Juicio a los rugbiers: Los estremecedores chats que los comprometen

Cada día, se agrava la situación en la que se encuentran los acusados. Tras conocerse la autopsia del joven, la exposición de testimonios entre médicos, forenses, testigos y familiares, ahora se dieron a conocer los chats previos y posteriores del ataque fatal que complican aún más a los acusados y demuestran la indiferencia total que mantuvieron después de asesinarlo.

Durante la audiencia se expusieron aquellos mensajes, también se presentaron las pericias realizadas a la zapatilla de Máximo Thomsen, y la huella en el rostro que presentaba la víctima.

Los peritos informáticos abrieron los celulares de los incriminados. En la audiencia pasaron primero el audio de Lucas Pertossi, quien avisó al resto del grupo de WhatsApp sobre la muerte de Fernando. "Amigo, estoy acá donde está el pibe. Están todos a los gritos. Llaman a la ambulancia. Caducó", escribió a las 4:55.

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Se dieron a conocer los chats previos y posteriores del ataque fatal que complican aún más a los rugbiers.

En la investigación se descubrió que aquel ingresó a Google desesperado siete veces, entre las 6.21 y las 6.22 del 18 de enero de 2020. Las palabras clave que utilizó fueron “pelea Villa Gesell” o “Villa Gesell pelea”, para encontrar en las noticias información sobre el trágico evento

De inmediato, uno de los rugbiers desvinculado del caso que declarará como testigo sobre el final del juicio, Alejo Milanesi exigió al resto: "Repórtense".

A medida que se revelaban los chats, se tornaban más escalofriantes y la bronca invadía la sala.

En el celular de Blas Cinalli, por su parte, se encontró una charla con un amigo identificado como "Santi M.", a quien le confirmaba que habían matado a Fernando. "Amigo, flasheamos, creo que matamos a uno", le dijo en un chat y también hizo mención a que "todo Villa Gesell" estaba hablando de eso. Previamente al mismo compañero le había confesado: “Nos peleamos, ganamos contra unos chetos, los rompimos".

Continuó: "Había dos que convulsionaban. Les dimos murra. A uno con Perto (por uno de los Pertossi) lo re cagamos a palos, pero mal".

Pero hubo otro chat revelador que anuncia el pacto de silencio que desde entonces mantienen los acusados. En el mismo grupo de Wpp, Ciro Pertossi advirtió después del asesinato: "Chicos, no se cuenta nada de esto a nadie". Y le contó con despreciable aire de orgullo a otro amigo: “Peleamos contra unos chetos. Les ganamos. Alta noche. Nos vamos al centro a premiar”.

Minutos después, Matías Benicelli escribió: “Ya contaron”. Sin darse cuentas los rugbiers se auto incriminaron por los otorgándole en bandeja las pruebas a la fiscalía.

Según trascendió, los rugbiers no perdieron detalle y pusieron mucha atención a la presentación de los chats que leían la pantalla: los videos que ellos enviaron y las charlas que mantuvieron con otros grupos.

Según el especialista en informática Julio López en diálogo con LN + aseguró que los chats son agravantes porque demuestran un motivo: “El motivo no era solo este chico que se le cruzó y su condición social, sino también hacer ese show, es como que a vos te pagaran o te gratificaran por hacer eso que acabas de hacer".

El detalle de la zapatilla en la cara de Fernando

Ayer, el perito forense de la policía científica, Diego Duarte, que examinó el cuerpo del joven aseguró que se sorprendió por la impronta marca del calzado en la cara del cuerpo de Fernando Báez Sosa. “Todos los médicos nos sorprendimos. Todos nos dimos cuenta que era la marca de calzado; después los peritos correspondientes lo certificaron. Son cosas que no se suelen ver frecuentemente”. La marca de la zapatilla en la cara de la víctima es de Máximo Thomsen, el acusado más comprometido.

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La huella en el rostro que presentaba la víctima.

Hoy se presentaron los detalles de la huella en el rostro de la víctima. El miembro de la Policía Federal Argentina Haydeé Almirón, que participó del peritaje scopométrico, contó que se detectó un rastro en el maxilar apto para realizar el cotejo".

En ese sentido, se detectaron "12 lineas en zig zag junto a una línea curvada por debajo, de 6 centímetros de largo por 2 de alto". "Se busco zig zag en la misma frecuencia de longitud y se obtuvo un solo candidato. Fue la zapatilla marca Cyclone (de Thomsen) en su puntera y en talón". Especificó, que la herida "hace encastre perfecto con las líneas de la suela del calzado, en la parte interna del talón derecho de la zapatilla derecha".

Los rugbiers incriminados son Máximo Thomsen, de 23; Luciano Pertossi, de 21; Ciro Pertossi, de 22; Lucas Pertossi, de 23; Ayrton Viollaz, de 23; Enzo Comelli, de 22; Matías Benicelli, de 23, y Blas Cinalli, de 21.

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