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MONARQUÍA BRITÁNICA

Histórico: el Príncipe Carlos llegó a Cuba

En medio del posible fracaso del Brexit y de las tensiones constantes entre Cuba y Estados Unidos, el histórico aliado del Reino Unido, el Príncipe Carlos, heredero de la corona británica, visitó Cuba y se convirtió en el primer miembro de la familia real en realizar una visita formal a la ex colonia estadounidense. En consecuencia, algunos miembros del partido conservador de Estados Unidos expresaron su disconformidad.

El domingo 24/03, el Príncipe Carlos, heredero a la Corona Británica, y su esposa Camilla, duquesa de Cornualles, llegó a Cuba, siendo el primer miembro de la monarquía del Reino Unido en visitar el país, todavía comunista y enemigo ideológico y político de Estados Unidos. Según medios cubanos, el objetivo final de la reunión es estrechar los acuerdos bilaterales, iniciados en 2016, entre Londres y la isla caribeña. 

Mientras Londres se hunde en el debate por el Brexit, la separación entre el Reino Unido y la Unión Europea, el hijo de la Reina Isabel II visita Cuba, quien esta sedienta de inversiones provenientes del extranjero, ya que además de su histórica situación económica, le está haciendo frente a las sanciones impuestas por el gobierno estadounidense de Donald Trump por el apoyo del presidente caribeño, Miguel Díaz-Canel al dictador venezolano, Nicolás Maduro. 

Desde la revolución cubana, liderada por Fidel Castro en 1959, entonces el comienzo de un sistema comunista, ningún miembro de la realeza había visitado la isla. La historia entre Cuba y Reino Unido se remonta a 1762, cuando los británicos ocuparon La Habana antes de intercambiarla con los españoles por el Estado de Florida (Estados Unidos).

La visita tiene en agenda una cena de gala este lunes 25/03, además de ser recibidos por el presidente Miguel Díaz-Canel, quien fue nombrado sucesor de Fidel Castro, en el Palacio de la Revolución

Al ser una visita histórica, captó la atención de muchos miembros de la cúpula política de Estados Unidos, como lo es el senador republicano Rick Scott, exgobernador de Florida, quien escribió una carta al príncipe Carlos para pedirle que reconsiderara la decisión de visitar Cuba y lo invitó a Florida, “para conocer de primera mano las seis décadas de atrocidades, opresión y miseria que el régimen infligió a los cubanos", escribió el político.

Si bien las relaciones entre Cuba y Estados Unidos fue desde siempre tensa, en 2014, durante la presidencia de Barack Obama anunció su apertura comercial, los lazos volvieron a dificultar cuando asumió Donald Trump y sus políticas nacionalistas y anti migratorias. Además, como si fuera poco, el 24/03 las autoridades gubernamentales de Cuba criticaron el reconocimiento de Estados Unidos de los Altos del Golán como territorio israelí. "Constituye una grave y flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas, del Derecho Internacional y de las resoluciones del Consejo de Seguridad”, expresó el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano. 

Pero volviendo a la visita británica a la isla caribeña, nunca se hizo mención alguna de posibles conversaciones en cuanto a los Derechos Humanos en la región y la situación de la democracia, lo que es extraño siendo Gran Bretaña una de las pioneras de los sistemas democráticos, quienes siempre criticaron a los gobiernos dictatoriales. Así como lo hacen con Venezuela lo tendrían que hacer con Cuba, donde no hay elecciones libres desde la década de los 60’. 

Según algunos, la única explicación podría ser el caos reinante en el territorio londinense y, según Chris Bennett, el director de la firma de inversiones The Caribbean Council, la visita es una "muestra que Reino Unido tiene una política independiente de Estados Unidos", que prueba que algo del imperio británico del siglo XIX sigue ahí. 
 

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