Poch, acusado de ser piloto de los 'vuelos de la muerte', acepta ser extraditado a la Argentina

El ex militar argentino Julio Alberto Poch, detenido el pasado 22/09/2009 en Manises (Valencia, España) por su presunta participación en los "vuelos de la muerte", ha aceptado su extradición a Argentina, donde ha pedido tener un "juicio justo" porque se considera víctima de una "jugada política" en Holanda.

Durante la vista de extradición, que ha apoyado el fiscal de la Audiencia Nacional española, Miguel Ángel Carballo, el argentino Julio Alberto Poch ha insistido en que lleva "4 meses detenido injustamente", y se ha "arruinado" su carrera por unos hechos que se le imputan de los que "no existen pruebas".
Sin embargo, aunque el piloto, de origen argentino pero con nacionalidad holandesa, ha subrayado que este país se "deshizo" de él sin darle la oportunidad de defenderse, ha insistido que lo "más vergonzoso" fue la actuación del fiscal argentino, que le acusó "sin investigar los hechos", que se remontan a los años 1976 a 1983, en los que hubo más de mil víctimas en los denominados "vuelos de la muerte".
Poch está acusado de ser uno de sus responsables, con los que pilotos navales arrojaron al mar a detenidos en la antigua Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) de Buenos Aires, la mayor cárcel clandestina instalada durante la dictadura de la Junta Militar.
Las autoridades argentinas ya habían solicitado a Holanda, a finales de 2008, la extradición de Poch, tras recoger en ese país testimonios que involucraban al ex militar en los vuelos de la muerte y en las operaciones de la ESMA.
"Me considero un detenido político. Holanda quiso deshacerse de un ciudadano sin darse la oportunidad a defenderse por razones políticas", ha reiterado.
Prisión incondicional
Poch ha reclamado que se "agilice" su extradición, en contra de lo que hizo durante su comparecencia ante el magistrado de la Audiencia Nacional Eloy Velasco el 06/10/2009, en la que la rechazó, porque desea un "juicio justo" en el que pueda defenderse de unos hechos de los que se le acusa "injustamente".
Velasco le envió entonces a prisión incondicional a la espera de que Argentina remitiera la documentación necesaria y, un día después, se recibió por vía diplomática la solicitud de extradición cursada por la embajada del país andino.
No obstante, el defensor de Poch, Ignacio Peláez, ha asegurado que el del piloto es un "claro fraude de ley" porque Holanda no tramitó ninguna orden de detención ni de extradición contra el ex militar porque, ha proseguido, la legislación de este país no permite la entrega de sus ciudadanos a la Argentina.
A su juicio, se trata de un asunto de "connivencia" entre las autoridades de Holanda y Argentina que aprovecharon los múltiples viajes de Poch -piloto comercial de la compañía del país bajo Transavia-, para que España llevara a cabo su detención.
La Audiencia se pronunciará en breve
Para el letrado, el "fondo" del caso es que Poch "está pagando un problema político de Holanda", ya que el padre de la esposa del heredero de la Corona de este país, Maxima Zorreguieta, ocupó un cargo importante durante la dictadura argentina, por lo que el país sudamericano le tiene prohibida la entrada.
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional se pronunciará sobre la extradición de Poch en los próximos días y, en caso de que apoye la entrega, Peláez ha pedido que Argentina establezca unas "garantías mínimas" para el acusado.
De esta forma, ha reclamado que la Argentina informe sobre las penas que puede pedir por los delitos que imputa a Poch, ya que España no contempla la cadena perpetua, y que garantice el cumplimiento de los límites máximos de prisión provisional.
Al término de la vista, la esposa de Poch, Elisa Margarita Nyborg, ha declarado a los periodistas que el caso de su marido no es más que una maniobra de "distracción" por parte de la Argentina para confundir a su población con respecto a los problemas económicos que vive el país.