CUENTA REGRESIVA AL 2D

Que la Corte Suprema de USA aleje los "caranchos"

Restan sólo 6 jornadas hábiles, en USA, hasta el 2 de diciembre, fecha que se impuso el juez Thomas Griesa para expedirse sobre la causa que puede afectar el pago de los bonos surgidos por los canjes que hizo la Argentina. Ante lo que viene, el Gobierno de Cristina Fernández, giro comunicacional de por medio, anunció que irían hasta la Corte Suprema si Griesa falla en contra.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Los holdouts hicieron el lunes su descargo ante el juez de Nueva York, Thomas Griesa, y el reloj empezó a correr para la Argentina, que, no obstante, ya anticipó que podría apelar a la Corte Suprema de USA en la causa iniciada por los fondos de inversión que no entraron a los canjes de deuda.

"Vamos a seguir defendiendo los intereses de la Argentina en todas las instancias que sea necesario y eso incluye presentarnos ante la Corte Suprema de USA si es necesario", dijo ayer el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, en declaraciones a la prensa.
 
El juez Thomas Griesa podría pronunciarse hoy (antes del feriado por el Día de Acción de Gracias en USA). Sin embargo, le restan aún 6 días hábiles antes del 2 de diciembre, fecha que se impuso para expedirse sobre la causa.
 
Ayer, se conoció el descargo que a última hora del lunes hicieron los "fondos buitre", que volvieron a insistir en que el país debe honrar 100% de los bonos en default, más los intereses y las penalidades. 
 
Los fondos rechazaron también las presentaciones del Bank of New York (BoNY), la Reserva Federal y la Asociación Nacional de Agencias de Clearing de Nuevas York, que alineados con el gobierno argentino, habían solicitado a Griesa que con su fallo no afectara a terceros, tanto a los bonistas que tienen en su poder títulos que surgieron tras el canje como a las entidades responsables de canalizar los pagos.
 
Al respecto, los holdouts aseguraron que no hay riesgo de distorsión del mercado de Nueva York, ya que sólo se embargarían las cuentas del BoNY, y que además el procedimiento de pago permite aplicar los embargos de manera ordenada, sin afectar a las entidades participantes en éstos.
 
La Argentina debe pagar el 2 de diciembre el cupón de sus bonos Global 2017 y luego el 15 el Cupón atado el PBI. La decisión de Griesa podría o no llegar a habilitar el embargo por parte de los holdouts de estos desembolsos, que sumarían más de US$ 3000 millones.
 
En rigor, la Cámara de Apelaciones ratificó en octubre un fallo del juez Griesa en el que se afirmó que la Argentina había violado la cláusula de pari passu incluida en los bonos, y dijo que debía darles un tratamiento igualitario a los holdouts y a quienes entraron al canje. Luego instruyó a Griesa para que definiera la fórmula para que la Argentina pague a los "fondos buitre".
 
Así las cosas, explica Rodrigo Olivares-Caminal, profesor de la Universidad de Londres, al diario 'La Nación', el fallo abriría 2 posibles escenarios para el gobierno local:
 
El primero, que Griesa le devuelva a la Cámara de Apelaciones el tema, la Cámara falle y luego la Argentina apele ante la Corte Suprema. "Pero -aclara el académico- la Argentina sólo puede apelar cómo implementar el pago prorrata, pero no el alcance o la interpretación de la cláusula pari passu, porque la Corte Suprema entiende cuestiones federales, y la interpretación de la cláusula es una cuestión sujeta a la ley del estado de Nueva York." 
 
El segundo escenario sería que la Argentina lograra que la Cámara de Apelaciones de Nueva York tomara el pedido realizado por el país para que resolviera en pleno (esto es en mayoría, y no sólo con el voto de tres miembros como sucedió la última vez) sobre la cuestión de fondo de la cláusula pari passu. Pero, advierte Olivares-Caminal, "que eso prospere es muy remoto".
 
"Con lo cual la Argentina va a tratar de apelar y dilatar todo lo posible para ganar tiempo", opina Olivares-Caminal. Y es que otro detalle no menor es que los bonos que surgieron del canje tienen una cláusula "del acreedor más favorecido", que rige hasta el 31 de diciembre de 2014. Según la cláusula, si la Argentina llegara a un acuerdo con un acreedor que no entró al canje, y ese acuerdo es más favorable que el que se le dio al que entró, tienen derecho a exigir los mismos términos.
 
