La Justicia del Distrito Federal (Brasilia) determinó la prisión preventiva del empresario bolsonarista George Washington de Oliveira Sousa, de 54 años, tras una audiencia de custodia celebrada en la tarde del domingo 25/12, acusado de planificar un atentado terrorista con bomba cerca del aeropuerto de la capital de Brasil.
PRESUNTO TERRORISTA
George Washington no está solo: S.O.S. demócrata en Brasil
Turbio Brasil tras la detención el sábado (24/12), Nochebuena, de George Washington de Oliveira Sousa, sospechoso de intentar un atetado terrorista en Brasilia.
George Washington fue trasladado al Complejo Penitenciario de Papuda. En la versión dada a la policía, el sospechoso confesó ubicar un artefacto este sábado (24/12) cerca del aeropuerto de Brasilia.
Aliados de Lula da Silva y autoridades brasileras no bolsonaristas temen nuevos intentos de terrorismo y exigen la desmovilización del campamento de simpatizantes del presidente Jair Bolsonaro (PL), ubicado en el Cuartel General del Ejército, en la capital federal, a escasos kilómetros de donde sucederá la ceremonia de posesión.
George Washington fue detenido el sábado 24/12 por investigadores de la 10ma. Comisaría de Policía (Lago Sur), en la vivienda que alquilaba, y la Policía Civil del Distrito Federal (PCDF) encontró armas, más de 1.000 municiones, explosivos y materiales explosivos tales como querosene de aviación, además de un detonador para un dispositivo remoto de la bomba. Los artefactos habían sido trasladados en una camioneta desde el estado de Pará (desde Xinguara, en ese estado, hasta Brasilia DF son 1.273 km, 17 horas y 13 minutos).
Dueño de una red de estaciones de servicio en Pará, George Washington decidió, luego del balotaje, dejar a su esposa e hijos en la ciudad de Xinguara para viajar a Brasilia a unirse al grupo que protesta frente al Cuartel General del Ejército contra la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva (PT).
El presidente saliente, Jair Bolsonaro, no comentó sobre el episodio y se limitó a publicar un mensaje navideño en las redes sociales. Autoridades involucradas en la ceremonia del 01/01/2023 hablan de la necesidad de revisar planes y reforzar la vigilancia.
Temores
Desde que se proclamó el resultado de las elecciones en la 2da. vuelta, los bolsonaristas piden una intervención militar y alimentan el discurso de que Lula da Silva no asumirá.
La Policía Civil del Distrito Federal informó que George Washington era bolsonarista y participó en el campamento en el Cuartel General del Ejército.
El caso aumentó la presión sobre el Ejército, que se encarga desde hace semanas de intentar desmovilizar a los manifestantes. Los ministros del Supremo Tribunal Federal de Justicia defienden la evacuación inmediata del refugio de los violentos.
Según altos mandos militares, existe la intención de desmantelar la estructura del sitio para el 30/12/2022, si fuese que todavía queda gente en el lugar, y en cualquier caso el 01/01/2023 estará desmovilizado.
En audiencia de custodia, la jueza Acácia Regina Soares convirtió en preventiva la detención en flagrancia del simpatizante de Jair Bolsonaro (PL), para garantizar la seguridad pública, ya que, además de la bomba, tenía gran cantidad de armas y municiones:
- 1 fusil AR10,
- 2 escopetas calibre 12,
- 30 cartuchos de 357 municiones Magnum,
- 39 paquetes de municiones 9mm que contienen 10 municiones intactas sin explotar,
- 2 cajas con 50 municiones 9mm, etc.
George Washington admitió que tenía la intención de distribuir armas y municiones entre partidarios de Bolsonaro acampados frente al cuartel general del Ejército y que planificaba una explosión en un camión cisterna ubicado en el estacionamiento del aeropuerto de Brasilia DF aunque la idea inicial era explotar el artefacto en la subestación eléctrica de Taguatinga para “generar un caos que llevaría al estado de sitio”.
La bomba explotaría a través de un dispositivo remoto. "El 22/12/2022, varios manifestantes del campamento me hablaron y me sugirieron que explotáramos una bomba en el estacionamiento del aeropuerto de Brasilia durante la madrugada y luego hiciéramos una denuncia anónima sobre la presencia de otros 2 bombas dentro del área de abordaje”, informó en su declaración.
También según él, "al día siguiente, (23/12/2022) una mujer desconocida sugirió a los manifestantes que se instalara una bomba en la subestación de energía de Taguatinga para provocar la falta de energía eléctrica y comenzar el caos que llevaría al estado de sitio".
Según él, renunció a llevarse consigo la bomba, pero otro hombre, de nombre Alan, se encargó de transportar el explosivo a la estación de Taguatinga. Sin embargo, luego, este bolsonarista llamado Alan, habría cambiado de opinión y retomado el plan del aeropuerto.
El empresario dijo que la idea surgió el día de la graduación de Lula da Silva por el Tribunal Superior Electoral (TSE). En la ocasión, los bolsonaristas realizaron violentos ataques en el centro de Brasilia.
“El 12/12/2022 hubo una protesta por una detención y hablé con los PM (Policía Militar) y los bomberos encargados de contener a los manifestantes, quienes me dijeron que no frenarían la destrucción y el vandalismo, mientras no se atacara a la policía", confesó. “Entonces me quedó claro que la PM y los bomberos estaban del lado del presidente (Bolsonaro) y que pronto se ordenaría la intervención de las Fuerzas Armadas”.
Pero, según él, "pasó casi 11 mes, no pasó nada. Entonces, decidí trazar un plan con los manifestantes para provocar la intervención de las Fuerzas Armadas y la declaración del estado de sitio para impedir el establecimiento del comunismo en Brasil".
Recién hace 15 días el Ejército comenzó a desmantelar las tiendas de campaña, cambiar los permisos de estacionamiento y prohibir el traslado de generadores de electricidad a la base bolsonarista. Según un militar entrevistado por Folha de S. Paulo, la fiesta de Navidad fue importante para que algunos regresaran a sus hogares.
Ahora, algunos militares han dicho que los manifestantes no son bienvenidos. Pero dicen que todavía temen alguna conexión de manifestantes con el Ejército.
Demora
Además del silencio de Bolsonaro, sorprendió que el ministro de Justicia, Anderson Torres, tardara en manifestarse por la detención de George Washington.
Más de 24 horas después de que se desactivara el explosivo, Torres utilizó las redes sociales para afirmar que llamó a la Policía Federal para monitorear las investigaciones.
“Es importante que esperemos las conclusiones oficiales, para la debida rendición de cuentas”, escribió.
Miembros del equipo de Lula da Silva se quejan de lo que califican como "omisión y connivencia" del gobierno federal y el Ejército.
Dicen que el campamento debió haber sido desmantelado hace mucho tiempo y recuerdan la escalada de violencia el día de la entrega de diplomas al binomio Lula-Alckmin en el TSE (Tribunal Superior Electoral), cuando los bolsonaristas intentaron invadir la sede de la Policía Federal, incendiaron autos y provocaron el caos en la capital.
Ellos justificaron su violencia en la detención del indígena José Acácio Serere Xavante, por su participación en actos antidemocráticos en la capital federal.
El PT ganó las elecciones defendiendo la derogación de los decretos de flexibilidad de portación de armas de Bolsonaro, quien aumentó la circulación de armas de puño pero también de calibre grande, diciendo que "un pueblo armado nunca será esclavizado".
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