ECONOMÍA

QUÉ SE VIENE

Grabois insiste con la reforma, el campo espera "señales", y la UE sostiene la corrupción populista

El dirigente piquetero Juan Grabois volvió a apoyar al presidente electo, Alberto Fernández, pero también le pidió medidas "muy claras" a favor de los pobres: "Hay mecha corta en la Argentina, no hay margen para nuevas decepciones", dijo e insistió con una "reforma agraria". A la par, desde el campo avisan que continúan esperando "señales" del próximo gobierno. En este marco, una investigación de 'The New York Times' alerta sobre el sistema de subisidios agrícolas, en los cuáles la Unión Europea gasta $65 mil millones al año, y los "gobiernos populistas" de varios países, utilizan para hacerse fuertes, enriquecerse y financiar negocios corruptos. Un círculo difícil de eliminar puesto que de éstos depende la precaria unión europea. Y Bruselas lo sabe.

 

El dirigente piquetero Juan Grabois​ se mostró esperanzado con el cambio de mando que se avecina y, si bien apoyó a Alberto Fernández​, también advirtió que hay "mecha corta" en la Argentina y reclamó medidas "muy claras" para el sector que está bajo la línea de la pobreza.

En ese marco, pidió "cambios en la política fiscal" y un aumento en las retenciones, e insistió con que el país necesita "una reforma agraria".

"Hay mecha corta en la Argentina y no hay margen para nuevas decepciones. Y eso implica que el nuevo Gobierno tiene que salir a la cancha con medidas muy claras hacia ese sector del 40% que está bajo la línea de la pobreza", remarcó Grabois en diálogo con FM La Patriada.

El líder de la CTEP resaltó la necesidad de que "se tomen medidas para reactivar el consumo, para promover la redistribución de la riqueza y para enfrentar las consecuencias más crueles del modelo macrista".

Más allá de su reclamo, Grabois aseguró que se siente parte del nuevo Gobierno: "Yo me siento parte, milité en este frente. Y creo en Alberto, creo que va a hacer lo que tenga que hacer".

"Hay que reperfilar la estructura distributiva de la Argentina, con algunos cambios en la política fiscal. Le guste a quien le guste, las retenciones están muy bajas en relación al tipo de cambio. Va a haber que meter el impuesto a los bienes personales. Va a haber que sacar exenciones impositivas absolutamente injustificadas como las que tiene Galperin...", enumeró.

Y continuó: "Yo estoy convencido de que hay que redistribuir la tierra y hacer una reforma agraria. Lo digo, lo dije y lo voy a seguir diciendo".

Pero mientras Grabois insiste con la reforma agraria, toda una polémica en la campaña, en el campo esperan señales de parte del gobierno electo. Así lo sostuvo, el presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro), Carlos Iannizzotto.

En declaraciones radiales citadas por la agencia 'Télam', Iannizzotto explicó que estas "señales" harán que "se normalice todo lo vinculado a la siembra y las liquidaciones". "Todo lo que esté vinculado con la volatilidad va a demorar (la venta de granos) y ayudar a la especulación, que es entendible. Si no hay señales todavía hacia dónde vamos todo esto se va a ir demorando. Esperemos a ver qué va a pasar. Mientras no haya señales, estamos todos viendo qué rumbo se va a tomar", señaló el dirigente rural.

En la misma línea, indicó que desde la Mesa de Enlace "estamos esperando que nos contesten o que nos sentemos a conversar de los 14 puntos que le presentamos a Fernández", en referencia a las propuestas para políticas agropecuarias que presentaron las cuatro entidades rurales más grandes a los candidatos presidenciales.

Según Iannizzotto, Fernández "se comprometió a nombrar a sus referentes para ir conversando y ponernos de acuerdo. Eso estamos esperando".

Desde el campo, ya manifestaron su preocupación por las propuestas para el sector que el PJ le acercó a Alberto candidato: 

"Las propuestas del PJ para el campo son un verdadero compendio de ideas fracasadas: más impuestos como el inmobiliario nacional y a la herencia, retenciones segmentadas, precios máximos, control de cambios, entrega de tierras a personas sin experiencia en producción", lanzó por caso, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina desde su cuenta en 'Twitter'.

Para el dirigente, esas propuestas son "recetas viejas que no funcionaron" y que están "muy lejos de lo conversado con el candidato Fernández cuando lo visitamos con la Comisión de Enlace hace semanas para presentarle nuestra propuesta de 14 puntos".

Se refería a las propuestas para los primeros 100 días de Gobierno que desde el Partido Justicialista le acercaron a Fernández, que incluyen la eliminación de retenciones para economías regionales en crisis, segmentación de retenciones y el manejo y regulación de divisas proveniente de la exportación de granos.

En la misma sintonía que la SRA se pronunció Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) al emitir un comunicado, en el que señalaron que al sector "le genera una profunda preocupación, porque son medidas que no solo no dieron resultado, sino que provocaron el efecto adverso".

"La historia reciente muestra que con esas medidas, tuvimos la menor cosecha de trigo de la historia; 12 millones de cabezas de bovinos menos; la menor exportación histórica y una destrucción total de las economías regionales, son sólo ejemplos de la destrucción de valor que estas medidas generaron", agregó.

