ECONOMÍA

SIN DEBATE NI GRIETAS, EN DIPUTADOS

Argentina ingresó al Banco Asiático de inversión y el BID le aclara que "se acabó la luna de miel"

Sin ningún tipo de objeción ni grieta, fue aprobado en la Cámara de Diputados la incorporación de la Argentina al Banco asiático de inversión, para lo cual la única obligación es comprar 50 acciones a un capital nominal de US$100.000 cada una, y que permitirá negociar créditos que competirán con el BM y el BID, que por primera vez quedó al mando de un estadounidense, quien afirmó que el gobierno de Alberto Fernández ha enviado "mensajes equívocos" a los inversores y que la luna de miel que despuntó tras el canje de la deuda se terminó.

La Cámara de Diputados sancionó ayer, sin debate ni pasar por comisiones, la ley que habilita el ingreso de Argentina al Banco Asiático de Inversión de Infraestructura (BAII), acordado por Cristina Fernández de Kirchner en 2015 y que ahora se convirtió en el principal nexo entre el Gobierno y la República Popular de China.

El presidente del gigante asiático Xi Jinping fue el impulsor del BAII en 2014, logró la adhesión de países como Bélgica y Ucrania, pero no la de Japón o Estados Unidos u otros de América Latina como Colombia. 

En cambio, en Argentina no hubo grieta con este asunto: tras el aval de Cristina, Mauricio Macri envió el proyecto de adhesión en 2018, se aprobó este año en el Senado y Diputados sin rechazos ni oradores. 

Eduardo Valdés, el diputado del Frente de Todos, no necesitó sumarlo al temario de sesiones de la comisión de relaciones exteriores, en la que sí obtuvo dictamen el proyecto que crea el Instituto cultural de China en el país, otras de las cuentas pendientes de Macri con Jinping saldadas por Cristina y Alberto.

La adhesión fue ratificada con 235 votos a favor y 4 en contra. Además de Romina del Plá y Nicolás del Caño, se opusieron el cordobés Luis Juez y Francisco Sánchez, del PRO, sin motivo aparente. 

La única obligación para ingresar al BAII es comprar 50 acciones a un capital nominal de US$100.000 cada una, para lo quedaría autorizado el Banco Central ni bien Alberto promulgue la ley sancionada ayer. 

Por otra parte, el Gobierno debería nombrar un representante, encargado de gestionar obras de infraestructura que habitualmente se gestionan en el Banco Mundial o el BID, que por primera vez quedó al mando de un estadounidense, nada menos que el ex asesor de Donald Trump.

Se trata de Mauricio Claver-Carone, quien en una entrevista publicada hoy por el diario 'La Nación', afirmó que "tiene toda la voluntad de ayudar a la Argentina pero que el gobierno de Alberto Fernández ha enviado "mensajes equívocos" a los inversores y la luna de miel que despuntó tras el canje de la deuda, se terminó. 

"El Gobierno tiene que entender que cada política que lleva a cabo, y cada disputa política o no política, tiene repercusiones ante los ojos de los inversores. Hay políticas que, sea intencional o no intencional, mandan mensajes equívocos a los mercados", insistió.

Según publica ese matutino, a poco de asumir al frente del BID, Claver-Carone ya tuvo contactos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para hablar sobre la Argentina, en los cuales el staff del Fondo sondeó si el BID puede aportar fondos frescos al país para ayudarlo a capear la crisis.

"Yo les dije que tengo toda la voluntad para hacerlo, para ayudar a la Argentina. Ahora, la realidad es el espacio que tengamos en la cartera (de préstamos). Es más complicado, pero tenemos la voluntad de hacerlo", dijo Claver-Carone.

El primer norteamericano que llega a la presidencia del BID dijo que la situación argentina es "complicada, y hay ajustes para poder tener cierta sostenibilidad de la deuda que son complicados". Y remarcó los "malentendidos" que hubo sobre el control de las empresas (mencionó la intervención en Vicentin), los controles monetarios y las retenciones que entorpecieron la economía. 

"Creo que el Gobierno es claro en los mensajes a los inversores, pero no es claro en las políticas para los inversores. Ese es el reto", afirmó.

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