Lorenzino sostuvo ayer que a los fondos buitre no les interesa un fallo favorable en el litigio judicial que los enfrenta con la Argentina, sino beneficiarse de un default técnico, producto de las trabas judiciales que estos mismos imponen. 
 
"Son caranchos que buscan un default técnico para cobrar los seguros que contrataron para favorecerse ante esa eventualidad. Ellos quieren cobrar todo, y ya, frente a acreedores que tienen pagos comprometidos hasta 2033", sostuvo el titular del Palacio de Hacienda, según 'Página/12'. 
 
Los dichos del funcionario acompañan la denuncia de la presidente Cristina Fernández, quien denunció maniobras orientadas a que el país no pueda pagarles a los tenedores que ingresaron en alguna de las dos reestructuraciones de deuda. 
 
"En realidad los holdouts, más que cobrar ellos, han contratado derivados financieros, que son una suerte de timba financiera internacional, donde los bancos apuestan a qué país va a pagar y qué país no va a pagar. Si se produce ese default, aunque sea técnico, cobran ingentes fondos”, señaló anteayer la jefa de Estado.
 
"Ahora se empieza a develar que ya no están tan interesados en el fallo", afirmó por su parte el ministro, quien definió a los fondos buitre como "caranchos", en referencia al mote con que se designa a los abogados que lucran con personas que fingen accidentes de tránsito para cobrarles a las aseguradoras. 
 
"Cuando se quiere pagar y está la plata, está la voluntad del que tiene que pagar y del que quiere recibir el dinero. Pero si algo sucede y ese algo impide que el deudor le pague al acreedor, se estaría ante un default técnico", explicó el funcionario. En estos casos, los fondos que litigan se verían beneficiados por el cobro de un seguro contra la cesación de pago. "No hay nada de azar", dijo. Los comités que deciden la eventual calificación de default técnico están integrados por calificadoras de riesgo, bancos involucrados en el negocio de esos seguros e incluso algunos de los buitres.
 
Lo de Cristina y Lorenzino se trata, según 'El Cronista', de un giro en la estrategia comunicacional: agitar el fantasma del negocio detrás de los Credit Default Swaps (CDS).
 
Esto es, si algo saliera mal en medio de la disputa legal con los buitres y hubiera algún tipo de incumplimiento, el default técnico de la Argentina alcanzaría casi los US$2.000 millones. Ese es el monto neto en circulación de los CDS de la Argentina, según la International Swaps and Derivatives Association (ISDA), la organización que agrupa a los participantes de este mercado.
 
De la última información disponible en ISDA se desprende que el stock de contratos alcanza los 3.840. El monto de seguros en circulación de la Argentina se ubica en el puesto 27 entre los 56 CDS soberanos. Opera prácticamente igual que Venezuela pero más que Perú, Colombia o Chile por ejemplo. Sin embargo, se negocian US$17.000 millones en CDS de Brasil a través de 10.089 contratos. El monto total en manos de inversores en CDS supera los US$2 billones.
 
Otra vez en el caso argentino, el monto en circulación y la cantidad de contratos viene en realidad en pleno descenso. Hace un año atrás, el stock de estos seguros llegaba a más de
US$22.000 millones con 5.521 contratos vigentes a ese momento. Incluso viendo la película no hace tanto tiempo atrás, a principios de mes, el monto dando vueltas en el mercado era el mismo que ahora y caen en US$300 millones tomando cuatro semanas hacia atrás.
 
“"No es una apuesta especulativa de Wall Street contra el Gobierno. Cuando dicen eso no entienden cómo funciona este mercado”", dicen desde la mesa de dinero de uno los mayores bancos que comercializa CDS en Nueva York. La explicación del ejecutivo al mencionado matutino viene a cuento de que en realidad, “un banco gana mientras que el otro pierde, la suma es cero para el sistema financiero”. Sucede que las operaciones –sea de compra del seguro o de venta– es entre bancos, con lo cual en términos de sistema el resultado es siempre cero.
 
