San Rafael sigue posicionándose como uno de los destinos turísticos más destacados de Argentina. Este rincón mendocino no solo ofrece excelente gastronomía, servicios de primer nivel y hospedajes para todos los gustos, sino también experiencias que fusionan historia, paisajes extraordinarios y obras de ingeniería impresionantes.
Entre los atractivos que están ganando popularidad, el Cañón del Diamante emerge como una joya imperdible para viajar a conocer. Con sus casi 80 kilómetros de extensión, este cañón recorre el sur de Mendoza, comenzando en la histórica Villa 25 de Mayo.
Este pintoresco pueblo recibe a los visitantes con imponentes arboledas, las ruinas del Fuerte San Rafael del Diamante, la antigua capilla y los famosos puestos de tortas fritas que son un clásico de la región.
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El Cañón del Diamante no solo deslumbra por su extensión y su imponente geografía, sino también por la riqueza de su entorno, que invita a explorarlo desde múltiples perspectivas.
A lo largo de su recorrido, se pueden apreciar formaciones rocosas únicas moldeadas por el tiempo, contrastes de colores en las montañas y la constante presencia del río Diamante, que serpentea dando vida al paisaje.
Los mejores paseos para realizar en San Rafael, Mendoza
Desde la villa, el recorrido hacia el oeste por la Ruta Provincial 150 lleva al Dique Galileo Vitali, una obra de ingeniería clave para el riego agrícola local. Este punto marca el inicio de un camino que avanza entre paisajes deslumbrantes. Más adelante, se encuentra la represa El Tigre, cuya función es bombear agua hacia Los Reyunos para alimentar su central hidroeléctrica.
El Dique Los Reyunos, uno de los puntos más emblemáticos, sorprende con su imponente embalse, ideal para deportes náuticos. Rodeado de paisajes majestuosos, el lugar cuenta con camping, una villa turística y actividades de aventura que hacen las delicias de quienes buscan una escapada activa.
El tramo final del recorrido por el Cañón del Diamante lleva al Dique Agua del Toro, con una altura de más de 118 metros, que corona la travesía. Frente a su lago, el pequeño pueblo abandonado de Agua del Toro espera ser revitalizado como destino turístico. La pesca, los paisajes y el silencio de la montaña convierten esta última etapa en una experiencia inolvidable.
Al llegar al final del cañón, el viajero tiene dos opciones: regresar a San Rafael por la misma ruta o continuar hacia la Ruta Nacional 144, atravesando el túnel del dique y disfrutando de la Cuesta de Los Terneros. Ambos caminos garantizan una aventura donde la naturaleza, la historia y la ingeniería se encuentran para ofrecer una experiencia única en Argentina.
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