SALUD

NADA ES PARA SIEMPRE

Una procrastinación eficiente tiene sus límites

Sin vueltas es tener tiempo de hacer algo pero, deliberadamente, dejarlo "siempre para después". Si el objetivo es procrastinar de manera eficiente habrá que considera si la tarea requiere creatividad para que el tiempo haga sus efectos pero, si lo aplazado influye sobre la salud, estamos en problemas. Cada uno sabrá hasta donde llegar.

La procrastinación es perjudicial, o eso es lo que siempre se creyó pero veamos qué es porque muchas veces el debate entre sí resulta buena o mala, surge por un simple desacuerdo en la semántica. 

Aunque algunos, incluyendo al psicólogo científico y opositor de la procrastinación Timothy A. Pychyl, la definen como "el retraso voluntario de una acción planeada con la expectativa de un posible resultado peor", Merriam-Webster, otro profesional en la materia, define "procrastinar" como "posponer intencionalmente algo que debería llevarse a cabo". Para ser concretos la procrastinación es tener tiempo de hacer algo pero, deliberadamente, queda siempre para después.

Aunque se diga de todo a favor y en contra vale revisar las ventajas del sistema y sus, en algunos casos, costosas desventajas.

1. Posponer tus asuntos disminuye los niveles de estrés (al principio)

En 1997, los investigadoresRoy Baumeister y Dianne Tice realizaron dos estudios con estudiantes universitarios para determinar si la procrastinación afectaba sus calificaciones, su salud o bienestar. Lo que encontraron en el Estudio 1 fue que, aunque los procrastinadores obtenían calificaciones más bajas, gozaban de mejor salud que los no-procrastinadores.

Los investigadores señalaron, sin embargo, que el Estudio se llevó a cabo al principio del semestre y que era posible que los efectos negativos en la salud surgieran más avanzado el semestre, cuando se acercaran los exámenes y la entrega de trabajos.

Para tomar en cuenta este sesgo, Baumeister y Tice realizaron el Estudio 2 más avanzado el semestre, replicando los métodos del Estudio anterior. Esta vez, los procrastinadores reportaron más síntomas de enfermedad, más estrés y más visitas al médico que los no-procrastinadores, lo que llevó a los investigadores a concluir: "los procrastinadores tal vez puedan llevar una vida más saludable y libre de estrés cuando las fechas límite están lejos, pero sufren más que los otros cuando las fechas de entrega están por vencerse".

2. La procrastinación estimula la creatividad

El profesor Adam Grant de la Universidad de Pensilvania dice "que nuestras primeras ideas generalmente son las más convencionales, pero si esperamos y le damos tiempo a nuestras ideas para que evolucionen, se nos ocurrirá algo realmente original su teoría dice que la procrastinación estimula la creatividad". Su nueva manera de pensar fue inspirada por uno de sus estudiantes, Jihae Shin.

Shin, ahora investigadora en la Universidad de Wisconsin, encuestó empleados en dos compañías diferentes sobre las tareas en el trabajo, nivel de rendimiento y nivel de procrastinación. Luego le pidió a los supervisores que calificaran el rendimiento de sus empleados. Los resultados arrojaron que los empleados que procrastinaban eran, a menudo, los más creativos.

3. Esperar hasta el último minuto nos obliga a terminar las tareas más rápido

La ley de Parkinson (que no es científica), enunciada por el escritor Cyril Northcote Parkinson explica que "el trabajo se alarga según el tiempo que se le asigna".

Según la revisión bibliográfica realizada por investigadores de Berkeley, parece ser verdad: "si le das a alguien 30 minutos para acabar una tarea, probablemente la termine en 30 minutos. Si le das 15 minutos, la terminará en 15 minutos. Los investigadores notaron, sin embargo, que se sacrifica la calidad por la velocidad, debido a la presión del tiempo".

4. Los retrasos intencionales nos ayudan a tomar mejores decisiones

El investigador de la Universidad de San Diego, Frank Partnoy, coincide en que la procrastinación como "gestión del retraso" nos ayuda a tomar mejores decisiones.

En uno de su libros Partnoy escribe, "en general, deberíamos retrasar el momento de tomar una decisión hasta el último instante posible". Explica que hacer esto, nos permite tener la mayor cantidad de tiempo para poder recolectar información y pensar en los posibles resultados.

El lado oscuro de la procrastinación: efectivamente, también tiene efectos negativos

La investigación de Baumeister y Tice en la que encontraron que, a corto plazo, los procrastinadores reportaban una mejor salud. El concepto se enfrenta a quienes entienden que provoca estrés en el largo plazo.

Aunque los estudiantes procrastinadores analizados reportaron menores niveles de estrés que sus contrapartes no-procrastinadores al principio del semestre, al final, sus niveles de estrés eran mayores que los de los no-procrastinadores. Todos los beneficios para la salud que sintieron al principio del semestre desaparecieron al final. En sus estudios encontraron que los estudiantes que procrastinaban tenían calificaciones mucho más bajas.

Sin embargo la procrastinación se puede transformar en algo útil  

El truco está en aprender a "gestionar el retraso", como lo propuso Partnoy, para que funcione a tu favor. otros investigadores de origen asiático observaron que hay diferencias.

Los procrastinadores activos (aquellos que trabajan mejor bajo presión y toman la decisión consciente de procrastinar) y los procrastinadores pasivos (aquellos a los que los paraliza la indecisión y no logran terminar el trabajo a tiempo); encontraron que los activos pueden cosechar los mismos beneficios que los no-procrastinadores.

Si el objetivo es procrastinar de manera eficiente habrá que considera si la tarea requiere creatividad para que el tiempo haga sus efectos pero si lo aplazado influye sobre la salud estamos en problemas. 

La investigación referida más arriba muestra que los procrastinadores sienten menos estrés a corto plazo mientras no existan apuros tal vez valdría la pena esperar a que se calmen las aguas para terminar las tareas que estás postergando.

Resumiendo para cuando haga falta tomar una decisión, es más simple saber cuánto tiempo hay para tomarla en vez de determinar cuánto tiempo disponemos para tomar una decisión y luego esperar hasta el último momento y así usar todo ese tiempo para elegir la mejor decisión. Aún así todo quedará en manos de la mejor opción si se tiene en claro que nada se puede postergar eternamente.

Dejá tu comentario