GLOBAL

CRECEN LAS TENSIONES

Turquía también toma protagonismo en Libia, envía tropas y se aleja de Rusia

Al parecer el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, está convencido en seguir adelante con su nacionalismo, es así que lo que empezó en Siria hace algunos meses con el patrullaje conjunto con las tropas sirias en la región kurda, ahora continúa en Libia, ya que el Parlamento turco aprobó este jueves 02/01 el envío de tropas al territorio de conflicto. Sin embargo, en medio de la situación se encuentra Rusia y su relación con Turquía, que es clave para ambos países pero al parecer Erdogan eligió tomar más distancia.

Este jueves 02/01 el Parlamento turco decidió aprobar el pedido del presidente Recep Tayyip Erdogan, en cuanto al envío de tropas hacia territorio libio en medio del conflicto internacional y la guerra civíl en el país del Norte de África, en defensa del gobierno de Trípoli (reconocido por las Naciones Unidas), por supuesto. Esto es un astuto movimiento para Erdogan, quien al parecer pretende expandir su nacionalismo y continuar con una posición de protagonismo en el escenario internacional.

Recordemos que en Libia, la situación es de guerra civíl, el país está partido en 2: por un lado, el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA, según sus siglas en inglés) de Fayez al-Serraj, basado en Trípoli. Por el otro, el Ejército Nacionalista Libio, del general Khalifa Haftar, con base en el este del país, que intenta desde hace meses tomar la capital. Aunque ahora aparecerá un nuevo actor activo, Turquía, quien aseguró que no se quedará callada ante los presuntos mercenarios del Grupo Wagner, organización paramilitar de origen ruso, que apoyan a Haftar. 

Esto ya había sido adelantado por el mandatario la semana pasada cuando dijo que apoyará al grupo, aunque eso signifique ir en contra de los planes de Rusia. De acuerdo a lo que explicaron las autoridades parlamentarias, la presencia del país se reflejará en un aumento del apoyo militar, entrenamiento de tropas y el despliegue de drones aéreos. Aunque esto se suma a otro movimiento de Erdogan que lo puso en la mira de la política internacional, el enfrentamiento con los kurdos en Siria. 

Recordemos que en octubre pasado, el presidente Donald Trump decidió quitarle el apoyo al pueblo kurdo en el norte de Siria, y en consecuencia se desató un conflicto armado entre Turquía y el pueblo sirio que después fue resulto con un "alto el fuego" y no solo eso, sino que el acuerdo final contempló la presencia turca y siria en la frontera en modo de patrullaje. Si bien el presidente ruso, Vladimir Putin, logró hacerse fuerte en Siria, quien logró el mayor triunfo fue Turquía.

Claro que en medio se encuentran las sanciones económicas de Estados Unidos contra Turquía,a la cuál todavía no se le encontró una solución y también el gasoducto en construcción entre Turquía y Rusia: el Turk Stream, que va por el lecho del mar Negro y cuyo fin es suministrar combustible de Rusia a los consumidores turcos y el segundo, al abastecimiento del sur y sudeste de Europa. Si bien las pruebas comenzaron, la inauguración formal no será hasta dentro de una semana.

Aunque claro, la intervención en Libia sin comunicación previa con Rusia podría tener consecuencias en la relación entre ambos países, ya que Putin es el principal protector de Turquía frente a las sanciones norteamericanas. Aunque al parecer no le importa demasiado al nacionalismo de Erdogan. 

Esto tendrá que concluir en negociaciones tarde o temprano. "Podrían incluir que Turquía renuncie a Idlib en Siria, el último bastión rebelde, donde las apuestas son mucho más altas para Rusia", explicó a Al Jazeera, Sami Hamdi, analista político y periodista.

La realidad es que ni en Libia ni en Siria, Rusia estará dispuesto a darse por vencido, sobre todo porque ambos son territorios en donde solía tener un gran poder y fue opacado por la influencia norteamericana, tal como ocurrió cuando el autor de la muerte del dictador Muammar Gaddafi fue Estados Unidos, mientras Rusia no pinchó ni cortó. Lo mismo ocurre en Siria, donde luego de grandes influencias norteamericanas e intervención del territorio, el dictador sirio apoyado por Rusia, Bashar al Assad, se vio cerca del fracaso hace algunos años. 

Aunque Rusia no es la única preocupación de Ankara (ciudad capital turca), sino que también cómo afectará su movimiento con los demás países del Maediterráneo, como Egipto, Grecia y los Emiratos Árabes Unidos. Recordemos que muchos de estos, en especial Egipto, ya han tenido grandes desacuerdos y enfrentamientos con Turquía por su intromisión en el mundo musulmán, por ejemplo en su intervención en el norte de Siria.