CLAVES

Scioli mendiga pan y no le dan, pide queso... y le dan hueso

Son corrientes ya las versiones que dicen que en provincia de Buenos Aires “el mes que viene pagan los sueldos desdoblados” y que “antes de fin de año vuelven los patacones”. Reflejan el temor entre los estatales bonaerenses y una preocupación en ámbitos empresarios. Son varios los ministros del gobernador Daniel Scioli que les vienen diciendo a intendentes y legisladores que esos mecanismos figuran en las previsiones de la Administración y que “así como están las cosas, tendrán que ser utilizados”. ¿Qué está ocurriendo?

 

El gobierno de Daniel Scioli esperaba obtener US$ 1.000 millones en el mercado internacional. Sin embargo, la tasa para un bono bonaerense rondó en los últimos meses en torno del 15% anual, frente al 4% que paga Brasil. Y luego de la expropiación de YPF se encuentra vigente un virtual cierre del mercado externo para entes estatales argentinos.
 
En el mercado interno, la Provincia de Buenos Aires acaba de obtener $ 225 millones, emitiendo un bono en dólaresa 1 año, al 9,25% y garantizando la paridad cambiaria.
 
De acuerdo a un informe del diario El Día, de La Plata, la capital provincial, el Estado bonaerense necesita financiamiento del Tesoro Nacional. En 2011 la Administración Cristina aportó a la de Scioli unos $ 5.000 millones para ayudarlo a cerrar el año y en la Gobernación contaban, en principio, con “por lo menos” la misma cifra para este ejercicio. 
 
Pero hasta ahora, la Nación giró fondos extras sólo por $ 500 millones y las gestiones por más sólo encuentran evasivas.
 
A la Provincia le faltan $ 16.600 millones para afrontar los gastos esenciales de 2012: pago de sueldos, insumos y servicios para su funcionamiento básico, vencimientos de deudas y alguna obra pública previsto.
 
Ese nivel de déficit implica que a la Administración le están faltando fondos para cubrir el 14% del total de gastos calculado en el Presupuesto 2012, que se ubica en $ 113.852 millones, acotado hoy día a las erogaciones imprescindibles para su funcionamiento.
 
En la Gobernación se esperanzan afirmando que los niveles de recaudación podrían ser superiores a los presupuestados, en $ 1.000 millones por los tributos provinciales y en otro tanto por la coparticipación federal de gravámenes.
 
Aún así, la necesidad de financiamiento para el año superará los $ 14.600 millones. No habría alternativa a echar mano al famoso y temido “ajuste”. En el cristinismo dicen: "Ahí veremos si la imagen de Scioli baja o no baja". Les preocupa que la popularidad del gobernador no descienda.
 
Para comenzar, se suspenderá a mitad de las obras presupuestadas por un total de $ 8.000 millones para este año.
 
Así, los cálculos más optimistas indican que la Provincia necesitará tomar prestado $ 11.000 millones.
 
Pero ¿dónde obtener esos recursos?
 
La reforma impositiva
 
 
"(...) Trabada en Diputados por la decisión de la oposición de no aportar quórum para tratarla, la iniciativa es eje de un nuevo enfrentamiento en la pelea política que mantiene el kirchnerismo con Scioli. Entre el Ejecutivo y la Legislatura, si se prefiere. Así, aunque en la Cámara Alta el proyecto fue votado con el revalúo incluido en su texto, ahora desde la Casa Rosada se le reclama al Gobernador que establezca esa medida a través de un decreto.
 
Esa “salida” no destrabaría el ajuste fiscal, ya que todo aumento de impuestos -incluido en este caso el del Inmobiliario Rural aún cuando el revalúo se fije por decreto- debe ser establecido en una ley. Por eso, en la Gobernación entienden que la exigencia de que el revalúo sea decretado es una mera “chicana política”. Y el kirchnerismo en la Legislatura lo admite. “Que Scioli ponga la cara y se haga cargo de una medida que el campo combate, como le ocurrió a Cristina con la 125”, dicen cuando se pregunta para qué piden esa medida.
 
