CLAVES

SE BORRÓ LA FOTO DE TUCUMÁN

La influencia de Cristina destruyó la ilusión federal, ¿y Schiaretti va por la alternativa?

Los cordobeses que responden al gobernador Juan Schiaretti formalizaron ayer un nuevo interbloque con el lavagnista Consenso Federal, encabezado por la reelecta Graciela Camaño, para jugar un papel clave en la polarizada Cámara de Diputados. La idea es seguir sumando legisladores. Pero para el cordobés el asunto trasciende el Congreso en un contexto de malestar de los gobernadores que apoyaron a Alberto Fernández pero no logran poner gente propia en el equipo que se está armando. La influencia de Cristina Fernández se mostró más allá del Poder Legislativo, y destruyó cualquier ilusión de "armado federal". Tironeado por su vice, Alberto tuvo que resignar uno tras otro cargo prometido a sus aliados, y los gobernadores más afines han perdido espacio. ¿Quién recogerá esas penas? ¿Será Juan Schiaretti?

Este miércoles juran los nuevos diputados en el Congreso. Los diferentes espacios políticos ya comenzaron a reconfigurarse en vista al nuevo panorama político en la Cámara.

Tras jugar a la "neutralidad" durante las elecciones, el gobernador Juan Schiaretti acordó con Roberto Lavagna para conformar el interbloque Federal.

De esta manera, el espacio estará integrado por 10 diputados de Consenso Federal (Graciela Camaño y Alejandro 'Topo' Rodríguez), Córdoba Federal (Carlos Gutiérrez, Alejandra Vigo, Paulo Cassinerio y Claudia Márquez), el Justicialismo bonaerense (Eduardo Bucca y Andres Zottos), el Partido Socialista (Enrique Estevez) y el bloque Progresista, Cívico y Social (Luis Contigiani).

El bloque será presidido por el exintendente de Bolívar y excandidato a gobernador bonaerense, Eduardo Bucca, y Carlos Gutiérrez será el vicepresidente.

"Buscaremos cerrar la grieta, generar un equilibrio y contribuir a la gobernabilidad", señalaron los integrantes de la flamante bancada, denominada 'Interbloque Federal', y adelantaron que serán una oposición "racional", en un recinto que estará dominado por dos grandes espacios, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio.

De esta manera, el Interbloque Federal y el de 'Unidad Federal para el Desarrollo', creado el mismo martes y liderado por el mendocino José Luis Ramón, serán los dos conjuntos que podrían marcar la diferencia en las votaciones, y a su vez se convertirán en las claves del quórum, que el Frente de Todos no tiene asegurado por sí solo.

'Unidad Federal para el Desarrollo' estará compuesto por 8 diputados nacionales del Frente Renovador de la Concordia Misiones: Ricardo Wellbach, Flavia Morales y Diego Sartori; Juntos Somos Río Negro: Luis Di Giacomo; Unidad y Equidad Federal: José Luis Ramón (el mendocino lo presidirá), Antonio Carambia y Pablo Ansaloni, y Partido por la Justicia Social de Tucumán: Beatriz Ávila.

Al interbloque podrían sumarse Juan Mosqueda y Elda Pertile, dos legisladores chaqueños que responden al Domingo Peppo, gobernador hasta el 10 de diciembre, aunque aún no está cerrada su incorporación. En la misma situación están los diputados Jorge Sarghini y Liliana Schwindt, que ingresarían en lugar de Felipe Solá y Daniel Arroyo, quienes pasarían a formar parte del Poder Ejecutivo.

"Quisiéramos que Schiaretti acompañara porque tarde o temprano la unidad del peronismo va a ser total, me encantaría que el Gringo estuviera en la foto de los gobernadores", sostuvo Carlos Caserio en diálogo con 'Radio 10', en septiembre pasado en ocasión de la misa homenaje en la provincia para recordar a José Manuel De la Sota, para lo cual Alberto Fernández aún en campaña desembarcó en la provincia. Para el senador, si De la Sota todavía viviera, "sería un eslabón significativo en este proyecto nuevo que se está creando".

Entre otras cosas, agregó que actualmente "no hay una diferencia tan notoria entre el PJ cordobés y el kirchnerismo" y resaltó que "hay diálogo" entre ambos espacios políticos ya que los dos están "mirando el futuro juntos". 

Caserio terminó renunciando a la presidencia del peronismo cordobés por las diferencias con Schiaretti, quien no apoyó a Fernández. 

