Después de la pandemia, se consolidaron los vuelos con cargas fenomenales de cocaína desde Bolivia y Perú. Un kilo puesto en Argentina equivale a una suma que oscila entre US$ 3.000 y US$ 4.000.
¿CON HÉLICE O A REACCIÓN?
Argentina no tiene aeronaves rápidas para frenar narco jets ni utiliza Ley de Derribos
Mientras en Argentina debaten un muro anti narcos en Aguas Blancas (Salta), cada noche ingresan “trazas” ilegales con cocaína a bordo desde Bolivia y Perú.
Los distintos gobiernos argentinos desde hace décadas prometen en vano que comprarán aeronaves de intercepción para frenar el ingreso desde los grandes centros productores.
Mauricio Macri se comprometió hace casi una década a traer desde Estados Unidos 24 naves Texan II para frenar la invasión que sufríamos en la Frontera Norte.
Luego, anunció que serían 12. Finalmente, llegaron apenas 6 y se destinaron al entrenamiento de los pilotos de la Fuerza Aérea en Córdoba. Jamás llegaron a las provincias de Jujuy o Salta. Todo terminó en un gran sketch.
La prueba llegó desde Mèxico, narcos operan jets en pistas de tierra
“Todo jet vuela más rápido que un turbo hélice, sin excepción”: se trata de una máxima que conoce cualquier persona relacionada con esta actividad.
¿Cómo sabemos que los bólidos a reacción son ahora capaces de aterrizar y despegar en pistas de tierra?
Lo pudo filmar de manera integral desde un helicóptero la Fuerza Aérea de México. Quedaron en ridículo en Jalisco.
Los tres fueron detenidos el 2 de enero de 2011 en la estación de El Prat con más de mil kilos de cocaína ocultos en los paneles y asientos de la unidad.
Gracias a esa detención, y a varios Jets privados antiguos abandonados por los narcos en pistas clandestinas de Argentina, sabemos que los carteles utilizan jets que resultan inalcanzables para nuestros lentos turbo hélices Pampa y Tucano.
Esos mega traslados se combinan y complementan con avionetas mucho más chicas pero capaces de volar de noche por debajo de los 300 metros lo que les permite evadir los radares nacionales.
Todo comienza fuera de Argentina
En la zona de Cochabamba, Santa Cruz de la Sierra y Beni, en Bolivia, se produce la pasta base y luego la cocaína.
Luego, merced a los largos vuelos, las cargas llegan a Argentina.
Fundamentalmente, arriban a los puertos de la zona de Rosario desde donde se las puede exportar camufladas hacia mercados con altísimo poder adquisitivo en Europa, Asia o bien Oceanía.
Casi siempre, se capturan unidades que cayeron a tierra por distintos tipos de desperfectos.
La propia Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, reconoció que Gendarmería tiene apenas un helicóptero para cubrir cientos de kilómetros en las calientes fronteras de Argentina con Bolivia y Paraguay.
Sin embargo, las cosas han cambiado:
¿Los pilotos de las bandas criminales toman cada vez mayores riesgos o, por el contrario, se desplazan con la tranquilidad que les ofrece un “país abierto”?
Los Challenger tienen puertas traseras que permiten “tirar” las cargas luego de haber descendido y disminuido mucho la velocidad. La ancha entrada para la carga fue diseñada en exclusiva para la empresa de correos norteamericana Fedex (Federal Express). Fue durante años su principal cliente.
La potencia de estas joyas mecánicas es tan importante que les permite portar volúmenes récord. Luego, opera la tecnología ya que cada bulto llega con un dispositivo que hace su ubicación y recuperación sumamente sencilla.
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