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Berni, la ‘estrella errante del peronismo’ que llegó a la prensa mundial

Sergio Berni ha logrado una gran presencia mediática desde que se inició la pandemia del coronavirus por sus llamativas intervenciones en los conflictos callejeros pero también por sus cruces públicos con la ministra Sabina Frederic y sus críticas al gobierno porteño y nacional. La Casa Rosada considera que hace campaña para su candidatura en 2023 y muchos también lo piensan. En ese contexto, el diario El País de España le dedicó un artículo donde lo bautizó como “la estrella errante del peronismo”. Advierte sobre su enfrentamiento con el Gobierno de Alberto Fernández y lo califica como "derechista y popular".

“Derechista y popular en los barrios más pobres ”, así califica el diario El País de España al ministro de seguridad bonaerense Sergio Berni, cuya presencia mediática e intervenciones políticas ya trascendieron a la Argentina.

“El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, fiel a Cristina Fernández de Kirchner, se ha convertido en la estrella errante de la constelación peronista. Sus constantes enfrentamientos con la ministra de Seguridad de la nación, Sabina Frederic, su propensión a los gestos espectaculares (el 10 de junio participó personalmente en la detención de un presunto asesino) y su popularidad entre los más pobres hacen de Berni una figura polémica. Y quizá un candidato a la presidencia en 2023”, plante el diario español.

Tras recordar la biografía de Berni, desde sus inicios, los Carapintadas y el primer gobierno provincial de Néstor Kirchner, González hace un repaso por el conflicto con Frederic: “La cohabitación con la ministra nacional, Sabina Frederic, empezó mal. Frederic rechazó el uso policial del arma eléctrica Taser; Berni se declaró a favor. Ya en febrero de este año, Berni acusó a Frederic de no cooperar en la difícil gestión del conurbano bonaerense y le exigió que retirara de la provincia a las fuerzas de la Policía Federal. Frederic es antropóloga y progresista. Berni no tiene apuro en definirse como “hombre de derecha”.

Y sigue: “Cuando el Gobierno nacional favoreció las excarcelaciones de presos para evitar contagios de la covid en las cárceles, Berni se opuso. El 10 de junio, Berni protagonizó una acción espectacular en la localidad de Almirante Brown: armado con un subfusil (“los militares pasamos más tiempo con el arma que con nuestra esposa”, dijo después) y en compañía de un escolta y un colaborador, detuvo personalmente al sospechoso de haber asesinado a tiros a un gendarme. Las imágenes de la operación causaron impacto”.

Después de mencionar los últimos roces de Berni con el Gobierno, El País concluye que “no es fácil sustituir a Sergio Berni. Primero, porque el conurbano bonaerense atraviesa una triple crisis (sanitaria, económica y de rápido aumento de la delincuencia) y gestionar la seguridad en la provincia no constituye una tarea atractiva. Segundo, porque Berni cuenta con la devoción de la Policía Bonaerense, un cuerpo muy conflictivo (ahora mismo varios de sus agentes son investigados por la desaparición, el 30 de abril, de un joven detenido) y con un largo historial de corrupción e insubordinaciones. Los comisarios de la Bonaerense llaman “jefe” a Berni. Y tercero, porque Sergio Berni cuenta con una enorme popularidad en los barrios más pobres. Es un político que está sobre el terreno y camina sin miedo por asentamientos de alta conflictividad”.

Sergio Berni tiene ambiciones. En 2019 quiso ser candidato a la gobernación de Buenos Aires, aunque finalmente desistió y se unió a la campaña de Kicillof. Ahora, numerosos dirigentes peronistas creen que en 2023 aspirará a la presidencia de la República. “A mí me parece escoria”, dijo un veterano militante del Partido Justicialista, “pero, en una situación de crisis grave, podría convertirse en algo parecido a un Bolsonaro argentino”, finaliza El País.

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