúan en la zona
¿Lloverán nuevas denuncias sobre las actividades de la numerosa comunidad islámica de Foz Do Iguaçú donde se levanta una de las mayores mezquitas de América del Sur?
¿Se viene otra ola de denuncias sobre “complots” internacionales en uno de los enclaves de comercio más importantes del mundo?
No es verdad que “el show siempre debe seguir”.
Hasta las luchas políticas internas deben registrar algún tipo de límites.
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