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El escalofriante plan de Trump para que nadie quiera cruzar nunca más la frontera

2 exfuncionarios del departamento de Seguridad Nacional revelaron a The Washington Post que la adminsitración del Presidente, Donald Trump, planeaba llevar a cabo arrestos y deportaciones masivas a familias de inmgrantes, en una operación relámpago que infundiera miedo y desalentara a futuros migrantes.

Con la intención de hacer una demostración de fuerza que asustara y desalentara a futuros inmigrantes, la Casa Blanca sopesó la idea de arrestar en una operación relámpago a miles de padres e hijos inmigrantes en situación irregular y deportarlos, en 10 ciudades grandes de USA. 

Lo revelaron al diario The Washington Post la exsecretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, y el director del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, Ronald Vitiello, quienes fueron despedidos el mes pasado. Nielsen y Vitiello, explica el diario, se opusieron al plan. 

En total, 7 fuentes -autoridades del departamento de Seguridad Nacional actuales y pasadas- confirmaron el plan al Post: la administración del Presidente Donald Trump quería elegir familias que hubiesen cruzado la frontera entre México y USA a partir de 2018.

La propuesta, dijeron las autoridades, era hacer una demostración de fuerza que enviara el mensajes de que USA se iba a endurecer, pasando a la detención y deportación de inmigrantes recientes - incluidas familias con niños. 

La operación incluía un esfuerzo por acelerar los casos judiciales de inmigración, permitiendo al Gobierno obtener órdenes de deportación para aquellos que no se presentaran a sus audiencias - las autoridades dijeron que el 90% de los apuntados habían sido encontrados deportables en su ausencia. Los arrestos subsecuentes hubiesen incluido redadas coordinadas contra padres e hijos en sus hogares y barrios. 

El impacto que hubiesen tenido tales arrestos, argumentaban los partidarios del plan, hubiese disuadido el ingreso constante de inmigrantes. 

Se planeaba que estos tuvieran lugar en 10 ciudades grandes; entre ellas Nueva York, Chicago y Los Angeles.

"El nivel de depravación de esta administración no tiene límites. Es algo delirante", dijo Melissa Mark-Viverito, presidenta del Latino Victory Project. "Es inhumano. No se percibe el entendimiento de cuáles son las implicaciones para la sociedad en general. No hay consideración de que estas familias están haciendo contribuciones económicas positivas a estas ciudades." 

Vitiello y Nielsen, revela el Post, detuvieron el plan debido a la preocupación de que desviara recursos de las frontera, que no hubiera suficiente espacio para detenciones y que se desatara una nueva ola de indignación por el trato de las familias.

El año pasado, el Gobierno de Trump separó a migrantes menores de sus padres en la frontera sur, lo que generó un aluvión de indignación y críticas hacia Washington.

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