Pero, ¿qué tan errado estaba Schiaretti? ¿Anticipaba ya que Alberto no le daría a los gobernadores el espacio que le prometió? ¿Sospechaba sobre el peso que finalmente tendría Cristina?

Hoy, en efecto, reina el malestar entre los mandatarios peronistas que lo acompañaron dado que las promesas de participación activa en la administración están lejos de concretarse. 

Vienen perdiendo espacio en el armado del gabinete, y muchos se ven preocupados por el peso de Cristina en las decisiones. Suponían que el lugar de la exmandataria sería más acotado.  Y finalmente, el esperado "armado federal" se deterioró.

Fernández le ofreció entonces al cordobés Caserio el Ministerio de Transporte para descomprimir la situación con el senador, después de que una docena de gobernadores del PJ acordaran mantener un bloque separado del kirchnerismo. 

La propuesta no sólo dejaba a Cristina con más limitaciones, sino que era un gesto a las provincias de llevar una mirada "federal y del interior" al área que resuelve sobre subsidios, conectividad aérea e infraestructura, entre otros aspectos de interés de las jurisdicciones. 

Cuando todo parecía cerrado, las presiones del sindicalista Hugo Moyano y la "invitación" de la vicepresidenta electa a que Caserio se quede en el Senado como titular de la comisión de Hacienda, pusieron en duda la voluntad de Fernández.

La designación de Caserio también intentaba convencer a los dirigentes más pesimistas respecto a la injerencia de la vicepresidenta en el gabinete. El senador no tiene buen vínculo con ella, ni siquiera lo recompuso durante la campaña.

"¿Vieron? No se pueden hacer acuerdos donde ella intervenga", apuntan cerca de Schiaretti, repitiendo lo que piensa el gobernador. 

Otro compromiso de Fernández que luce desarmado es el asumido con el sanjuanino Sergio Uñac para el área de Minería. Alberto Hensel, el titular de la cartera en San Juan, ahora parece descartado porque José Luis Gioja recomendó al catamarqueño Rodolfo Micone. En este caso también pesa la disputa que Uñac y Gioja mantienen por el liderazgo del PJ sanjuanino.

Juan Manzur, gobernador de Tucumán, fue el primero en avalar a Fernández y ponerle su estructura a disposición. Y en esa provincia se hizo el primer encuentro con empresarios y sindicalistas. Un exfuncionario suyo, Pablo Yedlin, era "casi número puesto" para Salud, pero finalmente Ginés González García, exministro de Néstor Kirchner, ocupará ese lugar.

Quizás el tucumano esté pagando la osadía de haber dicho en septiembre que "el peronismo tiene jefe y se llama Alberto Fernández". Se imaginaba entonces liderando una liga de gobernadores en la que se apoyara el nuevo mandatario para resistir embates desde el kirchnerismo. Pero uno de los primeros en sufrir en carne propia el poder de veto de Cristina fue el diputado Yedlin.

Un gabinete con "poco interior", describieron fuentes de diferentes provincias consultadas por el diario porteño 'La Nación', e insisten con que, si Fernández deja que el kirchnerismo duro siga avanzando, después le costará sostener la "alianza" de la que habló con los gobernadores. 

"El apoyo es a cambio de algo, siempre", ironizan.

Los mandatarios de la región Centro (Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos) son los que más en contacto están entre ellos, movilizados por la preocupación de lo que implicaría una suba de retenciones, que es extensiva a Uñac por la minería. 

Comparten la convicción de que, como en la etapa más cuestionada del kirchnerismo, serán las provincias con economías privadas más sólidas las que aportarán para "sostener al conurbano bonaerense y al norte".

A la mitad de las provincias también les inquieta que sea un kirchnerista puro el que dirija Anses. 

Son 13 las que no transfirieron sus cajas de jubilaciones a la Nación y hoy cuentan con un convenio que les garantiza los giros para cubrir los déficits. No contar con esos recursos implica un problema financiero adicional muy significativo para los distritos.

En este marco, es que el cordobés Schiaretti opta por mantener una individualidad y presentarse en un lugar alternativo.

¿Intentará ir por una liga de gobernadores ante una crisis anticipada del federalismo prometido en Tucumán en aquella foto de Alberto con los mandatarios? ¿Buscará el cordobés ser cabecilla de ese grupo sobre todo ante el poder que viene mostrando Cristina desde su supuesto "segundo plano"?


 

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