Keira Knightley cumple 40 años: La nena que amaba el cine y la rompió en Hollywood

Keira Knightley, de familia de actores y con una carrera que despegó con Piratas del Caribe y siguió con Orgullo y Prejuicio, aún conquista el cine con 40 años.

Por GERMÁN MOLKUC

Hoy, Keira Knightley cumple 40 años y sigue firme como una de las actrices más queridas de Hollywood. Desde que era chiquita tenía claro que quería actuar, y con talento, dedicación y un poquito de suerte, pasó de ser una nena fanática del cine a protagonizar peliculones como Piratas del Caribe, Orgullo y prejuicio y Expiación, deseo y pecado.

Keira Knightley, un error de ortografía y una obsesión por actuar

Keira nació en 1985 en Teddington, un barrio londinense bastante tranquilo, en una familia donde la actuación era cosa de todos los días. Su padre, Will Knightley, era actor de teatro y su madre, Sharman Macdonald, también actuaba, aunque después se pasó a la escritura. Desde la cuna, Keira respiraba teatro y cine, así que no es sorpresa que a los tres años ya estuviera pidiendo un agente.

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A los 12, Keira Knightley fue Sabé en 'La amenaza fantasma', la doble de Padmé. Su parecido con Natalie Portman era tan grande que hasta en el set las confundían.

El tema es que su familia no la tenía fácil con el dinero. Como muchos actores, su padre trabajaba cuando podía, y su madre había dejado la actuación para escribir guiones. De hecho, su papá aceptó tener otro hijo solo si su mamá vendía un guion primero. Por suerte, lo logró, y así nació Keira, que venía con el chip de la actuación incorporado.

Desde chica tuvo que lidiar con la dislexia, algo que hizo que el colegio no fuera precisamente su lugar favorito. Pero con esfuerzo y el apoyo de sus padres logró superarla (aunque hasta el día de hoy sigue siendo una lectora lenta). Eso sí, no hubo nada que la frenara en su camino al cine. A los 6 años ya tenía agente, y a los 12 se metió en el universo Star Wars como Sabé, la doble de la reina Padmé. Era tan parecida a Natalie Portman que hasta los maquilladores se confundían en el set.

Su gran explosión vino en 2002 con Jugando con el destino, una película sobre fútbol, amistad y romper estereotipos. Interpretó a Jules, una chica futbolera que ayuda a su amiga a pelear contra los prejuicios. La película pegó fuerte en Reino Unido y después en todo el mundo, abriéndole las puertas a Keira para proyectos todavía más grandes.

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En 2003, con solo 18 años, se convirtió en Elizabeth Swann, la heroína de 'Piratas del Caribe'. La saga con Johnny Depp y Orlando Bloom la hizo mundialmente famosa y taquillera.

Piratas, clásicos literarios y una carrera sin freno

Si Jugando con el destino la hizo conocida, Piratas del Caribe la hizo famosa en todo el mundo. En 2003, con solo 18 años, se puso en la piel de Elizabeth Swann y se codeó con Johnny Depp y Orlando Bloom en una saga que rompió la taquilla. Nadie esperaba que un filme de piratas fuera a ser tan exitoso, pero la química entre los protagonistas y el carisma de Jack Sparrow hicieron que se convirtiera en un clásico instantáneo.

Keira aprovechó el envión y no se quedó solo con los blockbusters. En 2005, se animó a uno de los personajes más emblemáticos de la literatura: Elizabeth Bennet en Orgullo y prejuicio. Su actuación fue tan buena que la nominaron al Oscar con solo 20 años, convirtiéndola en una de las nominadas más jóvenes de la historia en la categoría de Mejor Actriz.

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En 2005, interpretó a Elizabeth Bennet en la adaptación de Jane Austen de 'Orgullo y prejuicio'. Su papel le valió una nominación al Oscar y consolidó su imagen como reina del cine de época.

Desde ahí, su carrera fue puro crecimiento. En Expiación, deseo y pecado, protagonizó junto a James McAvoy una historia de amor trágica que le valió otra nominación a los premios más importantes del cine. Después, en La duquesa, interpretó a Georgiana Cavendish, una aristócrata del siglo XVIII que la rompió en la alta sociedad pero sufrió en su vida personal. Y en 2012 volvió a la carga con Anna Karenina, demostrando que el drama de época es su especialidad.

Pero no se quedó solo en ese género. En El código Enigma, compartió pantalla con Benedict Cumberbatch y brilló como Joan Clarke, la matemática que ayudó a descifrar los códigos nazis en la Segunda Guerra Mundial. Esa peli le trajo otra nominación al Oscar, al BAFTA y al Globo de Oro.

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Sigue vigente con películas como 'El código Enigma' y 'Colette'. Y en 2024 brilló en 'Palomas negras', serie de espías de Netflix que le trajo otra nominación al Globo de Oro.

Hoy, a los 40, sigue metida en proyectos grosos. En 2024, protagonizó Palomas negras, una serie de espionaje en Netflix que la volvió a poner en el centro de la escena y le consiguió otra nominación al Globo de Oro. Y cuando no está filmando, disfruta la vida con su esposo, el músico James Righton, y sus dos hijas, Edie y Delilah.

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