¿Habrá default técnico de la Argentina? Pareciera, según los especialistas, que es difícil de que suceda. Según un informe del estudio de abogados Shearman & Sterling de Nueva York, se barajan varios escenarios, y en ninguno de ellos es claro que el país quede a merced de incumplir alguna cláusula de los bonos. Por ejemplo, si la Argentina no logra pagar la totalidad de la deuda performing y pero sí el 100% de lo que se decida a los buitres en cumplimiento de la orden judicial (si esto sucediera), no sería un evento de crédito que dispara el default (después un período de gracia) sólo si la falta de pago de la deuda es muy pequeña. 
 
Lorenzino puntualizó que “si alguien logra calificar la situación como default técnico, se gatillan, es decir se activan, los seguros que le garantizan a los buitres cobrar más que el 93% de los tenedores que entraron en las dos etapas del canje”.
 
“La determinación de un evento de crédito no depende de (i) la existencia de la orden judicial o (ii) si Argentina cumple con ella. Pero la existencia de la medida cautelar puede cambiar el comportamiento de la Argentina en relación con los bonos performing y así cambiar la probabilidad de la ocurrencia de un evento de crédito”, explica Shearman & Sterling.
 
En este marco, quienes también hablaron fueron los bonistas que entraron al canje, quienes hoy defienden una postura común con la Argentina en la batalla con los fondos buitres, pero trazan una línea. "Es una pena que la Argentina no quiera pagar a los demandantes pero no es nuestra culpa", insistieron el viernes en su última presentación ante el juez. No convalidan la decisión y aclaran que, si quisiera, la Argentina podría hacerlo.
 
“"El reclamo de los demandantes no es justo porque ignora por completo que los bonistas tienen títulos que ya sufrieron quitas de más de 70 centavos por dólar. Estos descuentos, que fueron aceptados por el 92% de los bonistas y dieron a la República un alivio en términos de deuda de decenas de miles de millones, son una de las principales razones por las que hoy tiene suficientes reservas internacionales para honrar sus obligaciones con cualquiera, incluyendo los demandantes"”, detallan en el documento que presentaron el viernes ante el juez Thomas Griesa.
 
Pero su argumento central es otro: “Una trampa judicial diseñada para asegurar un remedio a los demandantes es enteramente apropiada. Pero lo que es propiedad legítima y exclusiva de los bonistas del canje no puede y no debe ser utilizada como el queso”. Intereses alienados, queda claro, no suponen afinidad. Ni mucho menos ausencia de tensiones.
 
“La Corte debería hacer todo lo posible para evitar una situación en la que el no pago a los demandantes se convierta en una bola de nieve y derive en una crisis de US$20.000 millones para terceros inocentes”, señalan los abogados de los bonistas, encabezados por Gramercy. 
 
Gramercy organizó la restructuración de 2010 y canjeó deuda por un valor nominal aproximado de US$2.700 millones. Actualmente, posee títulos del canje por un valor nominal que supera los US$400 millones. El grupo de bonistas que encabeza concentra unos US$1.000 millones en deuda reestructurada de la Argentina, según consta en la presentación legal. Otros ocho fondos estuvieron interesados en sumarse pero no tuvieron el tiempo suficiente.
 
“"No hay duda de que los bonistas del canje están en su derecho de cobrar en tiempo y forma o que esos pagos, una vez transferidos por la República al Bank of New York en la Argentina son la propiedad legal y exclusiva de los bonistas. También está fuera de toda discusión seria que la República no va a pagarles a los demandantes. La Corte (y el Segundo Circuito) repetida y enfáticamente ya se ha encargado de señalarlo, y la última presentación de los demandantes demuestra que la República nunca les va a pagar. Esto es desafortunado pero nada tiene que ver con las acciones de los inocentes bonistas del canje”", lanzan en caso de que la estrategia de “defender lo propio” pueda confundirse con un aval a la postura argentina.
 
Según el diario 'El Cronista', los bonistas especulan en su presentación con 2 “respuestas realistas” por parte de la Argentina en esta situación.
 
“El primer escenario es que la República pague lo que le debe a los bonistas del canje al Bank of New York pero se niegue a pagarles a los demandantes. Según el reclamo de estos últimos, los fondos de los bonistas, que son su propiedad indiscutible, serían congelados en forma indefinida. 
 
