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20.000 TONELADAS

Revés para la Argentina: a pesar de las tensiones, China vuelve a comprar soja a USA

A pesar de los últimos enfrentamientos entre Estados Unidos y China en consecuencia de la pandemia del Coronavirus y la posterior búsqueda de una vacuna en medio de los intentos de Donald Trump por salvar su campaña política, las relaciones comerciales entre ambas potencias mundiales parecen no haberse quebrado como muchos esperaban. Es así que por primera vez en 2 años, China le comprará soja a Estados Unidos: un gran golpe para exportadores como Argentina pero a la vez un reflejo de que China y la Casa Blanca siguen comprometidos en el acuerdo comercial.

Este jueves 14/05, mientras que el presidente norteamericano, Donald Trump, declaraba que no tiene planeado hablar con su homólogo chino, Xi Jinping, hasta que no se relajen las tensiones actuales entre ambas potencias debido a la crisis del Coronavirus, los exportadores de Estados Unidos firmaron un acuerdo de exportación de 20.000 toneladas de soja con China, tal como lo establece el contrato comercial alcanzado entre ambas potencias en diciembre de 2019: así lo dieron a conocer las autoridades del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. 

Esta sería la primera vez después de 2 años en la cuál ambas potencias logren comerciar un bien tan valuado como lo es la soja, teniendo en cuenta que en los últimos tiempos China estuvo consumiendo productos argentinos en su mayoría debido a las restricciones económicas impuestas por la Casa Blanca en el marco de la guerra comercial.

Aunque la noticia llega en un momento especial para las condiciones económicas del país del norte teniendo en cuenta que debido a la pandemia la producción disminuyó al igual que cayeron las cifras de empleo a mínimos desde la Gran Depresión de 1930. Y como si esto no fuera poco, los precios de los alimentos agrícolas norteamericanos también disminuyeron en las últimas semanas por las mismas razones. Es así que China no solamente va por la soja sino que también se anunciaron compras de maíz y cerdo.

En tanto, el presidente Donald Trump se pasea por las conferencias de prensa asegurando que si bien tiene una buena relación con el presidente Xi Jinping, pero que no quiere hablar con el por el momento. "Podríamos cortar toda la relación. Si lo hiciéramos, ¿qué pasaría? Ahorraría $ 500 mil millones", dijo el presidente haciendo que los empresarios y las personas de Wall Street se levanten de sus asientos por un segundo. 

Recordemos que desde que la pandemia del Coronavirus estalló en la cara de su administración y jugó con su campaña política, Trump acusa a China de haber sido el culpable y exige una respuesta y una reparación de daños. Si bien no hay acusaciones confirmadas, la Casa Blanca necesitaba un culpable frente al fracaso económico y político de la administración republicana. Sobre todo cuando apenas faltan 6 meses para las elecciones generales que definirán la continuación de Trump en el Salón Oval. 

Es así que el presidente amenazó reiteradas veces con aplicar castigos económicos a China, aunque la realidad es que frente al escenario norteamericano actual, cualquier medida radical podría dañar el gobierno más de lo que ya está. Aunque desde China, el periódico oficial del Partido Comunista, Global Times, publicó un artículo que jugaba con la posible idea de dar marcha atrás con el acuerdo comercial tras el gobierno de Xi sentirse ofendido ante las acusaciones de Trump. En consecuencia el republicano comenzó a echarse atrás al decir que es poco probable que los chinos hayan tenido intención de "desatar el patógeno". 

Sin embargo las acusaciones del gobierno norteamericano continúan ya que el pasado miércoles 13/04, funcionarios de la Casa Blanca hablaron anónimamente con The Wall Street Journal para acusar a hackers chinos e iraníes de intentar robar propiedad intelectual de universidades y laboratorios sobre la investigación y búsqueda de la vacuna contra el virus. Todo esto teniendo en cuenta que tanto Europa como China y Estados Unidos están intentando ser los primeros en dar a conocer una cura a esta enfermedad que tiene al mundo en alerta. 

Aunque en el caso de Donald Trump, no hay que olvidar que cualquier ataque a fuerzas extranjeras enemigas que lo alzaron durante todo su mandato, incluso desde su campaña política en 2016, como Irán y China, forman parte de una estrategia segura para intentar desviar el ojo público y el foco de atención de la crítica situación económica y el fracaso político de su administración. 

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