También Coninagro expresó su "inquietud y preocupación" por las propuestas del PJ, al considerar que "no se alinea ni responde al documento de 14 puntos" que le presentaron al ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner.

En tanto, durante su campaña, el referente del Frente de Todos realizó su mea culpa por lo sucedido durante el conflicto por la Resolución 125 en marzo de 2008, y se comprometió a que toda medida que vaya a implementar, previamente será consensuada con todos los actores de la cadena, y provocó una señal muy fuerte al brindar su número de teléfono para que de esa manera exista una línea directa con él, además de recibir la propuesta de 14 puntos que elaboró la Mesa de Enlace.

Puertas afuera

Pero mientras el campo espera señales y Grabois presiona con la "reforma agraria" en la Argentina, al otro lado del océano, hacen ruido los subsidios.

El diario 'The New York Times' realizó una investigación a través de la cual reveló los miles de millones en subsidios agrícolas que se otorgan en Europa Central y Oriental, financiados por los contribuyentes de toda Europa, por parte de gobiernos populistas de manera corrupta, pero que es admitida incluso por Bruselas mantener unida la unión precaria. 

"Bajo el comunismo, los agricultores trabajaban en los campos que se extienden por millas alrededor al oeste de Budapest, cosechando trigo y maíz para un gobierno que había robado sus tierras. Hoy, sus hijos trabajan para nuevos señores, un grupo de oligarcas y mecenas políticos que han anexado la tierra a través de acuerdos poco transparentes con el gobierno húngaro. Han creado un giro moderno en un sistema feudal, dando trabajo y ayuda a los que cumplen, y castigando a los amotinados. Como resultado, estos magnates de la tierra están financiados y envalentonados por la Unión Europea", comienza el diario.

Continúa: "Cada año, el bloque de 28 países paga $65 mil millones en subsidios agrícolas destinados a apoyar a los agricultores de todo el continente y mantener vivas a las comunidades rurales. Pero en Hungría y gran parte de Europa central y oriental, la mayor parte se destina a unos pocos conectados y poderosos. El primer ministro de la República Checa recaudó decenas de millones de dólares en subsidios el año pasado. Los subsidios han suscrito el acaparamiento de tierras al estilo de la mafia en Eslovaquia y Bulgaria.

El programa agrícola de Europa, un sistema que fue instrumental en la formación de la Unión Europea, ahora está siendo explotado por las mismas fuerzas antidemocráticas que amenazan al bloque desde adentro. Esto se debe a que los gobiernos de Europa Central y del Este, varios liderados por populistas, tienen una amplia libertad en cómo se distribuyen los subsidios, financiados por los contribuyentes en toda Europa, incluso cuando todo el sistema está oculto".

La investigación del NY Times abarcó 9 países durante gran parte de 2019, y develó un sistema de subsidios que es deliberadamente opaco, que socava gravemente los objetivos medioambientales de la Unión Europea y que además, está deformado por la corrupción y el auto-distribución.

En tanto, explica que la maquinaria de Europa en Bruselas permite esta corrupción dura porque enfrentarla significaría cambiar un programa que ayude a mantener unida a una unión ya precaria. 

"Los líderes europeos no están de acuerdo sobre muchas cosas, pero todos cuentan con generosos subsidios y una amplia discreción para gastarlos. Contrarrestar ese sistema para frenar los abusos en los nuevos estados miembros perturbaría las fortunas políticas y económicas en todo el continente", sostiene.

Esta es la razón por la cual, con el proyecto de ley agrícola que se renovará este año, el foco en Bruselas no está puesto en erradicar la corrupción o endurecer los controles.  Los subsidios son cruciales para mantener unido al bloque. Así, los legisladores se están moviendo para dar a los líderes nacionales de la UE aún mayor control sobre cómo gastan dinero, por sobre las objeciones de los auditores internos.

El tema no es menor, puesto que el programa es el elemento más importante en el presupuesto central de la Unión Europea y representa el 40% de los gastos. Es uno de los programas de subsidios más grandes del mundo.

Uno de los casos más notables fue el de Hungría. Según relata, allí, un lugar al que van esos subsidios es al "condado de Fejer, hogar del primer ministro populista de Hungría, Viktor Orban. Un ícono para la extrema derecha de Europa y un duro crítico de Bruselas y las élites europeas, Orban está feliz de aceptar dinero de la Unión Europea. La investigación del Times descubrió que utiliza los subsidios europeos como un sistema de mecenazgo que enriquece a sus amigos y familiares, protege sus intereses políticos y castiga a sus rivales.

El gobierno del Sr. Orban ha subastado miles de acres de tierras estatales a miembros de su familia y asociados cercanos, incluido un amigo de la infancia que se ha convertido en uno de los hombres más ricos del país, según la investigación del Times. Quienes controlan la tierra, a su vez, califican para recibir subsidios de millones de la Unión Europea.

"Es un sistema absolutamente corrupto", dijo Jozsef Angyan, quien una vez fue subsecretario de desarrollo rural del Sr. Orban."

No es el único, otro de los casos que cita es el de la República Checa, las compañías propiedad del primer ministro Andrej Babis recaudaron $ 42 millones en subsidios agrícolas el año pasado.


 

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