MERCADOS

SALIR Y VOLVER A ENTRAR

Preguntas en la City y recordando aquel necesario Plan Bonex

La invitación del Banco Central a los bancos para transformar las Leliq en bonos del Tesoro reabrió el viejo debate del año 1989. A su vez, alertan por un nuevo shock inflacionario.

Antes de la noticia, el recuerdo.

El 14/06/1985, el entonces presidente, Raúl Alfonsín, y su ministro de Economía, Juan Vital Sourrouille, anunciaron el Plan Austral, que a mediados de 1986 ya había fracasado porque la inflación tenía una firme tendencia ascendente, los precios relativos se distorsionaban y los precios de exportación argentinos declinaban. Pero, en especial, las cuentas públicas estaban fuera de control.

En julio de 1987, Sourrouille, y su par de Obras y Servicios Públicos, Rodolfo Terragno, anunciaron la reforma del sector público, pero el peronismo quería ser gobierno y trabó todo. No quería hablar de privatizaciones, jejejé.

En octubre de 1988, Alfonsín / Sourrouille lanzaron el Plan Primavera, para llegar a las elecciones. No anduvo y a comienzos de 1989, el Banco Mundial suspendió toda ayuda a la Argentina.

A fines de enero de 1989, el dólar era el paraíso. La inflación de febrero fue 9,6% mensual pero en mayo llegó a 78,4%. Carlos Menem le ganó a Eduardo Angeloz. Alfonsín renunció el 09/07/1989.

Inflación de octubre de 1989, 47,3%.

La inflación anual 1989 fue 3.079,5% = hiperinflación.

Entre julio y diciembre, la economía de Menem la gestionó el gradualismo, a través del Plan Bunge & Born. Un fracaso.

Muy preocupado Menem -aunque siempre la procesión iba por dentro- designó al frente de Economía a otro riojano, Antonio Erman González. 

Álvaro Alsogaray, aliado de Menem, insistió en que el problema era la acumulación de deuda interna, con intereses gravosos y atrasos en pagos a proveedores, contratistas, y beneficiarios del sistema provisional. 

El 28/12/1989, Menem / González / Alsogaray concretaron un canje compulsivo de todos los plazos fijos que superaran el millón de australes, a cambio de bonos (denominados Bonex 89) que vencían en 1999: decreto 36/90. 

También se prohibió a las entidades financieras recibir depósitos a plazo hasta nuevo aviso. Así se confiscó el 60% de la base monetaria. Es cierto que hubo recesión por caída de liquidez. Pero peor que la recesión es la inflación descontrolada. Cualquiera lo sabe.

A eso se llamó Plan Bonex. Sin duda, preparó el camino para el Plan de Convertibilidad de 1991.

Los Bonex se terminaron de pagar en 1999.

La coyuntura

La situación es inquietante en la City Porteña. Con la bomba de Leliq de casi 4 billones de pesos a punto de estallar por las tasas negativas, el Banco Central irrumpió ayer (28/05) con un comunicado que rápidamente trasladó a economistas al año 1989:

"Las entidades financieras tendrán la opción de integrar la porción de sus encajes que actualmente mantienen bajo la forma de Letras de Liquidez del BCRA (Leliq) en bonos del Tesoro, en una medida tendiente a contribuir al desarrollo del mercado de capitales doméstico".

Más allá del reconocimiento del fracaso a la política monetaria y anti-inflacionaria, el debate por estas horas es si esto se trata del paso inmediatamente anterior a un nuevo Plan Bonex.

De acuerdo al analista financiero, Christian Buteler, "esto es meter la mano en los depósitos, acá o en la China".

En un breve punteo en su cuenta en Twitter, agregó:

- Con una Leliqs el BCRA retira dinero del mercado, con un bono del Tesoro el dinero queda dentro del circuito económico
- No es lo mismo que el encaje (parte del depósito que el banco debe guardar) este en el BCRA que se lo den al Tesoro para cubrir sus gastos
- Para el banco puede ser un tema de tasa, para vos un mayor riesgo que corre tu dinero
- Si un depositante quisiera prestarle dinero al Tesoro puede hacerlo con Fondos Comunes de Inversión
- El impacto en la inflación es similar a la emisión porque es más dinero en la economía
- Plan Bonex, ahorro forzoso, reperfilamiento, son formas en las que estos experimentos han terminado.

