Elon Musk asegura que las direcciones IP del ataque provienen del "área de Ucrania" mientras la plataforma X/Twitter sufrió cuatro caídas en un solo día.
El hombre más rico del mundo no se anduvo con rodeos al señalar un posible origen geopolítico del ataque. "Sufrimos ataques todos los días, pero este fue ejecutado con muchísimos recursos. Está involucrado un grupo grande y coordinado o posiblemente un país", publicó Musk en su cuenta de X tras lograr restaurar parcialmente el servicio.
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La magnitud del ciberataque quedó evidenciada en los datos de Downdetector, que registró hasta 40.000 reportes de usuarios afectados en el punto más crítico. Alrededor de las 13:46 (hora del este de Estados Unidos), la cifra rondaba los 11.745 reportes, escalando rápidamente hasta alcanzar los 26.579 poco después.
Una fuente anónima de la industria de infraestructura de internet confirmó que X sufrió varias oleadas de ataques de denegación de servicio desde aproximadamente las 9:45 UTC, una técnica que consiste en sobrecargar los sitios web con tráfico malicioso para colapsar sus servidores.
No es la primera vez que Elon Musk menciona a Ucrania en contextos polémicos. En una entrevista con Larry Kudlow de Fox Business Network, el magnate reiteró sus sospechas: "No estamos seguros exactamente de qué pasó, pero hubo un ciberataque masivo para intentar derribar el sistema de X, con direcciones IP originadas en el área de Ucrania".
Este incidente ocurre en un momento delicado para la relación entre Musk y el gobierno ucraniano, que en ocasiones anteriores expresó su descontento con algunas posturas del empresario sobre el conflicto con Rusia.
El ciberataque contra X plantea interrogantes sobre la seguridad digital en tiempos de tensiones geopolíticas. ¿Estamos ante una nueva forma de conflicto internacional que usa las plataformas digitales como campo de batalla?
Las tensiones entre Elon Musk y Ucrania podrían complicarse significativamente en el actual contexto político. Con la reciente reunión tensa entre Trump y Zelensky, este supuesto ciberataque desde "el área de Ucrania" podría ser interpretado por la administración Trump como una provocación digital contra un aliado clave.
Musk, quien mantiene una estrecha relación con Trump, podría influir en la percepción presidencial sobre este incidente, potencialmente afectando la ya frágil relación bilateral y las futuras decisiones sobre ayuda militar y diplomática a Ucrania.
Además, estas acusaciones públicas de Musk podrían servir como justificación para endurecer la política exterior estadounidense hacia Ucrania o reducir el respaldo internacional. Si Trump ve este incidente como un ataque dirigido contra intereses estadounidenses (considerando que X es una plataforma americana propiedad de un aliado cercano), podría escalar la situación diplomática en un momento particularmente delicado para la seguridad europea y la estabilidad geopolítica regional.
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