En esta pulseada hubo novedades. Scioli cedió y se muestra dispuesto a decretar el revalúo. Pero exige “garantías” de que el kirchnerismo conseguirá el quórum para sancionar la ley del ajuste impositivo, y de que la Nación aportará fondos extras para aliviar la asfixia financiera de la Provincia. En ese punto están, sin definiciones por ahora.
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Las alusiones de Mariotto a que en la Legislatura las leyes se acordaban con “valijas” -con sobornos-, en tanto, abrieron otro frente de conflicto en el oficialismo, esta vez entre el Vicegobernador y sectores ultra K de Diputados, que se sintieron alcanzados por la acusación. De hecho, los rumores de compra de votos para el ajuste fiscal inundaron la política bonaerense en estos días, influyeron en la decisión de la oposición de negar el quórum y movieron al jefe del bloque K de diputados, el boudouista De Jesús, a reprocharle a Mariotto haber “empiojado”, así, la sanción del ajuste.
 
Además del cortocircuito político intra-K que implica ese cruce, el meneo de sospechas de sobornos y la imposibilidad de la conducción de Diputados de conseguir el tratamiento del ajuste han abierto un frente de conflicto institucional, entre las dos Cámaras de la Legislatura. La jefa del bloque de Senadores, la cristinista Fioramonti, le ha reprochado públicamente a su par De Jesús, por caso, no haber logrado que no faltara ningún legislador de su bloque a las sesiones en que se buscaba sancionar el ajuste. (...)".
 
Las cuasimonedas
 
Fuentes bonaerenses aseguran que los salarios de mayo se pagarán “en tiempo y forma”. Pero que no están asegurados los recursos para liquidar, a comienzos de julio, los sueldos de junio y el medio aguinaldo según el cronograma tradicional. 
 
Se insiste en solicitar una asistencia financiera de la Nación. También un endeudamiento en el mercado bancario y un refuerzo de la emisión de Letras de Tesorería.
 
Improbable aparece la emisión de una cuasi-moneda de la Provincia, al estilo del patacón creado en el 2001:
 
> Scioli precisaría una ley nacional que elimine de la Ley de Responsabilidad Fiscal -un convenio suscripto en 2005 por la Nación y todas las provincias- la expresa prohibición de emisión de cuasi-monedas provinciales que contiene. 
 
> Y una ley bonaerense disponiendo la creación de los patacones. 
 
Pero aún cuando la Provincia lograra desvincularse del convenio de Responsabilidad Fiscal, el costo de salir de ese sistema -que genera ventajas como, por caso, el refinanciamiento de deudas con la Nación-, podría neutralizar un supuesto beneficio de la cuasi-moneda.
 
Cuando se elaboró el Presupuesto, las cuentas de la Gobernación apuntaron a obtener $ 5.000 millones mediante un préstamo del Tesoro Nacional -que ya en 2011 le había acercado auxilio por ese monto-, y la emisión de un bono por US$ 1.000 millones (un mecanismo ya utilizado con éxito en el 2011).
 
La reforma
 
La autorización al Ejecutivo, incluida en la Ley de Presupuesto, para tomar fondos a corto plazo en el mercado interno por $ 3.000 millones mediante la colocación de Letras de Tesorería, completaba el esquema para transitar un año duro pero esquivando la crisis.
 
Sin embargo, eso aparece como imposible.
 
En este contexto, el ajuste impositivo impulsado por el Ejecutivo ha pasado a ser crucial aunque sólo aporte un alivio.
 
En ese proyecto se establecen aumentos en los impuestos a los Ingresos Brutos, a los Sellos y al Inmobiliario Rural -por la vía de un revalúo que eleva la base imponible de ese tributo-. 
 
Con esos cambios se calcula incrementar la recaudación provincial de este año en $ 1.000 millones. Y se eleva la autorización para emitir Letras de Tesorería por otros $ 2.000 millones, redondeando así la posibilidad de conseguir financiamiento por $ 5.000 millones mediante ese mecanismo.
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Pero el revalúo previsto provoca un duro rechazo del campo, y aunque el proyecto alcanzó a ser aprobado en el Senado con apoyo opositor, el oficialismo no consigue el quórum necesario para tratarlo en Diputados.
 
Mientras tanto, la Gobernación comenzó en la última semana a utilizar otra alternativa: la toma de financiamiento en el mercado interno, comenzando por $ 225 millones, de un bono previsto para captar en total $ 1.120 millones. El sistema financiero nacional está dispuesto a prestarle fondos a la Provincia... a un costo oneroso.
 
