El Gobierno de Alemania reveló que Volkswagen “deberá resolver” su crisis de ventas sin una ayuda concreta del Estado. La crisis, desatada por la caída en las ventas y la derrota parcial en la competencia de los autos eléctricos a manos de China, amenaza la actividad de esa compañía y otras en la industria occidental.
AUTOS ELÉCTRICOS
China deja desnuda a Alemania con la crisis de Volkswagen
El Gobierno alemán aseguró que no hay mucho margen de maniobra para ayudar a la compañía del Wolfsburgo. Los eléctricos chinos avanzan.
Al respecto, el ministro de Economía alemán Robert Habeck admitió un reducido margen de acción para evitar el cierre de plantas a nivel local. "Una gran parte de las tareas las tiene que afrontar la propia Volkswagen", dijo el funcionario durante una visita a instalaciones de la automotriz.
En ese orden, Habeck dijo que la crisis no es exclusiva de Volkswagen, aunque sí representa un caso paradigmático para la industria europea en lo que respecta al avance chino en la materia automotriz. Con costos operativos mucho más altos, las fábricas occidentales se enfrentan a una competencia desigual contra las marcas del gigante asiático, que además avanzaron rápidamente en el desarrollo de vehículos eléctricos más eficientes.
En lo que respecta a la acción estatal, el funcionario aseguró que se limitaría a avanzar en legislaciones que incentiven el uso de coches eléctricos ante la caída de ventas.
Volkswagen no la tiene fácil en Alemania
Por su delicada situación financiera, la automotriz de Wolfsburgo se planteó por primera vez en su historia reducir operaciones en Alemania. Esa postura, que es barajada por la directiva del grupo para la marca homónima y Audi, implicaría la ruptura de una cultura empresarial que siempre tendió a la conservación del empleo.
Al respecto, el gremio local IG Metall declaró el estado de alerta ante la posible reducción de más de 30 mil puestos de trabajo. Así, Volkswagen entraría en la ruptura de un tratado de conservación firmado en 1993 y con vigencia hasta 2029.
Para remontar operaciones positivas, la marca alemana apunta a mejorar la eficiencia financiera de sus procesos. Aunque difícilmente pueda empardar las condiciones con la industria china, que avanza a bajo costo con ofertas muy tentadoras para los compradores, rondando los 20 mil euros por un coche eléctrico de calidad probada.