El estudio se basó en el conocimiento que se tiene del efecto generado por la proteína de soja en el funcionamiento de la barrera intestinal y sobre la inflamación en un grupo de ratones, sustituyendo un 12% de las fuentes de proteínas de su alimentación habitual por dicho concentrado de soja, lo que equivale a la dosis que se le suministrará a un ser humano.
¿Por qué incluir soja en la dieta?
Dentro de las observaciones del estudio, se encontró que el grupo de ratones a los que se les había inducido una enfermedad inflamatoria en los intestinos consiguieron detener la pérdida de peso y reducir la hinchazón del bazo, luego de incluir proteína de soja en su dieta.
Adicionalmente, redujeron los marcadores de inflamación del colon y la pérdida de función de barrera intestinal.
Los científicos también observaron que el concentrado de proteína de soja ejercía un efecto citoprotector y antioxidante en las células de los intestinos humanos que se habían cultivado en un laboratorio.
Con todo, aún restan resolver algunas incógnitas.
Los investigadores señalaron que se debe determinar si el efecto antiinflamatorio solo es producido por la proteína de soja o si es la fibra propia de esta legumbre a la que se le debe adjudicar el efecto.
También se requieren estudios adicionales para poder saber si estos hallazgos también se replican en humanos.
No obstante, no son necesarios más estudios para confirmar los beneficios de las proteínas vegetales, como el caso de la soja, extensamente conocidos. Entre los principales, fortalecen la salud cardiovascular, disminuyen el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer y previenen la diabetes y obesidad.
Fuente: Tododisca