Otra alternativa de financiamiento es postergar pagos a los proveedores por $ 2.000 millones mediante la emisión de un bono. Hace algunas semanas, la Gobernación canceló con bonos, deudas 2011 por $ 500 millones contraídas con grandes proveedores.
 
Argumentos
 
Daniel Scioli no negoció con Néstor Kirchner cuando éste lo envió al territorio bonaerense.
 
Scioli preparaba su proselitismo en Ciudad de Buenos Aires, su distrito electoral tradicional, y Kirchner lo envió a la provincia porque el Frente para la Victoria no tenía otro candidato con posibilidades.
 
Cuando Carlos Menem envió a Eduardo Duhalde, por otros motivos, de la Vicepresidencia de la Nación a la Gobernación, Duhalde negoció, al menos, el Fondo para el Conurbano.
 
Scioli no negoció nada, probablemente por el temor casi reverencial que tenía por Néstor Kirchner. O porque es su personalidad. Lo cierto es que lo está pagando carísimo.
 
La ley que creó el Fondo del Conurbano en los ‘90 dispuso que Buenos Aires recibiera el 10% de la recaudación de Ganancias y un 4% se repartiera entre el resto de las provincias. 
 
Pero en 1996 el monto para Buenos Aires se congeló en $ 650 millones anuales. Así, el Estado bonaerense recibe ahora sólo el 0,5%, mientras que 6 distritos (Santa Fe, Córdoba, Chaco, Entre Ríos, Tucumán y Mendoza) reciben fondos superiores a los $ 650 millones de Buenos Aires.
 
Según las pautas oficiales del Presupuesto nacional, el Producto Bruto Interno (PBI) seráen 2012 de $ 2,1 billones, equivalente a US$ 463.000 millones.
 
La provincia de Buenos Aires aporta casi el 40% del total, porque concentra entre el 35% y el 40% de las producciones agropecuarias, fabriles y de los principales rubros de servicios, incluidos los bancarios.
 
También el 39% de la población del país, una gran demanda de infraestructura pública.
 
Sin embargo, la provincia de Buenos Aires solo recibe sólo el 6% del total.
 
La Administración nacional se queda, en promedio, con el 70% de los recursos totales, y el 30% restante se distribuye entre las provincias, según un esquema en el que a Buenos Aires le corresponde el 22% del volumen de los recursos que se coparticipan y que representa el 6% del total de la recaudación nacional.
 
Ese porcentaje no se corresponde con sus aportes ni sus necesidades: exceptuando a Ciudad de Buenos Aires, el Estado bonaerense es el que menos fondos recibe por cada habitante: apenas $1.177, en una escala en las que, por ejemplo, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Formosa y La Rioja superan los $5.000 por habitante.
 
Una posibilidad
 
"El revalúo fiscal de las tierras no regirá para aquellos propietarios que tengan sus campos inundados o con sequía", dicen ahora en la Gobernación.
 
Esa fue la reacción del Gobierno bonaerense a las versiones sobre la posibilidad de que Scioli tendría resuelto disponer por decreto el polémico revalúo de las tierras dedicadas a explotaciones agropecuarias, en el marco de una negociación con la Casa Rosada que le garantice asistencia financiera.
 
De acuerdo a las versiones, esta decisión allanaría el camino no sólo para aliviar la difícil situación financiera de la provincia de Buenos Aires, y para destrabar en la Legislatura la aprobación del paquete impositivo que no pudo votarse la semana pasada.
 
De esta forma, Scioli echaría mano a una "solución política" que conlleva un gesto al kirchnerismo, que le venía reclamando que el revalúo que afectará a los productores rurales fuera dispuesto por decreto.
 
En medio de las tensiones políticas entre el sciolismo y la Rosada, sectores kirchneristas pretenden que Scioli asuma el costo político de llevar casi al valor de mercado las valuaciones fiscales de los campos que, como efecto inmediato, disparará los valores que los ruralistas deben pagar por impuestos nacionales como Bienes Personales.
 
Si bien no existen datos firmes acerca del impacto de esa medida, sectores del campo hablan de que deberían desembolsar entre $800 millones y $ 1.500 millones más a las arcas nacionales. 
 
En cambio, en el caso del Impuesto Inmobiliario Rural que se tributa en la provincia, el incremento anual no pasaría los $ 300 millones.

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