Otro combate ganado en la gran batalla
2 nuevos golpes contra el cáncer: luego del éxito de terapias individualizadas, 2 nuevas drogas llegan a la región para cambiar la forma de controlar los tumores.
22 de enero de 2012 - 13:35
En la región ya comienzan a utilizarse 2 nuevos medicamentos que prometen mejorar considerablemente la calidad de vida de los pacientes.
Uno de ellos es el vemurafenibe, contra el melanoma (el tipo más agresivo de cáncer de piel).
El otro es crizotinibe, que combate el cáncer de pulmón, identificado como la principal causa de muerte entre los hombres en el mundo.
"Estos son medicamentos que realmente van a cambiar el paradigma del tratamiento del cáncer", dijo en S. Paulo, el investigador Carlos Gil, coordinador de investigación clínica del Instituto Nacional del Cáncer (Inca). "A diferencia de otros remedios, estas sustancias fueran hechas a partir de pruebas que identificaron la mutación genética específica asociada al problema", dice.
"Ellas combaten ese cambio. No es arriesgarse sin sentido", explica.
Ambos medicamentos ya están en uso en USA. Y los resultados son impresionantes.
Un estudio realizado en 30 países, con la participación de 160 centros de investigación comparó el impacto del tratamiento de quimioterapia de melanoma a los resultados obtenidos con el uso de vemurafenibe en pacientes que nunca habían probado otro tipo de terapia.
El vemurafenibe redujo el tamaño del tumor, un promedio de 48,4%. Mucho más que la disminución de 5,5% obtenida con la quimioterapia.
Otro factor relevante y que atrajo la atención de la comunidad médica es que el tumor había desaparecido por completo en al menos seis de los 675 voluntarios del estudio.
Es esencial, sin embargo, hacer 2 consideraciones:
> el nuevo fármaco produce efectos sólo en los pacientes que tienen una determinada mutación, la V600E, localizada en el gen BRAF.
> Pero, hay que agregar, que se estima que la mitad de las personas con melanoma tienen esta mutación.
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"El remedio es una esperanza entre otras, que están para convertirse en realidad", dice Antonio Carlos Buzaid, jefe general del centro de oncología del Hospital São José, del grupo Beneficencia Portuguésa, en São Paulo. Además, incluso si el tumor ha desaparecido, los oncólogos sólo hablan de cura 5 años después del final del tratamiento, cuando se está seguro de que la enfermedad no ha vuelto.
En Brasil, la nueva droga contra el melanoma fue aprobada por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA), durante la última semana de diciembre de 2011.
El otro remedio, el crizotinibe, combate una mutación en el gen ALK que está vinculada al cáncer de pulmón. El tumor asociado a ese cambio genético afecta 3% a 5% de los pacientes y afecta, en general, a los no fumadores.
Entre este pequeño grupo, sólo el 15% respondió al tratamiento estándar con quimioterapia. Sin embargo, con la nueva droga, 64% de los pacientes tuvieron una reducción en el tamaño del tumor.
El fármaco también bloqueó la progresión de la enfermedad en el 90%. Estos resultados llevaron al FDA, organismo estadounidense responsable de la liberación de remedios, a la aprobación de la droga, incluso en la fase II del estudio (en el que se evalúa la eficacia, sin comparar la droga a otras opciones de tratamiento).
En Brasil, 9 ciudades llevan a cabo pruebas para evaluar la eficacia y seguridad de crizotinibe en un número mayor de pacientes (fase III). Se trata de un requisito de ANVISA previo a aprobar el uso de la droga en el país, algo que se supone que ocurrirá a lo largo de 2012.
La nueva opción terapéutica no representa una cura para el cáncer de pulmón. "Todavía tenemos que dibujar muchas mutaciones que pueden ocurrir simultáneamente en los tumores", dijo al semanario IstoÉ Ross Camidge, director del programa de cáncer de pulmón del Hospital de la Universidad de Colorado, USA. "No tenemos la cura, pero hemos encontrado una manera de mejorar la calidad de vida de estos pacientes, sin tantos efectos colaterales".
Desde el año 1970, cuando la ciencia declaró la guerra al cáncer, ya se sabía que la batalla iba a ser dura. Desde entonces hubo grandes victorias. Entre ellas, el descubrimiento de que los tumores están relacionados a mutaciones genéticas específicas.
Con el Proyecto Genoma, fue posible desarrollar exámenes de alta precisión capaces de predecir qué mutaciones se producen en nuestro ADN para que las células se multipliquen de forma desordenada, generando tumores. Basándose en este descubrimiento los científicos llegaron a estas 2 nuevas drogas.