¿CUÁL ES EL CRITERIO DE LEGITIMIDAD?

Cataluña y Hong Kong: dos causas nacionalistas similares, una castigada y la otra alabada

Dos protestas masivas y con disturbios, dos causas por la independencia de una comunidad, pero: una en Occidente, otra en Oriente, una insertada en un escenario de un gobierno democrático, y la otra bajo un gobierno autocrático. Estamos hablando de las situaciones que ocurren actualmente en Cataluña y en Hong Kong, donde miles de personas salen a las calles para pedir por autonomía, y en el caso asiático, por el respeto de los derechos humanos. Pero, ¿por qué una de ellas es considerada prácticamente una animalada y hasta se podría decir ilegal, mientras que la causa hongkonesa es defendida por casi todos los países democráticos y todas las instituciones que los componen, entre ellos los medios de comunicación? ¿Con que criterio una es legítima y la otra no?

Desde hace más de 20 semanas, el pueblo de Hong Kong sale a las calles a pedir, en un principio contra el proyecto de ley de extradición de presos a China, que después derivó en manifestaciones constantes y violentas contra el régimen chino y la un pedido por la protección de los derechos humanos y la independencia de Hong Kong, con respecto a China. En el medio la forma de manifestarse fue variando, lo que empezó con una reunión en el centro de Hong Kong para conmemorar la masacre de Tiananmen, y paso por la toma de aeropuertos, terminó con un herido de bala y decenas de detenidos. 

Al mismo tiempo, el pasado martes 15/10 estallaron protestas masivas en Barcelona, en el departamento de Cataluña, España. Estas fueron una causa directa de la sentencia a  los 9 líderes separatistas catalanes que tan solo 2 años atrás llamaron a un referéndum y declararon la independencia de la comunidad catalana sin llegar a un acuerdo con España. Es así que el Tribunal Supremo Español le dió de 9 a 13 años a quienes fueron los primeros en intentar una independencia al seguir el sentimiento nacionalista de la comunidad.

Hasta este jueves 17/10 continúan los disturbios mientras se desarrollan las 5 marchas en la comunidad que concluirán en Barcelona el próximo 18/10, aunque no son solo personas caminando ya que también hay autos quemados, barricadas en la Rambla de Barcelona y hasta hubo una toma del aeropuerto internacional El Prat, al igual que había ocurrido en Hong Kong hace meses atrás, donde ingresó la policía hongkonesa a reprimir.

Pero la mayor diferencia entre ambos escenarios es como las marchas son interpretadas, ya que a los manifestantes de Hong Kong se los contempla como héroes contra el duro régimen chino, que logran despertar cierta tensión en el gobierno de Xi Jinping ya que daña la imagen internacional que el líder tanto se esfuerza por construir. Sobre todo frente a las próximas elecciones en Taiwán, territorio en el que el gobierno chino también quiere instaurar la idea de "un país, dos sistemas", que se impuso en Hong Kong luego de la entrega del territorio por parte de los británicos a China y que contempla que el país tenga su propia autoridad pero que administrativamente siga dependiendo de los chinos. 

Claro que a esto se suma la imagen que reflejan los medios de comunicación occidentales con respecto a la situación en Hong Kong: todos los describen como si fueran los defensores de la democracia, como algo que quieren copiar, pero la realidad es que todos los jóvenes que piden por la independencia nunca conocieron lo que era vivir en democracia. Claro que para Occidente la causa hongkonesa es de las más valientes que existe porque defienden el principio al cual se atan todos los gobiernos, empezando por Estados Unidos. 

Occidente dice ser democrático, y si bien es uno de los valores que forma su sociedad, el concepto de democracia en la actualidad está algo corrompido, principalmente por quien dice ser padre de la democracia, Estados Unidos, así lo reflejó Donald Trump al intentar obstaculizar las elecciones presidenciales de 2016 con el apoyo de los rusos, e intentar volver a hacerlo con Ucrania de cara a 2020.

Y justamente, Estados Unidos es uno de los primeros en darle apoyo a Hong Kong a seguir manifestando, pero ¿qué sucederá si de eso depende un acuerdo comercial con China? ¿Seguirá siendo fiel a la democracia o pondrá por encima los intereses económicos de su país y de la comunidad internacional?

Pero volviendo a la causa de Hong Kong, los manifestantes son validados por las sociedades occidentales, pero ¿qué tan legítima es su protesta? Si se analiza la situación desde un lugar legal y de acuerdos bilaterales, cuando el Reino Unido se retiró de Asia y África, y entregó el territorio hongkonés a los chinos, dejó muy claro que la forma de proceder era con la idea de "un país, dos sistemas" que explicamos anteriormente.

Nadie habló de hacerlo un territorio independiente, y las formas de China en ese entonces eran muy parecidas a las que tiene hoy en día, teniendo en cuenta que sigue siendo el Partido Comunista el que está a cargo. 

Sin embargo, y teniendo en cuenta las formas represivas y la obsesión por el statu quo que tiene el régimen chino, es sorprendente que hasta ahora no haya intervenido militarmente o comenzado con una brutal represión en Hong Kong. La clave está en la imagen internacional que tiene que cuidar y sus planes de éxito a largo plazo. 

Volviendo a la comparación con lo que sucede en Barcelona, es importante destacar que no es el mismo contexto en el que viven las dos sociedades, ya que España es una democracia, donde se respetan los derechos humanos, existe la división de poderes y se respetan las libertades individuales. Algo que por supuesto no sucede en Hong Kong, como tampoco sucede en China. Sin embargo, la comunidad catalana de España también pide por la independencia de Cataluña como un estado separado, es un movimiento nacionalista más que busca un estado separado. 

Aunque claro en Cataluña existen otros problemas, como los movimientos de ultra derecha, como Vox, que tienen sus bases en el conservadurismo y no podrían permitir la separación de un estado solamente por considerarse diferente, con otras costumbres y tradiciones, hasta lenguaje. Mientras China prohíbe la separación para mantener el poder geopolítico, en España los detractores son partidos políticos. 

Entonces, como explicamos anteriormente, ¿por qué una manifestación es un acto de valentía mientras la otra es una salvajada? Todo concluye en cómo la sociedad occidental percibe el tema y los hechos. Claro que todo lo que sea en contra de China va a ser defendido y destacado, mientras que lo que suceda contra una democracia establecida, organizada, e igual a la que existe en el resto de los países de Occidente, será castigado, porque presenta una anomalía en la sociedad. Pero para el estilo de vida de China, las protestas en Hong Kong también son una anomalía que rompe con el orden y dificulta los planes del gobierno. 

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