ECONOMÍA 2013
Cristina Electoral: Nuevos indicios de que Brasil no arranca
Los economistas cristinistas, tanto los que tienen empleo público como los que no son funcionarios públicos -el caso de Miguel Bein, por ejemplo- anticiparon un 2013 mejor por el estímulo de la cosecha y de Brasil (la política económica argentina consiste en buscar otro 'viento de cola', se carece de cualquier otra iniciativa). Los precios y el rendimiento de la campaña sojera son buenos aunque no excelentes (los precios bajaron bastante), y muchos creen que no alcanza a satisfacer las expectativas/necesidades del Frente para la Victoria. En cuanto a Brasil, sigue con un crecimiento bajo, que tampoco alcanza para la economía argentina, sin mencionar los graves problemas que están ocurriendo en el intercambio comercial. Si Brasil no sopla a favor de la Argentina, la economía de Cristina Fernández de Kirchner mantendrá un rendimiento pobre: bajo crecimiento y alta inflación. Eso es malhumor de la población, que conoció períodos mejores de consumo doméstico. Para una Presidente de la Nación que todavía no logra recuperar en 2013 todo lo que perdió en 2012, es un enorme problema en un año electoral. A propósito de Brasil, una interesante opinión.
05 de abril de 2013 - 00:00
por RAQUEL LANDIM
S. PAULO (Sala ao Lado/O Estado). El desempeño de la balanza comercial en este 1er. trimestre es preocupante. El superávit de US$ 2.400 millones logrado de enero a marzo de 2012 se transformó en un déficit de US$ 5.150 millones en el mismo período de este año. Las exportaciones registraron una caída de 3,1% en el trimestre, mientras que las importaciones tuvieran un incremento significativo, 11,6%. No es un inicio de año promisorio.
Es obvio que existen atenuantes ya que el 1er. trimestre es estacionalmente más flaco para las exportaciones, que se recuperan cuando comienza la cosecha agrícola. Los precios de las commodities dejaron de subir, pero aún son niveles muy elevados, lo que ayuda a Brasil. Ya vi en muchas ocasiones a los economistas comenzando el año anticipando resultados catastróficos para la balanza comercial, que llega en diciembre aún a un superávit significativo.
Pero puede ser que en esta ocasión todo sea diferente. Lo que más preocupa es que un análisis cuidadoso de los números muestra que las deficiencias en la competitividad brasilera y los errores en la política económica del gobierno de Dilma Rousseff al intentar corregir el problema, están reflejados en la balanza comercial.
Las exportaciones de productos básicos cayeron 3,9% en el trimestre. Este número va a corregirse en forma significativa a la hora de comenzar la cosecha récord prevista y el agronegocio debe nuevamente salvar las cuentas externas, pero no con toda la pujanza que podría. El cuello de botella en los puertos, que no tienen estructura suficiente para embarcar toda la soja producida por los eficientes agricultores del Centro-Oeste brasilero, impedirá una contribución aún más positiva a la balanza comercial.
Las ventas externas de productos manufacturados están en caída de 3,6% de enero a marzo. Para espanto de los técnicos del gobierno, la devaluación del real no surtió efecto. La variación en el tipo de cambio fue provocada con barreras al ingreso de recursos (capitales) y mucha intervención del Banco Central comprando reservas, medidas que tienen un costo alto para el país. La cuestión es que la demanda externa aún es muy débil y, principalmente, que el tipo de cambio no va a resolver el problema de competitividad que tiene Brasil.
Conforme a un estudio que será difundido en horas más por la Fiesp (Federación de Industrias del Estado de S. Paulo), en un evento que reúne a empresarios brasileros y paraguayos, es 30% más barato producir tejidos en Paraguay que en Brasil. La estimación considera las diferencias en los costos de energía, impuestos y mano de obra. Es natural que sectores tales como textiles y calzados migren hacia economías con salarios más bajos. Sólo que esos sectores no están siendo sustituídos por productos de alta tecnología o por servicios sofisticados en la pauta de exportación brasilera.
Del lado de las importaciones, lo que más pesa en la balanza es un aumento de 35,6% en las compras de combustibles. Ese porcentaje es provocado por 2 graves errores del gobierno:
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> Los incentivos tributarios para la compra de vehículos, que fueron renovados nuevamente la semana pasada, congestionaron las rutas del país e impulsaron la demanda de combustibles; y
> el congelamiento del precio de los combustibles afectó la capacidad de inversión de Petrobras, que tiene que importar cada vez más.
Las importaciones de combustibles son aún más significativas de lo que todavía muestran los números. Tatiana Prazeres, secretaria de Comercio Exterior, afirmó en una rueda de prensa, que aún faltan registros que debe enviar Petrobras por US$ 1.800 millones, a causa de una instrucción de Receita (Presupuesto), que permitió a Petrobras enviar con demora los registros, según lo demostró un reportaje de O Estado.
Las importaciones de bienes intermedios, principal ítem de la pauta de compras externas del país, están creciendo al 9% entre enero y marzo, por debajo del promedio general. Ese ítem guarda una relación directa con la producción industrial, que está muy débil. Si la industria reacciona, tal como espera el gobierno y sería óptimo para Brasil, las compras externas de bienes intermedios subirán. ¿Cuál será el tamaño del perjuicio para la balanza comercial?
Los datos también muestran que las medidas proteccionistas del gobierno surtieron efecto pero no resolvieron el problema. Las compras externas de bienes de consumo crecieron 7% en el trimestre, también por debajo del promedio general. Las importaciones de automóviles cayeron un espectacular 28,6% a causa de las barreras implementadas por el nuevo régimen automotriz, el Inovar Auto. Sin entrar a debatir los méritos del nuevo régimen para el desarrollo de la industria, el hecho es que los consumidores brasileros comprobaron que los precios de los autos importados fueron para arriba. Pero el resultado de la balanza comercial no mejoró.
"La balanza está reaccionando, marzo ya fue un poco mejor y nosotros esperamos que a partir de ahora mejore aún más el saldo", dijo Fernando Pimentel, ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, en Brasilia. "Vamos a trabajar para repetir lo del año pasado. No sabemos si será posible porque la situación internacional no está bien, la reacción de las commodities también está más lenta de lo que la gente esperaba, pero no hay nada que nos preocupe mucho, no".
Es posible que el ministro se encuentre en lo correcto, y todos los economistas equivocados, tal como, y lo repito, ocurrió en otros años. También el trabajo del ministro es ser optimista. Pero hay motivos para la preocupación.