El Vaticano retiró al Niño Jesús y el pañuelo palestino del pesebre que generó controversia en todo el mundo.
La estatuilla del Niño Jesús envuelto en un kufiya (el pañuelo tradicional tanto en Palestina como en el resto de Oriente Medio y Arabia), desapareció del polémico pesebre presentado por el Papa Francisco la semana pasada en el aula Pablo VI, la sala de audiencias en el Vaticano.
La obvia ausencia del Niño, tallado por artesanos de Belén, el pueblo donde nació Jesús, responde a la tradición de colocarlo en el pesebre únicamente en la noche de Navidad. Pero la controversia en torno al gesto “propalestino” del Máximo pontífice fue tan grande que los feligreses en el mundo parecen haberla olvidado. Algunos en las redes lo acusaron de “rebautizar” al niño Jesús.
El Vaticano aclaró que el niño fue retirado hasta el 24, la noche de Navidad. Por ello la mañana del miércoles (11/12) durante la audiencia general el pesebre apareció solo con las figuras de José y María.
En la ceremonia de presentación del Nacimiento del pasado sábado (7/12), el Papa Francisco rezó junto la figura del niño Jesús sobre el pañuelo palestino a cuadros blancos y negros. Asistieron al evento figuras como el ministro palestino Ramzi Khoury, el embajador palestino Issa Kassisieh y el padre Ibrahim Faltas, vicario de la Custodia de Tierra Santa.
El Papa Francisco destacó la importancia de los pesebres como portadores de un mensaje universal de amor y reconciliación y pidió oraciones por todas las víctimas de la guerra. El Vaticano aclaró que el niño es retirado hasta el 24, la noche de Navidad, según la tradición.
Tal como contó Urgente24, el Papa pidió por la paz mundial y clamó: "¡No más guerras! ¡Que haya paz en todo el mundo y para todos los hombres, a quienes Dios ama!". A primera vista, su mensaje parece inofensivo y hasta esperable en esta época del año, pero el simbolismo de la kufiya le dio una connotación geopolítica inesperada, dado que Belén, la ciudad donde nació Jesús según la tradición cristiana, está hoy situada en territorio palestino, en el corazón de un conflicto histórico entre Israel y Palestina.
Naturalmente los judíos protestaron. El rabino jefe de Génova, Giuseppe Momigliano, opinó que representar a Jesús con una kefiah “es otro paso para privarlo de su identidad histórica de pertenencia que penaliza el diálogo y no ayuda a detener el antisemitismo”. "
"Estamos decepcionados y preocupados por la politización de una tradición religiosa", manifestó el American Jewish Commitee, una de las principales organizaciones judías de USA.
El Máximo Pontífice nunca desaprovecha la oportunidad para criticar los excesos de Israel en la guerra de Gaza y su islamofobia. De hecho en su libro, titulado “La esperanza nunca defrauda. Peregrinos hacia un mundo mejor” de Hernán Reyes Alcaide en el que recoge entrevistas con el Papa, éste pide investigar un posible genocidio en Gaza.
Desde el inicio de la contienda en octubre de 2023, el alto mando de la Iglesia católica considera a la guerra como "terrorismo" de ambos bandos. Antes de la invasión terrestre israelí en Líbano, el Papa había calificado de “inaceptable” los bombardeos allí e instado a la comunidad internacional a que intentara poner un freno a esta escalada en el Golfo.
Durante todo el año, el Vaticano ha lanzado varios llamamientos a la paz para "el querido pueblo de Ucrania, la atormentada Ucrania, Israel y Palestina".
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