PSG dio la sorpresa. Aunque la mayoría de los números tenían color rojo, porque el Liverpool llegaba con la ventaja del 1 a 0 en la ida y porque se jugaba en el imponente estadio Anfield, el conjunto parisino se animó a patear el tablero y derrotó a los ingleses por los octavos de final de la UEFA Champions League.
UEFA CHAMPIONS LEAGUE
Liverpool y PSG jugaron con esencia sudamericana y salió el partidazo del año
PSG dio el gran batacazo y eliminó a Liverpool en Anfield. En una serie muy igualada, todo se definió en los penales, donde Donnarumma fue héroe.
Disparos rasantes desde afuera del área. Tiros en el travesaño y cabezazos en el palo. Atajadas furiosas para remates furiosos. Salvadas en la línea. Contragolpes. Gambeta y pizarrón. Liverpool y PSG jugaron un verdadero partidazo; probablemente el mejor encuentro en lo que va de 2025.
Liverpool y PSG divirtieron con lo mejor de ambos mundos: el europeo y el sudamericano
Fue un duelo con esencia sudamericana. De esos que reivindican el espíritu del fútbol. De esos que tocan todas las aristas posibles dentro un partido. Ingleses y parisinos regalaron un encuentro de emociones a flor de piel, que dio lugar a que el ingenio individual florezca entre planes tácticos y estructuras predeterminadas.
En Anfield, el fútbol europeo más rígido, posicional y ordenado, encontró un partenaire que bailó la misma música pero con impronta propia: el fútbol sudamericano, más irracional, desordenado y sometido a la creatividad ye improvisación individual.
El rápido empate que consiguió PSG (a los 12 minutos de juego, en los pies de Dembelé) y puso el global 1 a 1 obligó al equipo de Luis Enrique y al de Arne Slot a ir en búsqueda de ampliar la ventaja. Eso ensució un poco el partido, pero no en términos peyorativos. Le dio algo de desorden al juego, planteando un duelo de ida y vuelta. Las transiciones dominaron la escena; con mucho más dominio, eso sí, del equipo visitante.
Los esquemas tácticos se mantenían, pero las tribunas de Anfield veían a los protagonistas tomando decisiones individuales y osadas. Lo mejor de ambos mundos. Sobre todo porque, dado el nivel de jerarquía que presentaban los futbolistas, las secuencias eran precisas, dinámicas, atractivas. Ninguno daba tregua a su rival y animaban un partido con emociones intensas y sostenidas.
Alisson, sobre PSG: "Hay que reconocer que había un equipazo del otro lado, esto es fútbol"
Así las cosas, los dirigidos por Luis Enrique estaban un escalón por encima de los Reds. Tanto, que hicieron a Alisson Becker, arquero del conjunto inglés, figura nuevamente. Ya lo había sido en el cotejo de vuelta, permitiendo sostener un 1 a 0 para el Liverpool que no había sido tan merecido. En el encuentro de esta tarde, por el contrario, no hubiese sido injusto si ganaba la serie.
El guardameta brasileño dijo tras el partido: "Tenemos que salir de acá con la cabeza en alto porque hoy esta noche hicimos una presentación muy buena, merecíamos un poco más". Y agregó:
El 1 a 0 en los 90 minutos quedó corto. Fue lo único escueto en un duelo que tuvo de todo. Hubo grandes chances para los dos lados. En el tiempo suplementario ya no pasó mucho, con las piernas fatigadas y con los últimos suspiros. Slot se animó a sacar a Alexis Mac Allister, que salió reemplazado en una decisión bastante cuestionable.
PSG tuvo premio y Donnarumma fue héroe en los penales
Al final, todo se definió en los penales. Lo hecho durante los 90 minutos de tiempo regular, inclusive en los 30´de tiempo suplementarios, no fueron suficientes. Pero no alcanzaron no porque el PSG y el Liverpool mostraran apatía o poco juego. No alcanzaron porque la moneda de la suerte no terminaba de caer para ningún lado, porque los arqueros fueron figura para los dos lados y porque este deporte se llama fútbol.
Al final, ninguno de los dos lo consiguió en 120 minutos que fueron una eternidad, y la azarosa tanda de penales determinó que fuese PSG quien accediera a los cuartos de final de la Champions League. Desde los 12 pasos, Gianluigi Donnarumma se hizo grande (simbólicamente, porque literalmente hablando vaya que lo es) y atajó dos disparos, uno de ellos al uruguayo Darwin Núñez.