GLOBAL

"COMO AUSTRALIA Y CANADÁ"

Johnson ya mostró sus dientes post Brexit: amenaza a Europa y elogia el libre cambio

Desde el pasado viernes 31/01, Gran Bretaña está fuera de la Unión Europea: todo lo que quería el Primer Ministro, Boris Johnson. Sin embargo ahora es momento de formar el futuro del Reino Unido, tanto de cara a su relación con Europa como con el resto del mundo. Aunque no todo será tan fácil, teniendo en cuenta que Johnson retomó sus amenazas para con la Unión Europea, y hasta habló de una relación mínima e indispensable, pero ¿qué sería exactamente?

La Unión Europea firmó un acuerdo de salida en el cuál se establece que el Reino Unido podrá salir de la institución supranacional siempre y cuando después comience una etapa de negociación entre ambas partes para restablecer lazos comerciales. Es por eso que también se estableció un tiempo determinado para la consumación de un acuerdo integral y final: el próximo 31 de diciembre de 2020, a tan solo 11 meses de la fecha.

"No hay necesidad de un acuerdo comercial que suponga la aceptación de las reglas de la UE sobre competitividad, subsidios, protección social, medio ambiente o cualquier cosa similar", explicó el mandatario británico durante la primer jornada hábil después de la consumación del Brexit el pasado viernes 31/01. La realidad es que desde ahora comienza una etapa en el Reino Unido que tal vez podría ser la más difícil hasta el momento porque es el momento donde Johnson tendrá que dar a sus votantes lo que prometió y por supuesto hacerse cargo de una región que no conoce lo que es estar fuera de la Unión Europea desde hace 47 años. 

Al igual que Johnson dejó claro en su declaración este lunes 03/02, Gran Bretaña no estará dispuesta a dejarse someter a organismos o reglas de Europa, por ejemplo una participación en algún tribunal de Justicia. El mismo se mostró determinado a ser la nueva gran potencia de la región y representante del libre comercio en Europa, por supuesto que tiene mucho trabajo por delante, nada que pueda resolverse lógicamente y con proyecciones a futuro en tan poco tiempo. Aunque tengamos en cuenta que los nacionalistas británicos llevan muchos años pensando en la separación con Europa. 

Aunque Michel Barnier, el principal negociador del Brexit de parte europea, aseguró que sea como sea el acuerdo final, el Reino Unido se verá obligado a renunciar a algunas cosas. Al mismo tiempo, Barnier explicó que lo que por ahora tiene planeado Europa es un acuerdo "muy ambicioso", pero no dio más detalles. Mientras tanto, desde la conferencia Johsnon explicaba: "El libre comercio se está frenando y eso no es culpa de la gente, no es culpa de los consumidores individuales, me temo que son los políticos los que están fallando en el liderazgo". 

Sin embargo, los desacuerdo con Europa y su propuesta de ser el nuevo representante del libre comercio no fue lo que más sorprendió del discurso de Johnson, sino que el mismo acudió a proponerle algo en vivo a la Unión Europea: un tratado como el que ya existe desde Europa con Canadá y Australia. Esto último es conocido como, "El acuerdo Ceta", el cuál entre otras cosas asegura la eliminación de más del 90% de los aranceles. Aunque como muy bien explica el diario español, El Mundo, este trato con Europa le costó 7 años de negociaciones al país de habla franco-inglesa, mientras que Johnson pretende alcanzarlo en 11 meses. 

Recordemos que si el próximo 31/12 de 2020 no se llega a un acuerdo entre las partes, se llevará adelante un "Brexit sin acuerdo", aquello que tanto se discutió durante el 2019 y que tanto anhelaban los euroescépticos, es decir una salida de la Unión Europea que a futuro no pretenda ningún tipo de relación entre las partes. Y si nos dejamos llevar por las últimas propuestas de Johnson, todo indicaría que no habrá negociación válida. Es aquí cuando muchos analistas y críticos del mandatario aseguran que se le dará a los británicos, algo que no exactamente votaron. 

Recordemos que el plan de Johnson es nada más y nada menos que volver a ser lo que Londres era antes de la Unión Europea: una potencia industrial, líder del libre comercio en Europa y el modelo a seguir de muchos otros países en el siglo XIX. Y si bien el conservadurismo inglés es uno de los nacionalismos más notorios de la actualidad, también representa un voto de confianza hacia la globalización, pero sin lazos tan estrechos como los que proponía Europa.

Es exactamente lo que propone Donald Trump en Estados Unidos: sí a la globalización, pero siempre y cuando Estados Unidos siga siendo la hegemonía y la mayor potencia. 

Aunque aquí es dónde aparece la pregunta que muchos se hacen desde el referéndum de 2016: ¿hasta que punto Londres podrá volver a ser esa potencia que los conservadores tanto extrañan?

Dejá tu comentario