La única alternativa plausible sería que la República se niegue a pagar al Bank of New York el monto que adeuda a los bonistas. Si esto ocurriera, el fallo habrá convertido un default relativamente menor en uno tipo cataclismo que sólo desestabilizará aún más una economía global ya frágil y sin duda disparará una avalancha de nuevos juicios que involucren a los bonistas, múltiples bancos y la República, lo que puede ser la consecuencia pretendida por la moción de los demandantes”, arriesgan. 
 
En diálogo con el mencionado matutino, uno de sus representantes, involucrado en la presentación del viernes, explicó: "“Estamos argumentando que las terceras partes no debieran verse afectadas por el fallo de Griesa tanto por cuestiones de equidad como por el hecho de que violaría nuestra quinta enmienda constitucional. Por lo tanto, ni los intereses ni los pagos de cupones que corresponden a los bonistas del canje deberían ser utilizados para satisfacer a los demandantes. Pero en el evento de que el juez esté en desacuerdo con este planteo y decida aplicar la sentencia a terceras partes, entonces sugerimos que el pago quede limitado al 0,92%”".
 
Según consta en la presentación que realizaron el viernes, los fondos buitres deberían recibir “un pago proporcional a las tenencias como fracción de la deuda total en default. Por lo tanto, si los demandantes tienen títulos por un valor nominal de US$428 millones, y los bonos defaulteados de la República sujetos a la claúsula de pari passu sumaban apoximadamente US$46.600 millones, entonces la Corte debe requerir un pago a los demandantes de no más del 0,92% (US$428 millones/US$ 46.600 millones) del monto de cualquier pago realizado a los bonistas”.
 
 
# El escrito
 
El abogado Eugenio Bruno, del estudio Garrido, explica en el diario 'Ambito Financiero' que "el escrito presentado por Elliot y otros demandantes ante la Justicia de Nueva York mantiene, como era de esperar, la postura frente al cumplimiento inmediato de las dos sentencias dictadas (una por el juez de primera instancia Thomas Griesa y otra por la Cámara de Apelaciones como tribunal superior), exige el cobro de la totalidad de sus acreencias en base a los bonos precanjes más intereses y penalidades, y pide el levantamiento inmediato de la medida de no innovar, según publica el diario . 
 
Además, rechaza los argumentos de la Argentina, del Bank of New York, de la Federal Reserve de NY, de la Clearing House Association y de los tenedores que ingresaron a los canjes de 2005 y 2010. 
 
De esta manera, impone presión sobre los tribunales y no se puede descartar una decisión de éstos que obligue al Gobierno a cumplir con dichas sentencias durante diciembre a fin de probar si la Argentina cumplirá con los fallos, es decir, como una demostración de su postura frente a la Justicia de Nueva York. Este punto es más de política judicial que de análisis legal, pero de todas maneras la Argentina deberá concentrarse en buscar revertir los fallos mediante las apelaciones ya presentadas y prepararse para llevar todo a la Corte Suprema de Justicia de USA y fundamentalmente, con lo que se denomina, "efecto suspensivo", es decir, que se suspenda la ejecutabilidad (enforceament) de las sentencias hasta que el máximo tribunal estadounidenese tome el caso y luego se expida."
 
Según Elliot, la Argentina desconoce los fallos en virtud de los cuales se les ha reconocido el pago del 100% de sus bonos más intereses, y dice que si la Argentina paga, no hay riesgos de embargos a los tenedores de los canjes 2005 y 2010, y detall que dichos tenedores sabían de los riesgos de entrar a los canjes en cuanto a que los holdouts podrían obtener sentencias favorables con respecto al valor nominal de los bonos en default. 
 
También dice el escrito que la Argentina cuenta con reservas suficientes para hacer los pagos y que de acuerdo con ellos no existe riesgo de crisis financiera en caso de efectuarse dicho pago. 
 
Asimismo, alegan que la Argentina no ha presentado una fórmula de pago de acuerdo con lo requerido por la audiencia del 9 de noviembre "salvo que se entienda que la fórmula presentada es pagar 0% a los demandantes", según escribieron.