MANTENER EL 'STATU-QUO'

Cambiemos en la tormenta: “Estamos atajando penales”

Imposible repetir en 2019 la grieta de 2017 entre Mauricio Macri vs. Cristina Fernández de Kirchner. El escenario es bien diferente, pero el PRO/Cambiemos se aferra a ese sueño mientras elucubra cómo salir del berenjenal en que se encuentra, luego de una sucesión de malas decisiones macroeconómicas a la que denominó "tormenta" (que no es provocada por el escenario internacional porque ni Chile ni Colombia ni Perú ni Uruguay ni Paraguay las padecen. Brasil tiene su propio 'karma' resultado del infortunio del 'Lava Jato' y las elecciones). Aquí una aproximación al encuentro más reciente del Cambiemos bonaerense.

Revalorizar la política territorial es la premisa. La renovada consigna nunca fue la prioritaria en los cerebros de campaña de Cambiemos quienes apostaron a otros métodos para ganar elecciones. Exitosos, por cierto. Pero ante las turbulencias (o "tormentas"), se necesita recurrir a los métodos más clásicos de la actividad que el propio oficialismo ha querido dejar de costado. “Bienvenidos a la política del siglo XXI”, esbozaban en aquellos tiempos. Ahora, las necesidades son otras.

El efecto de las causas -ya varias- de los aportantes proselitistas del oficialismo en Ciudad de Buenos Aires han forzado a desempolvar los encuentros cara a cara entre los dirigentes que no encontraban interlocutores con quien sentarse para plantear sus problemas distritales. Sean intendentes municipales o no.

Por ello, habrá que seguir de cerca los efectos de la reunión que se armó la semana pasada en José C. Paz, donde gobierna el peronismo vía Mario Ishii. Allí se juntaron más de 50 dirigentes de Cambiemos, con ministros nacionales y provinciales.

Uno de los presentes fue el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, quien suele “oxigenar” a varios de los denominados “sin tierra” en el conurbano. También estuvo el titular de la cartera de acción social bonaerense, Santiago López Medrano, clave por estas horas para contener el descontento social que crece en el conurbano.

El anfitrión fue un funcionario de la misma cartera y concejal en dicho distrito: Ezequiel Pazos. La coincidencia fue unánime: hay que reforzar la política territorial. Entre los asistentes estaba el subsecretario de Asuntos Municipales de Vidal, Alex Campbell.

Son, todos ellos, originales del PRO, pero entienden desde hace mucho que incluso hay que abrir las puertas a otros sectores como el peronismo. Hasta aquí esa batalla la han venido perdiendo. Nadie mejor que el PJ para comprender cómo se hace política en el Gran Buenos Aires. Guste o no.

El panorama actual es muy complejo. “Estamos atajando penales”, graficó uno de los asistentes. Es lo que sienten por estas horas, de allí el reclamo de la generación de ámbitos donde juntarse y poder hacer este tipo de análisis.

La apuesta de Cambiemos al 2019 es el statu-quo político. Ya no se sueña con la conquista deliberada de nuevos distritos como sucedió tras la elección de 2017. Claro que no se bajan las pretensiones. ¿De qué se trata? Hay una presunción que el 2019 no será tan duro como el 2018 a pesar del acuerdo con el FMI. Y además no es inocente la proliferación de menciones estos días a la posible candidatura de Cristina Fernández de Kirchner, con encuestas incluidas.

El deseo del oficialismo es repetir la polarización que se dio el año pasado, incluso en 2015 también. Esto es Macri vs Cristina Kirchner. Segundos afuera. Reinstalar el “temor” al regreso de CFK está en marcha. Si hasta volvió a esgrimirse la famosa comparación con Venezuela. El problema real es que la Argentina con Macri está 6ta. en el mundo entre los países con mayor inflación. Ese ranking lo encabeza el régimen de Nicolás Maduro. De América, Argentina y Venezuela son los únicos que integran ese triste top ten.

La apuesta a que todo siga como está en materia política creen en el oficialismo que les conviene también a los intendentes peronistas del conurbano. Con CFK candidata todos ellos jugarían allí para retener sus distritos. Por ello, ganar nuevos territorios sería una tarea de enorme dificultad para Cambiemos.

El problema es cómo se organizará el peronismo. Los dos dirigentes que más miden son CFK y Sergio Massa, aunque con niveles bien diferentes. Ambos están más callados que antes, pero no inactivos. La ex Presidente manda a organizar Unidad Ciudadana en todo el país. El caso del tigrense también mantiene conversaciones con distintos sectores, más allá que algunos propios le pidan definiciones más claras del rumbo a tomar. En su espacio están los que piensan que la salida sería una gran interna dentro del peronismo que permita enfrentar a la ex presidente.

El tema es si CFK dará esa contienda. En dicha labor y pensamiento se ubican Felipe Solá, Facundo Moyano y el diputado nacional por La Matanza, Fernando Ascencio, entre otros, aunque ella haya sido bien concreta cuando el sindicalista Víctor Santa María se lo planteó hace 10 días: "Traéme alguien que mida como yo, y la hacemos". Massa no mide como ella.

Para los intendentes, la interna también es todo un desafío en sus distritos. Por ello, comenzó a germinar la idea de una elección primaria con más de un candidato a Presidente pero consensuar la lista de gobernador y diputados. Ello para que quien gane no pierda el apoyo el día después de quienes fueron derrotados. A los jefes comunales les traería tranquilidad en sus distritos.

Mientras tanto, el PJ bonaerense marcó una postura muy dura en su última reunión con respecto al rumbo del gobierno de Macri. Lo trataron de “incapaz” por haber tenido que recurrir al Fondo Monetario Internacional. Y además hablaron del gobierno de los “Trolls”. Pero además abrieron la puerta para que en todos los concejos deliberante los ediles presenten pedidos de informe sobre los aportes de campaña. A diferencia de lo que desean en Cambiemos, el justicialismo comenzó a pensar con seriedad la posibilidad de ganar las elecciones el año próximo.

Para ello deberá aún solucionar varias de sus internas. Y definir la dicotomía central: cómo acoplar al resto de la Argentina con la provincia de Buenos Aires en la estrategia electoral. En la resolución de esa ecuación podría estar gran parte de la respuesta al éxito electoral buscado. Y al tantas veces proclamado “vamos a volver”.