El próximo miércoles 15/01 sería día en el que finalmente se firme un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, si bien no será el propio Xi Jinping el que viaje a Washington, si lo hará el vice primer ministro, Liu He. Si bien el acuerdo no es todo lo que Estados Unidos y China querrían, es un gran avance en las relaciones bilaterales de ambos países que están enfrentados hace por lo menos 1 año y medio y en consecuencia están irrumpiendo en las economías del resto del mundo y en el balance comercial mundial.
LA ENCRUCIJADA DE DONALD
Buscando un salvavidas: tras Irán, Trump se agarra del acuerdo con China, pero el crudo se interpone
A medida que se acercan las elecciones internas del Partido Demócrata en Estados Unidos, de cara a las elecciones presidenciales del noviembre 2020, y al mismo tiempo el juicio político en el Senado al que se enfrenta el presidente norteamericano, Donald Trump, el mandatario hace malabares para evitar que el escándalo con Irán y la muerte del general Soleimani, que podría haber concluido en un conflicto armado, afecte su campaña política. Es por eso que recurre a su chaleco salvavidas: el acuerdo comercial con China, aunque Xi Jinping no se lo hará tan fácil ya que antes que nada viene el petróleo.
Claro que la firma ocurre tan solo un día después del último debate demócrata antes del comienzo de las primeras elecciones internas de cara a saber quién será el que se enfrente a Donald Trump en los comicios de noviembre 2020. Es así que tras la crisis con Irán, y los resultados de las encuestas que parecen no sonreirle al presidente, teniendo en cuenta que el 60% de la población aseguró a POLITICO que la dirección del país de Trump es incorrecta, el mismo acude a China y confía en que la firma de la Fase 1 podría salvarlo.
Esto se vio reflejado este lunes 13/01 ya que según lo que informó la agencia de noticias Bloomberg, el Departamento del Tesoro tiene planeado quitar a China de la lista de países manipuladores de divisas. En otras palabras dar marcha atrás con una de sus principales acusaciones para con el gobierno chino, ya que la Casa Blanca de Trump aseguraba que el comercio chino era injusto ya que devaluaban su moneda para ser más competitivos en el mercado mundial.
En tanto, principalmente el acuerdo contempla el fin de las amenazas arancelarias, algo a lo que ambos líderes nos tienen acostumbrados desde un principio, además de mayores compras de bienes y servicios norteamericanos y participación de las empresas del norte en el sector financiero chino. Aunque nadie habló de petróleo, algo que es vital para ambas potencias pero que China parece no estar dispuesta a descuidar. Es así que este lunes 13/01, desde el gobierno de Xi pidieron a la Casa Blanca que permita una relación entre Teherán y Beijing.
Recordemos que como parte de la guerra comercial y el cuasi bloqueo económico hacia Irán, Estados Unidos aplica sanciones sobre cualquier empresa de origen asiático que comercie con Irán, y claro son muchas teniendo en cuenta que el crudo proviene en su gran mayoría de los países de Medio Oriente. A todo esto se suma que las nuevas sanciones que Estados Unidos aplicó sobre la economía iraní luego de la crisis en torno a la muerte del general Soleimani y el posterior ataque iraní a las tropas norteamericanas en Irak, también afectan a la economía china.
Es así que Donald Trump parece estar en una encrucijada, darle a China todo lo que pide e intentar salvar su imagen política, pero a la vez ceder sobre Irán, que es su escenario más problemático y tensionado por el momento, o mantenerse firme en Irán y correr el riesgo de que algo salga mal en el acuerdo con China. Según parece el presidente todavía no decidió, ya que mientras continúa ejerciendo presión arancelaria sobre Irán, intenta endulzarle los oídos a China con la situación del yuán y su etiqueta de "manipulada" explicada anteriormente.
"Realmente sancionamos a algunas de sus compañías navieras que estaban involucradas en el petróleo, y continuaremos realizando actividades de sanciones contra China y cualquier otra persona en el mundo que continúe haciendo negocios con ellos", aseguró Steve Mnuchin, el Secretario del Tesoro al South China Morning Post. Aunque al mismo tiempo desde China aseguraron que no ven nada malo en continuar sus relaciones con Irán ya que al fin y al cabo están dentro del derecho internacional.
Así como explica South China Morning Post, claro que las relaciones entre ambos países han sido totalmente normal y sin problema alguno, hasta que Trump decidió retirarse del acuerdo nuclear con Irán y casi al mismo tiempo ingresar en una guerra comercial con China. A partir de ese momento la relación bilateral basada en el petróleo entre China e Irán ha estado intervenida por Estados Unidos y sus sanciones económicas.