MEMORIA

A 47 AÑOS DEL ABRAZO

Perón-Balbín y una nueva oportunidad por la unidad nacional, ¿es posible?

Pese a una campaña en la que se eligió profundizar la "grieta" que divide fuertemente a los argentinos, los gestos poselectorales tanto de Alberto Fernández como de Mauricio Macri parecen mostrar una buena predisposición al diálogo. Y en un día histórico como el de hoy, cabe la pregunta de si será posible. La súplica la emite el contexto. Pero la voluntad debe partir de ambos lados.


Pasaron 47 años de aquel histórico abrazo entre el General Perón y el radical Ricardo Balbín. Un 19 de noviembre de 1972 ambos dirigentes, históricamente enfrentados, pusieron en marcha un proyecto nacional de unidad para que los dos grandes movimientos populares mayoritarios del país, el peronismo y el radicalismo, construyeran un modelo estable de democracia.

En aquel entonces, el radical dio una conferencia de prensa en la que aseguró, entre otras cosas, que la conversación fue entre "dos argentinos que olvidan su pasado y que hablaron de las perspectivas del futuro nacional. Con Perón estamos buscando puntos de coincidencia en beneficio del país. El general me confió que ya estaba amortizado como ser humano, y que quería dedicar sus últimos años a trabajar por el reencuentro de los argentinos".

Ocurrió que tanto uno como el otro reconocieron la necesidad de la unidad. "Tenemos un acuerdo con la UCR - expresó textualmente Perón a mediados de diciembre de 1972 durante un breve viaje a Paraguay- con el doctor Balbín de manera expresa. Si nosotros triunfamos los llevaremos a compartir el gobierno con nosotros. Si ellos ganan, tenemos la promesa de que harán lo mismo".

Los primeros días, antes de asumir por tercera vez la presidencia, Perón y Balbín se entrevistaron en Gaspar Campos. Balbín explicó que la reunión estuvo "en el propósito firme de lo que Perón ha prometido, es decir, una política de colaboración total, de participación de toda la ciudadanía, es decir, un modo político tal vez distinto al modo que tuviera anteriormente".

El diálogo permanecerá abierto, los aislamientos no sirven, comentó Balbín, dando comienzo a un nuevo estilo de hacer política en la Argentina que, de todos modos, duraría sólo unos pocos meses. Pero que determinó, como dijo el analista Rosendo Fraga, que hubieran 2 Perón: el del "cinco por uno no va a quedar ninguno", y el del "abrazo con Balbín", buscando la unidad nacional.

Hoy la "grieta" no sólo está firme sino que además se profundizó durante la carrera electoral, de la que participaron al menos peronistas. Y finalmente, vuelven al poder. 

La pregunta en este día histórico es si será posible otra vez el diálogo y la unidad.

Claro que no sólo depende de lo que el nuevo oficialismo (el del "vamos por todo") decida a su regreso al poder, sino también de la predisposición de la oposición, que recurrió e incluso, abusó de la "grieta".  

No hace falta explicar que el país lo necesita.

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