Tren Rosario-Cañada de Gómez: Nación pone en riesgo el servicio

El problema viene desde hace meses, por lo que Antenore aseguró que "es un perjuicio muy grande" debido a que el usuario debe buscar otras alternativas como el transporte automotor accediendo a un valor más costoso y lidiando con las pocas frecuencias.

Ante este freno es importante remarcar que el costo del pasaje en tren desde Cañada de Gómez hasta Rosario Norte es de $800, mientras que el de colectivo está entre $5.000 y $6.000. Diferencia abismal que se hace imposibles esquivar por ser el único medio de transporte como alternativa.

Este tren es fundamental, porque además de ser una movilidad para la población, une cinco localidades (Funes, Roldán, San Jerónimo Sud, Carcarañá, Correa y Cañada de Gómez).

Sin aporte de Santa Fe (y Nación... menos)

En diálogo con el medio local, VersiónRosario, Antenore apuntó contra el Gobierno de Santa Fe ya que no ve huellas de que la provincia esté trabajando al respecto para solucionar un tema que perjudica a gran cantidad de santafesinos, pese a que el problema venga en manos de Nación.

"El ferrocarril es federal y debería ser prestado por la Nación, pero ante esta situación de desentendimiento y desidia, la provincia de Santa Fe debería intervenir, tal como lo hizo Tucumán en los años 90", expresó.

La falta de acción, tanto a nivel nacional como provincial, desenfocó a los usuarios y los afectó de manera directa obligándolos a tomar la opción más cara y con menor frecuencia.

En base a ello, la Provincia debería ponerse los pantalones largos para garantizar la continuidad de un servicio más económico dentro de un contexto crítico. Sin embargo, hasta el momento no mostró intenciones y el perjudicado vuelve a ser el usuario.

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Un freno que sale caro.

Preocupación desde hace meses

El servicio entre Rosario y la localidad cabecera del Departamento Iriondo había retomado su actividad en 2022, luego de 45 años. Luego de dos años, y un poco más, los problemas con locomotoras y vías se agravaron por la falta de mantenimiento, por lo que comenzó la suspensión de viajes llegando a ser habitual.

A principios de agosto, el sistema no pudo trasladar pasajeros por el problema que se replica este mes: la falta de locomotoras. Es que la máquina de repuesto demoró más de lo previsto y el servicio puso un freno. Cuando se reactivó, lo hizo con una tardanza mayor a una hora. Días más tarde, se repitió la situación. El servicio volvió a suspenderse y todo comenzó a generar mayor preocupación.

El tema de las locomotoras y sus repuestos no es menor. Hay pocas unidades y las que se encuentran en funcionamiento están desmejoradas. En tanto, deben ser revisadas. Pero el principal inconveniente es que en Rosario no hay un taller que las pueda reparar, con lo cual es necesario enviarlas a Buenos Aires para poder arreglarlas.

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