Chiqui Tapia eligió el 17 de octubre, Día de la Lealtad Peronista, para celebrar las elecciones presidenciales de la entidad que dirige: la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). De no mediar problemas, todo indicaría que los votos secretos serán más cantados que una canción de Sui Generis. Sin embargo, una cosa le preocupa.
BATALLA SAD
Quién es el campeón vigente que amenaza a Chiqui Tapia y su imperio en AFA
Chiqui Tapia, mandamás de AFA, puede extender su imperio, pero siempre se verá corroído si Estudiantes ratifica su buen presente institucional y futbolístico.
Quizá la palabra no sea preocupación, sino ocupación. El tema le importa. Y es que desde que el Gobierno de Javier Milei, con Mauricio Macri como ideólogo y Federico Sturzenegger como orquestador, decidieron librar batalla con la inclusión de las SAD en el fútbol argentino, la agenda del presidente de AFA tuvo que hacer un lugar para prestarle atención a esta jugada política.
Beneficiosas o no, lo cierto es que una Sociedad Anónima en nuestro fútbol pone en jaque a la monarquía Tapia, que gestiona el mundo de la redonda en Argentina de acuerdo a intereses personales. Basta ver el fuerte apoyo que acaba de recibir, recientemente, por parte de las ligas del fútbol del interior del país. Con destinatario a Pablo Toviggino, presidente del Consejo Federal de Fútbol, varias cartas se apersonaron en el correo del también Tesorero de AFA para manifestar el respaldo al presidente en las próximas elecciones.
Estudiantes y Juan Sebastián Verón, la piedra en el zapato de Chiqui Tapia
Actualmente, hay dos máximos exponentes de ideas diametralmente opuestas del hombre de Barracas Central. Uno es Andrés Fassi, presidente de Talleres de Córdoba, con quien abrió fuego burdamente en el partido de Boca-Talleres por Copa Argentina, a través de su ladero Andrés Merlos.
El otro es Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes de La Plata. Claro que un posible triunfo de Talleres en la Liga Profesional de Fútbol (marcha sexto en la tabla y cerca del puntero) significaría una estocada sensible para Chiqui Tapia. Sin embargo, un título de Estudiantes haría crujir los cimientos de su imperio.
Sucede que Verón, que no es un exponente de las SAD pero sí se muestra abierto a ideas frescas que puedan ayudar a crecer no solo al Pincha sino al fútbol argentino en general, viene demostrando con sólidos argumentos una gestión del club platense digna de replicar.
Hombre fuerte y con historia en la institución de La Plata, además es ídolo futbolístico. Por eso Verón tiene espalda para llevar adelante propuestas que, a priori, puedan sonar disruptivas para el hincha. Y lo cierto es que, a nivel institucional, Estudiantes se ha consolidado como un club modelo en distintas facetas deportivas y gerenciales.
El verdadero problema de Chiqui Tapia con Estudiantes
El problema para Chiqui Tapia es que, además, los resultados de la gestión de Juan Sebastián Verón son también futbolísticos. Ese quizá sea el mayor inconveniente para el líder de AFA, dado que el fútbol es lo que más ruido genera.
La realidad es implacable: Estudiantes es doblemente vigente campeón en el fútbol del país. Se alzó con el título de la Copa de la Liga el semestre pasado, tras vencer en la final a un sorpresivo Vélez, y además campeonó en la última Copa Argentina luego de superar a Defensa y Justicia. Ambos con el influyente entrenador Eduardo Domínguez.
Chiqui Tapia podrá tejer y destejer a gusto, pero su imperio siempre se verá desestabilizado con cada logro de un Estudiantes de La Plata que, actualmente, es uno de los clubes más robustos del país.
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