Un político nunca muestra su juego
Interesante visión de las manipulaciones políticas presenta una ficción que repuso Eurochannel.
06 de enero de 2012 - 15:37
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Eurochannel repuso los capítulos de Primer Ministro, algo así como la versión polaca de The West Wing.
Es una lástima que la TV argentina no incursione más en la ficción política, apenas aprovechada por El Puntero (Canal 13) y que tuvo un lastimoso producto reciente (El Pacto, América 2).
Primer Ministro es una miniserie cuyo título original es Ekipa, creada y dirigida por Agnieszka Holland (quien había imaginado una serie pero tuvo que conformarse con una miniserie ya que fue cancelada luego de un trimestre en el aire,en 2007, por bajo rating. Una lástima el final abrupto porque el producto parecía prometedor).
Ekipa fue contemporánea de otra miniserie de ficción política en Polonia, titulada The Career of Nicodemus Dyzma. La conclusión que dejó el capítulo 1 fue que un político nunca muestra todas sus fichas, ni siquiera a su equipo íntimo.
Y un político es manipulador: intenta, con diferente suerte y habilidad, conducir a todos hacia el final que él diseñó desde el comienzo.
Ekipa fue un programa que intentó convertirse en un modelo televisivo alternativo en los tormentosos días del partido conservador Ley y Justicia (Prawo i Sprawiedliwosc o PiS) en el poder. Es obvio que con PiS (conservador, católico, partidario de restablecer la pena capital, opuesto a los matrimonios homosexuales y a la legalización de las drogas) convertido en fenómeno electoral, había escaso espacio posible para un producto que reivindicaba una política más liberal para Polonia.
Fueron los días de los gemelos Lech Aleksander Kaczyński (él fue Presidente de Polonia entre 2005 y 2010, cuando murió en un accidente aéreo en el aeropuerto Smolenk-North, en Rusia. Con él falleció gran parte del gobierno del PiS), y Jarosław Aleksander Kaczyński(fue 1er. ministro entre julio de 2006 y noviembre de 2007).
La trama comienza con una noticia que sacude al 1er. ministro y líder del partido PBC (Polski Blok Centrum), Henryk Nowasz: su adversario de derecha, Jan Matajewicz, del partido Derecha para Polonia o Prawica Dla Polski, tiene información de que Nowasz colaboró con los servicios secretos comunistas en días del Muro de Berlin y el Pacto de Varsovia.
Nowasz tiene mayoría parlamentaria pero comprende que el PBC puede quedar averiado si estalla el escándalo.
¿Cómo consiguió la información de lo que traman los opositores? De acuerdo al jefe de la inteligencia gubernamental, el dato llegó por una conversación telefónica interceptada: estaban investigando a un sospechoso de delitos económicos, y se enteraron de que alguien ofrecía las supuestas fichas de antecedentes de Nowasz.
Nowasz afirma que él es inocente, que nunca fue colaborador de los pro-soviéticos pero una investigación demandaría 2 o 3 años y en el interín, el PBC quedaría destrozado.
Es imprescindible moverse rápido, antes que Matajewicz pueda promover el escándalo parlamentario, pero Nowasz -quien tiene el apoyo del presidente Julian Szczesny- tampoco quiere que su sucesor sea la autoridad partidaria que le sigue, la ministra Kolasa, quien ya se siente 1er. ministro.
Con la excusa de que el candidato del PBC tiene que ser una persona sin antecedentes vinculados a los días del comunismo en el poder, le ofrece a Krystyna Sochaczewska retirarse por completo, cederle el control partidario pero ella tiene que apoyar a su candidato a 1er. ministro, un joven economista y politólogo con título universitario en USA, Konstanty Turski.
(Curiosamente, quien terminó derrotando en las urnas a Jarosław Aleksander Kaczyński fueDonald Tusk, apellido bastante parecido a Turski. Tusk es del partido liberal Plataforma Cívica).
Volviendo a la ficción televisiva, Nowasz le encarga a Szczesny la negociación con Matajewicz, ya que conoce que hay diálogo entre ellos.
Supuestamente hay que convencer al tal Turski, para lo cual se envía a un integrante del equipo de Nowasz a encontrarlo, convencerlo y llevarlo a Varsovia.
Nowasz parece no conocer personalmente a Turski aunque su equipo de campaña estudió los antecedentes del candidato antes de una reciente campaña electoral porque evaluaron llevarlo como candidato a legislador.
Una buena porción del capítulo 1 es toda esa acción ante un enigmático Turski, quien, idealista, pretende transformar la política, cambiar las formas de gestión y darle transparencia, ambición que hasta provoca sorna entre los colaboradores de Nowasz.
Sin embargo, hacia el final la jefa de gabinete de Nowasz, Julia Rychter, confiesa queNowasz y Turski ya se conocían, que 6 meses antes habían estado reunidos en una localidad llamada Pulawy (provincia de Lublin), en varias ocasiones en las que siempre la dejaban afuera del diálogo.
Entonces el presidente Julian Szczęsny, amigo personal de Nowasz, comprende que su amigo siempre supo que podía explotar ese escándalo y 6 meses antes ya había preparado su propia sucesión.
Los políticos no cuentan todo lo que saben ni lo que han planificado.