Según fuentes del rubro como actores sindicales y proveedores, la marca japonesa tendría serias dificultades para entrar en el lote más competitivo de las pickups en Argentina. Cabe recordar que en el país se fabrican varios modelos de ese tipo de utilitarios, como Volkswagen Amarok, Toyota Hilux y Ford Ranger, constituyendo el segmento más competitivo.
Para Frontier, el proyecto que permitía penetrar el mercado de manera más agresiva se cayó incluso antes de la puesta en marcha inicial, allá por 2018. Se trató de la frustrada fabricación del Mercedes-Benz Clase X, previsto a producirse en Córdoba y cerrar la triada con Frontier y Alaskan.
Sin esa tercera pata del proyecto, la firma japonesa experimentó problemas para ubicar su producción. Algo que, sumada a la crisis local, se tradujo en una fuerte caída de las ventas entre 2023 y 2024, además de un funcionamiento anormal de su actividad fabril con suspensiones permanentes y reducciones de turnos.
Bajo ese panorama, los pergaminos de la industria automotriz hacen pensar en la posibilidad de que Nissan vea con buenos ojos sustituir su stock nacional con camionetas importadas. Podría hacerlo fácilmente con lo producido en México y abastecer tanto el mercado argentino como el brasileño, principal destino de exportación actual.
Qué puede pasar con Nissan
Si bien la marca japonesa negó la evaluación de cambios en su productividad en el corto plazo, el escenario desfavorable podría precipitar, más temprano que tarde, una transformación de su presencia en Argentina. Algo que podría golpear especialmente al empleo en la red de autopartistas que se instalaron en Córdoba para proveer al proyecto.
De cualquier manera, el destino de Nissan en Argentina no estaría sentenciado. El 2025 será un año clave para determinar el rumbo a seguir por la marca japonesa, sobre todo teniendo en cuenta que su socia local Renault comenzará un nuevo proyecto de pickup compacta en Córdoba: la ya anunciada Niagara.
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Complejo escenario para el proyecto Frontier en Córdoba.