CÓRDOBA. Los bomberos que combaten los incendios activos en Córdoba tuvieron que sufrir una madrugada cuerpo a cuerpo contra el fuego y el viento en al menos cuatro puntos de la provincia. Al menos 700 efectivos desplegados, a los que se sumaron aviones hidrantes y todo tipo de vehículos, no tuvieron una noche tranquila en el inicio del martes, que se perfila como otra jornada de combate.
INCENDIOS
Arde Córdoba: El viento ayuda al fuego y sin lluvias a la vista
Al menos cuatro focos siguen activos en la provincia mediterránea. El peor es el de Yacanto, en el valle de Calamuchita.
Precisamente, las fuertes ráfagas y la lejanía de cualquier posibilidad de precipitaciones provocó un mal pronóstico para el día de hoy (3/8), en lo que parece una inauguración de una temporada que será muy complicada. Factores como la falta de agua y altas temperaturas para la media primaveral lo anticipan.
Entre los peores focos se destacó el de Yacanto, en el Valle de Calamuchita. Ese frente de incendió consumió más de 5000 hectáreas al sur de la cadena serrana cordobesa, atacando bosque nativo y diversos pinares en uno de los parajes más famosos a nivel turístico por su naturaleza y paisajes.
En esa área, la madrugada trajo ráfagas de viento de hasta 60 kilómetros por hora, lo que colaboró con la expansión del incendio que los bomberos intentan controlar hace largas horas.
Cosquín y Yocsina
Tanto en Yacanto como en la zona del paraje El Durazno, los agentes tuvieron que evacuar numerosas propiedades, entre las que había viviendas y complejos turísticos con cabañas de madera y piedra. En cinco casos el fuego alcanzó estructuras quemándolas por completo.
Además, Córdoba cerró el lunes con al menos dos focos activos más de diversa intensidad. Uno en Cosquín, al norte de las sierras cordobesas, y otro en Yocsina y La Calera, camino a Carlos Paz, y en ambos casos los bomberos lograron contener los frentes sin necesidad de evacuaciones permanentes.
El pronóstico inmediato indica algunas condiciones favorables para el combate de los incendios. Se espera un marcado descenso de la temperatura respecto al lunes (34° a 21°) y una disminución de la intensidad del viento, lo que colaboraría con el trabajo de los bomberos.
No obstante, las lluvias no llegarían esta semana, y hacia el final de la misma se espera un incremento progresivo del calor llegando hasta los 30°.