A un año del inicio de la crisis de Coronavirus en Argentina, la facultad de psicología de la Universidad de Buenos Aires realizó un estudio sobre el impacto en la salud mental de las restricciones y de la nueva vida con distanciamiento social. Para eso, seleccionó una muestra de 3.078 personas mayores de 18 años provenientes de grandes conglomerados del país.
1 AÑO DE COVID-19
Incertidumbre y angustia: las preocupantes respuestas de los argentinos a una nueva encuesta de la UBA
La facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires realizó una encuesta para hacer un balance del 2020 y las expectativas para este 2021. Abordaron las temáticas económicas, de salud mental, la educación a distancia y hasta la imagen del presidente Alberto Fernández.
En primer lugar, hicieron una pregunta abierta: describir con una sola palabra lo que fue el 2020.
Espontáneamente, las palabras que aparecen con mayor frecuencia para expresar lo que significó el 2020 son, en su gran mayoría, de valencia negativa: incertidumbre, tristeza, angustia, miedo, soledad, desastre y pérdida. Entre las de mayor frecuencia la única palabra de valencia positiva es aprendizaje.

La siguiente pregunta fue algo similar, pero enfocado siempre en lo positivo. Las palabras que surgen con mayor frecuencia para describir un aprendizaje o experiencia positiva son: nada/ninguna (en primer lugar), unión, familia, solidaridad, valorar, paciencia, amor y empatía.
El conjunto de palabras de valencia positiva evocadas, lleva a pensar que las experiencias positivas que la mayoría rescata, pivotean en torno a los afectos y al amor en los vínculos familiares, a la amistad y el compañerismo, al estar unidos para ayudarse mutuamente y a la recuperación de valores que quizás, antes de la pandemia, no se los tenía tan presentes.
Asimismo, aparecen palabras como aprendizaje, autoconocimiento, reflexión, introspección, asociadas a una actitud de búsqueda interior, de conexión con uno mismo, que seguramente ha promovido y catalizado el prolongado confinamiento que hemos vivido.

Otra pregunta realizada fue que los participantes eligieran 3 palabras que describieran su estado de ánimo. Ante las distintas opciones de sentimientos, emociones y estados de ánimo presentadas, incertidumbre es la que está al tope de las elecciones, siendo seleccionada por casi 5 de cada 10 personas, muy separada del resto. Le siguen cansancio, reflexión y agotamiento, elegidas por el 26% de las personas (en los 3 casos).
Este resultado coincide con las respuestas espontáneas referidas al balance 2020 y nos lleva a pensar que, en el actual contexto de crisis global y multidimensional, la incertidumbre sigue estando en el centro de nuestro eje emocional-cognitivo. Podría hipotetizarse que la continuidad de la pandemia en el mundo y en Argentina, ha promovido la permanencia (y en algunos casos su maximización) del conjunto de incertezas que atraviesan todos los ámbitos de la vida: salud física y mental, trabajo, familia, economía y proyectos de vida. En tal sentido, esta incertidumbre multidimensional es posible que siga constituyendo una verdadera “incubadora” de emociones negativas, como angustia, temor al futuro y depresión.

Al hacer hincapié en los proyectos de vida y bienestar general, el 60% de los encuestados indicó que "está peor que que antes de la pandemia". El 28% manifiesta que su visión y expectativas respecto a su futuro han sido afectadas negativamente por la crisis pandémica.
Un 19% siente que su vida será más dura y dilcil que antes, mientras que un 9% manifiesta que su perspectiva de futuro ha cambiado drásticamente y se siente desesperanzado y con angustia respecto a cómo seguirá su vida.

El impacto más negativo de la crisis sanitaria ha sido en lo económico, el trabajo y en la salud mental. Las relaciones interpersonales de los ámbitos de estudio, laborales y de amistad, resultaron las más afectadas
Las dos opciones más elegidas por la gente para expresar la forma en que se encuentran para afrontar el nuevo año, fueron mayoritariamente expectante (42%) y esperanzado (34%). La elección mayoritaria de estas dos palabras supone un posicionamiento de autoexigida prudencia, que anida en dosis equilibradas de ansiedad, temores al porvenir e ilusiones de buenaventura. En síntesis, el estado emocional-cognitivo en el que se encuentran los argentinos para iniciar el nuevo año parece situarse en una posición equidistante entre un pesimismo inductivo (fundamentado en el pasado inmediato) y un optimismo resiliente e imprescindible para seguir luchando.
Con respecto al manejo de la crisis de Alberto Fernández, tuvo un 70% de desaprobación de los participantes, En consonancia con esta baja, ha caído significativamente la imagen positiva del Presidente, situándose en el nivel más bajo desde que comenzaron las mediciones: un 32%. Su saldo entre imagen positiva/negativa arroja un diferencial negativo de -36%, el más bajo desde que asumió la presidencia.
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