La obesidad es una enfermedad crónica de origen multifactorial prevenible, la cual se caracteriza por acumulación excesiva de grasa o hipertrofia general del tejido adiposo en el cuerpo; es decir, cuando la reserva natural de energía de los humanos y otros mamíferos —almacenada en forma de grasa corporal— se incrementa hasta un punto en que pone en riesgo la salud o la vida. El sobrepeso y la obesidad son el quinto factor principal de riesgo de defunción humana en el mundo. Cada año fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas como consecuencia del sobrepeso o la obesidad.
OBESIDAD
Sus efectos en la fertilidad masculina
Está comprobado que la obesidad también afecta la fertilidad masculina al igual que ocurre en las mujeres, ya que el exceso de peso tiene un impacto negativo sobre la capacidad de concebir del varón. En conclusión lo que ocurre en que a mayor perímetro de cintura, menor es la cantidad de espermatozoides que el cuerpo masculino puede llegar a producir.
La obesidad no sólo es una enfermedad que provoca graves efectos en la salud y la fertilidad de la mujer. Un reciente estudio demostró que en el varón un peso corporal excesivo se asocia con reducciones en el volumen del semen, en la cantidad de espermatozoides, en su movilidad, e inclusive en la concentración del esperma. Cuando una persona presenta un mayor perímetro de cintura en su cuerpo esto provocará que haya una menor capacidad reproductiva, sostiene un estudio realizado en India sobre más de 1200 varones.
“Se sabe que las mujeres obesas tardan más en concebir, y ahora este estudio prueba que los hombres obesos también son una causa de un retraso en la concepción", comentó el autor principal del estudio, el Dr. Gottumukkala Achyuta Rama Raju, investigador del Centro de Reproducción Asistida en la Clínica Krishna de FIV, en Visakhapatnam, India, que señaló que estudios en curso están mostrando que los tratamientos de la obesidad permitirían revertir sus efectos sobre la fertilidad.
Los nuevos hallazgos están en sintonía con estudios previos, comentó el Dr. Santiago Brugo Olmedo, especialista en Medicina Reproductiva y Director Médico de Seremas: “Un estudio publicado previamente la revista Human Reproduction evaluó cómo incide en la fertilidad masculina el índice de masa corporal y el perímetro de cintura, mostrando que el sobrepeso y la obesidad están asociados con una disminución del volumen de eyaculado y con una baja concentración de espermatozoides. Hoy se sabe que en los varones obesos se produce una disminución de los niveles de testosterona que es proporcional al exceso de peso”.
En la Argentina, el 43,4% de los varones adultos presenta sobrepeso y el 22,9% obesidad, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada por el Ministerio de Salud de la Nación. La epidemia de sobrepeso y obesidad que afecta actualmente al mundo occidental se desarrolla en paralelo a una caída de la fertilidad masculina. Un estudio reciente mostró que entre 1971 y 2011 el número de espermatozoides por milímetro de esperma se redujo 52,4% en los países occidentales.
Incluso hay trabajos epidemiológicos que vinculan ese descenso en la calidad espermática con la obesidad. “En un estudio de enero de este año, publicado en la revista Human Reproduction y realizado sobre 1737 pacientes con problemas de diminución de espermatozoides en el eyaculado, se diagnosticaron diversas causas de esterilidad, pero un dato en común fue que la proporción de varones obesos o con sobrepeso estaban significativamente incrementados en todos los grupos de hombres estériles estudiados”, agregó el Dr. Brugo Olmedo.
La única solución para poner fin al problema es consultar con un especialista que pueda ayudar a la personas a llegar a su peso saludable, ya que no solo estará bien de salud sino que también se sentirá mejor para poder encarar sus días de una manera diferente y hasta inclusive el sujeto estará capacitado para hacer cosas que el mismo sobrepeso le impiden.
La mayoría de los investigadores han concluido que la combinación de un consumo excesivo de nutrientes y el estilo de vida sedentaria son la principal causa de la rápida aceleración de la obesidad en la sociedad occidental en el último cuarto del siglo XX.
A pesar de la amplia disponibilidad información nutricional en escuelas, consultorios, Internet y tiendas de comestibles,19 es evidente que el exceso en el consumo continúa siendo un problema sustancial. Por ejemplo, la confianza en la comida rápida rica en energía, se ha triplicado entre 1977 y 1995, y el consumo de calorías se ha cuadruplicado en el mismo periodo.
Sin embargo, el consumo de alimento por sí mismo es insuficiente para explicar el incremento fenomenal en los niveles de obesidad en el mundo industrializado durante los años recientes. Un incremento en el estilo de vida sedentaria también tiene un rol significativo en los niveles actuales elevados de esta enfermedad.
Cuando se trata de obesidad mórbida (Índice de Masa Corporal superior a 40), esta tarea puede resultar muy difícil de cumplir y requerirá de ayuda profesional. Una de las alternativas más eficaces para mejorar este cuadro y cada vez más sugerida por los ginecólogos es a través de un tratamiento multidisciplinario que incluya tanto cirugía bariátrica como apoyo nutricional y psicológico. De utilizar esta opción, es esencial que se lleve a cabo a través de un equipo experimentado y que cuente con una preparación y seguimiento posoperatorio adecuado.