Insólito: L'Équipe llora por el segundo gol de Lionel Messi

La anotación del astro argentino, que se dio en los minutos finales del tiempo suplementario, tuvo que ser repasada por el VAR debido a un posible offside, además de que el balón no tocó la red debido a que el lateral Jules Koundé lo despejó, pero cuando ya había cruzado la línea de meta.

Según un artículo que publicó el medio, tras la serie de rebotes dentro del área francesa previos al gol de Messi, los suplentes de Argentina fueron acercándose cada vez más al terreno de juego, hasta el punto de entrar por completo mientras la pelota ingresaba al arco. Es por este motivo que para L'Équipe el tanto debió ser invalidado

Cuando Messi despeja de volea la atajada de Hugo Lloris, algunos suplentes argentinos, llevados por la emoción, ya están en el terreno de juego, dispuestos a celebrar, lo cual está estrictamente prohibido Cuando Messi despeja de volea la atajada de Hugo Lloris, algunos suplentes argentinos, llevados por la emoción, ya están en el terreno de juego, dispuestos a celebrar, lo cual está estrictamente prohibido

Para fundamentar su punto, la publicación citó el reglamento, en particular al párrafo 9 de la Ley 3, el cual reza:

"'Si, después de marcar un gol, el árbitro se da cuenta antes de que se reanude el juego de que otra persona estaba en el terreno de juego en el momento en que se marcó el gol: el árbitro debe anular el gol. Si la persona extra era: un jugador, suplente, jugador sustituido, jugador expulsado u oficial del equipo que marcó el gol; el juego debe reiniciarse con un tiro libre directo desde el lugar donde se encontraba la persona extra'".

Si bien la regla existe, es por una cuestión de mero sentido común que la misma jamás podría validarse en el escenario de una final de Copa del Mundo. Menos aún teniendo en cuenta que el partido se había llegado al punto máximo de tensión luego de que, en tan sólo dos minutos, Kylian Mbappé logró empatar el partido, tras más de una hora de pleno dominio argentino.

Otro detalle a considerar, que tal vez a L'Équipe se le haya escapado, es que en el mano a mano que de manera espectacular Emiliano Dibu Martínez logró detenerle a Randal Kolo Muani, los jugadores franceses ya habían ingresado al campo de juego para celebrar el que creían sería el gol de la victoria.

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