La raíz del problema es la fuerte emisión que hicieron los gobiernos de Mauricio Macri y lo que va de Alberto Fernández, quien no pudo ser asistido por el mercado de deuda y debió emitir para asistencia social en medio de una pandemia. De todas maneras, la idea del Plan Bonex siempre estuvo merodeando en la City Porteña como una solución posible a la imparable bola de nieve de Leliq.

 

En cuanto a este mecanismo, el economista Gabriel Caamaño aclaró: "Para el que no entendió, están permitiendo que los bancos integren encajes, pesos que estaban depositados en BCRA o integrados en LELIQ (léase, esteilizados), en títulos cortos del Tesoro. Es decir, en vez de emitir para financiar al tesoro, expanden vía encajes para hacerlo".

Desde el oficialismo dijeron a La Nación: “si la apuesta sale bien, se abrirá la puerta para que el Tesoro dependa menos del financiamiento monetario”.

Caamaño replicó: "Justamente es financiamiento monetariamente expansivo, disimulado".

Hay quienes se diferencian de la idea de que esto se trate de un Plan Bonex porque entienden que aquel mecanismo del '89 diferenciaba pesos de dólares, mientras que ahora podría correrse el riesgo de que "todo sea licuado por igual".

En tanto, el economista Salvador di Stefano recomendó en su último informe:

"La suma de la deuda en pesos de tesorería y la deuda en pesos del Banco Central suman U$S 121.357 millones. La deuda de los bonos restructurados y organismos internacionales suman U$S 137.628 millones. Debemos casi lo mismo en pesos, que, a millones de inversores del mundo, el FMI, BID y otros organismos internacionales.

Hay que salir del mercado de bonos en pesos, asegurar la ganancia en dólares o colocarse en plazo fijo ajustado por inflación hasta que el mercado corrija.

En 90 días podría ser un gran momento para entrar al mercado de bonos en pesos ajustado por inflación a precio más bajos que los actuales. También comprar algo de bonos en dólares y acciones.   

El mercado aún no tiene descontado una cesación de pagos con el Club de Paris y el FMI, una postergación en el pago no será tomada como una medida auspiciosa por el mercado.  

A partir del 1 de junio comienza el tiempo de descuento para las elecciones PASO y legislativas de setiembre y noviembre.

Si el oficialismo comienza amostrar debilidad en las encuestas, los bonos en dólares y acciones podrían esbozar una recuperación en precios.

Prepararse para que los grandes vencimientos de julio y agosto no te sorprendan. El dólar esta calentando motores y lo mejor de la suba de los bonos en pesos ajustado por CER ya lo vimos. Es momento de replegarse, para potenciar las inversiones en el segundo semestre del año.

Bonus track: BCRA entran Bonos del Tesoro salen Leliq

A la hora de escribir esta nota el Banco Central permite que los bancos realicen encajes en bonos del tesoro con un plazo no inferior a 180 días y no superior a 450 días. El Banco Central permitirá que los bancos se desprendan de leliq y pases, para reemplazarlos por Bonos del Tesoro, esto genera un efecto expansivo en la economía. Los pesos de las leliq se esterilizaban (quedaban en el Banco Central guardados), los bonos del tesoro inyectan pesos al mercado. Los más beneficiados son los bancos, no pagan el impuesto a los ingresos brutos que Larreta le aplico a las leliq, le mejoran la tasa (del 38% al 48% aproximadamente) y tienen mayor rentabilidad. Para los inversores tener Bonos del Tesoro como encajes es menos solvencia que tener Leliq o Pases. El Tesoro se beneficia porque el esfuerzo para financiarse es menor. Creo que con esta medida generan más incertidumbre, aumenta el dinero en la calle, crece la inflación y habrá un corrimiento a cubrirse en moneda extranjera. Todos los caminos conducen al dólar. Esta normativa que salio cuando terminaba de escribir esta nota, denota que no estábamos equivocados, el Estado tiene una gran necesidad de cubrir los vencimientos de deuda en pesos pre electorales, gracias Miguel Angel Pesce".

Fausto Spotorno, de Orlando Ferreres, dejó abierta la duda:

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