ANTE LA VUELTA DE ELLA

Vía CTA, Movimiento Evita busca ganar espacio frente a La Cámpora

El acercamiento del Movimiento Evita a la CTA encendió la alarma dentro de La Cámpora y el kirchnerismo, y no son pocos los que hablan de una interna, dentro de una de las mayores estructuras de militancia del oficialismo. Ganar la calle es el objetivo 2011-2015, en la previa del retorno de Cristina Fernández.

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) El acercamiento del Movimiento Evita -que dirige  Emilio Pérsico, el diputado  kirchnerista Fernando Navarro y el ex Canciller Jorge Taiana- a la CTA  llamó la atención de muchos dentro del kirchnerismo  y encendió una señal de alarma. El movimiento siempre estuvo encolumnado detrás de Hugo Moyano.
 
Pero dentro de La Cámpora la noticia corrió como reguero de pólvora, porque no son pocos los que ya hablan de una ruptura dentro del movimiento y un  debate interno, en la víspera del regreso de Cristina Fernández al Gobierno.  
 
En paralelo a La Cámpora, el movimiento comenzó a  crecer hasta convertirse en otro polo de poder en el kirchnerismo. Y al  parecer, la sociedades cambiaron. Ganar la calle es el objetivo 2011-2015
 
Este lineamiento se puede leeer inclusive en el documento final del  Congreso Nacional celebrado en Termas de Río Hondo en diciembre pasado.  Allí, el moivimiento plantea un puente entre la Presidente y Hugo Moyano,  muy diferente a las ideas mucho más rupturistas de La Cámpora que pretender romper con Moyano y buscar una nueva conducción.  
 
El objetivo en adelante del Movimiento Evita es acomodarse en un nuevo  espacio de poder, de cara al 2015 y la relación con Hugo Moyano es un tema  que divide aguas entre los movivmientos.
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El papel protagonista que tomó el Movimiento Evita durante la internación  de Cristina en la vigilia callejera, fue todo un símbolo del creciente  protagonismo que ganó esta organización en el universo kirchnerista desde  su lanzamiento, en mayo de 2006. Es hoy una de las mayores estructuras de  militancia del oficialismo.
 
Y con el tiempo, consolidó un perfil más político y dejó atrás el trabajo  sólo social. En pocos años sus dirigentes pasaron de encabezar piquetes de  desempleados a ocupar puestos en los gobiernos de Cristina y de Daniel  Scioli, además de tener presencia en el Congreso y en varias legislaturas y  concejos deliberantes.
 
El movimiento, con capacidad para movilizar unas 70.000 personas en todo el  país, según calculan sus dirigentes, también cumple un papel clave en el  programa Argentina Trabaja -en el que dirige buena parte de las  cooperativas donde cada empleado cobra 1200 pesos por mes-, se desplegó en  universidades y colegios secundarios.
 
En este año que comienza y de cara a lo que viene, el debate de fondo será  qué quiere decir profundizar el modelo, ya que es un caballito de batalla  que tiene diferentes interpretaciones y es el supuesto eje 2011-2015. Al respecto, el documento explica lo siguiente:
 
Los votos son de Cristina y de nadie más. Pero Cristina hay una sola y  Néstor ya no está. La construcción de su fortaleza depende sobre todo del  armado de estos dos primeros años. No sólo tenemos que lograr las leyes que  institucionalicen sino la organización popular que permita el avance y el  llenar de contenido de estas leyes.
 
La disputa por la renta y la distribución demanda una gran capacidad  política de unidad, en esto está la clave de los próximos años.
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En dos años empieza una puja política y tenemos que estar preparados. El  enemigo va a poner piedras más pesadas en un año duro como el próximo. La  inflación puede ser un tema.
 
Todavía es relativa la fuerza política a favor del proceso, también lo es  la fuerza del movimiento obrero organizado y el derrame inducido no llegó a  todos los sectores.
 
Hoy los que están en mejores condiciones de ir por esa riqueza son los  grupos concentrados. No hay país para todos sino desconcentramos y si no  generamos un proceso económico diferente.
 
También es ardua la tarea de construir un Estado que no siga disociado de  los intereses populares. Es necesario resignificar el Estado. Todavía  sufrimos la contradicción de que lo revolucionario de cada una de las leyes  o medidas nuevas que impulsa el gobierno se frenan por el Estado. Éste, así  como está no nos sirve porque no es popular ni atiende a la lógica del  proyecto.
 
Lo mismo con la renovación política, donde Cristina da un paso hacia  adelante en definir listas de otra manera, vinculándolas al puente de  plata.
 
La pelea contra la precarización del empleo, la falta de vivienda y los  nini son tres prioridades de nuestra lucha reivindicativa. Además de  conseguir la reivindicación, nos tiene que servir principalmente para  construir la organización popular. Debemos además avanzar y profundizar el  reparto de la renta a los trabajadores pero también en términos  territoriales. De manera federal teniendo en cuenta la diversidad y  heterogeneidad que tenemos en el país.
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En el interior de nuestra Patria también debemos dar la pelea: cada región  tiene una cultura propia que no se permite desarrollar porque todo viene  del centro. Necesitamos desarrollar nuestras economías, políticas y  culturas regionales. Si en el interior avanzamos en organizar el pueblo a  partir de sus reivindicaciones vamos a empezar a tocar intereses de  sectores provinciales que están en el proyecto. Debemos definir por dónde  vamos a caminar.
 
Nuestra situación en cada uno de los terrenos va a ser difícil. Porque es  más difícil representar a los sectores desprotegidos. En este proceso  político vamos a caminar por un camino muy endeble. O representamos lo  nuevo o nos acomodamos a la luz de este proceso.
 
La cuestión central será: cómo mantenemos la unidad y la lucha defendiendo  la estabilidad. Cómo hacemos en los próximos años para mantener la unidad  pero avanzar con la lucha. Esto se va a presentar en todos los terrenos  (política, reivindicativa, social). El enemigo va a trabajar sobre cómo nos  dividen, cómo aprovechan cualquier debilidad.
 
Nuestro desafío: Cualificar al Evita, construir la herramienta  reivindicativa y la política, en el marco de unidad y lucha. Tener  capacidad de maniobra sin quebrarnos.
 
¿Qué tipo de organización y militancia necesitamos? El nivel de  participación existente tiene otra lógica y tenemos que analizarlo para  estar a la altura. La organización es la que ata al compañero a la línea y  la estrategia. Y permite que la vinculación con el estado neoliberal se dé  de otra forma.
Construir la no neutralidad del Estado y las herramientas que puedan  superar la fragmentación.