SALUD

PANDEMIA Y MALESTARES

Qué es la infoxicación, por qué genera estrés y cómo evitarla durante la cuarentena

Durante el período de aislamiento preventivo y obligatorio, las personas sienten los efectos de la falta de relaciones sociales y eso las estresa, como también la sobrecarga informativa producto de la necesidad de saber cada vez más y la inmediatez de las comunicaciones. En la charla gratuita de reducción de estrés de la Clínica Adventista Belgrano (CAB) dieron consejos para ser consumidores responsables de noticias.

Durante esta cuarentena debido al COVID-19, se recibe mucha información a diario, a través de diferentes canales: hablando con miembros de nuestra familia, la radio, la televisión, los portales de noticias y las redes sociales. 

Como si hubiera poco para estar estresado en este mundo completamente globalizado e hiperconectado, llegó la pandemia por COVID-19 y con ella, otro "virus": la infoxicación.

Infoxicación es un término acuñado por el físico Alfons Cornellá. Según sus palabras, la infoxicación es "el exceso de información. Es, pues, lo mismo que el information overload. Es estar siempre «on», recibir centenares de informaciones cada día, a las que no puedes dedicar tiempo. Es no poder profundizar en nada, y saltar de una cosa a la otra. Es el «working interruptus». Es el resultado de un mundo en donde se prima la exhaustividad («todo sobre») frente a la relevancia («lo más importante»)".

En la charla gratuita de reducción de estrés de la Clínica Adventista Belgrano (CAB), los especialistas indicaron que, para mantenerse fuera de la infoxicación, hay que seguir una serie de consejos con respecto al consumo de noticias diarias. 

"En toda comunicación hay un emisor y un receptor. Nosotros, los receptores deberíamos exigir que el emisor reúna ciertos requisitos. A un emisor se le tendría que exigir que la información que provea sea veraz, chequeada, fiable y respetando ciertas normas y preceptos éticos y morales", indican desde el centro de salud mediante una charla vía Zoom.

"Si no cumple con estos requisitos, filtro la información, entonces no genera estrés. Como receptores, debemos ser escépticos, curiosos y pacientes", agregan.

"La sobrecarga de información no hace más que desinformarnos", aseguran desde la CAB y articulan esta idea con el concepto con el de modernidad líquida, introducido por el sociólogo Zygmunt Bauman. La modernidad líquida describe que la sociedad actual es fluida y volátil, sin valores demasiado sólidos y en la que la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios ha debilitado los vínculos humanos.

"La intoxicación nos lleva al estrés porque va de la mano de la inmediatez. Por ejemplo, quiero saber siempre las noticias de hoy: recuperados y muertos de COVID-19, en Argentina, España y Zaire. Cuando se cae en el consumo de la inmediatez, me conduce a la impaciencia. La inmediatez, característica de la modernidad líquida", indican.

Como si el consumo excesivo de noticias no fuese de por sí una complicación para el control del estrés, a esto se le suma la gran cantidad de fake news que rondan en las redes como también en los medios de comunicación.

"Esta sobrecarga informativa que nos intoxica por falsedad y gran volumen nos cansa. El humano no estaba apto para digerir tanta información", aseguran.

Por otro lado, en esta era de modernidad líquida, donde el acceso a la información es inmediato debido a las nuevas tecnologías, (con solo tocar dos veces la pantalla del celular ya se obtienen nuevos datos), se lee más información de la necesaria porque se cree que así se tomarán mejores decisiones. También se recibe a diario gran cantidad de datos que jamás se han pedido o que resulten útiles, basta con chequear la bandeja de entrada del mail para leer la gran cantidad de mails publicitarios. Existe además la tendencia de guardar textos, fotos y archivos de todo tipo, con la esperanza de que resulten útiles en un futuro.

Por todas las razones previamente nombradas, las personas pueden sentir durante el confinamiento: insatisfacción, irritabilidad, insomnio, miedo, pánico, desinterés, desorientación, aburrimiento o tristeza. Esto genera un agotamiento a lo largo del día, que lleva a realizar un sobreesfuerzo. Así es como crece el nivel de estrés.

Algunos consejos para evitar la infoxicación son:

*Establecer objetivos de información: pensar qué y para qué se necesita información. Preguntarse: ¿qué me gusta leer/ver/escuchar? ¿qué información es útil para mi vida/mis estudios/mi trabajo?

*Priorizar: clasificar la información en base a los objetivos fijados, analizarla y dividirla en temas y subtemas.

*Verificar y reconocer: comprobar la veracidad y fiabilidad de las fuentes. Reconocer a los autores que sean realmente relevantes. Si el origen no es seguro, desechar la información inmediatamente.

*Utilizar herramientas de la web o aplicaciones para seleccionar la información: buscar un tema particular a través de buscadores o marcar como favoritos ciertos sitios para entrar regularmente a través de bookmarks

*Extremo cuidado en redes sociales: no todo lo que se lee en redes sociales es cierto. Son una importante fuente de información y muchas veces, las propias causantes de la infoxicación. Pero para aprovecharlas al máximo y sin caer en este fenómeno, se pueden aprovechar algunas de sus herramientas que permiten organizar la información de manera que se pueda leer solo lo que interesa. Por ejemplo: Twitter tiene la función de filtrar tweets con determinados términos, crear listas de cuentas interesantes, o simplemente bloquear a los usuarios que no son de importancia para el usuario o que le provocan malestar.

 

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